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martes, diciembre 15, 2020

El ARN mensajero para obtener la vacuna contra la Covid-19 y sus ingredientes

La historia del ARNm: cómo una idea que una vez se descartó se convirtió en una tecnología líder en la carrera de la vacuna Covid


El líquido que muchos esperan podría ayudar a poner fin a la pandemia del Covid-19 se almacena en un tanque de metal anodino en un complejo de fabricación propiedad de Pfizer, una de las compañías farmacéuticas más grandes del mundo. No hay nada extraordinario en el recipiente, que podría caber en un vestidor, excepto que su contenido podría terminar en la primera vacuna Covid-19 autorizada del mundo.

Pfizer, una potencia Fortune 500 de 171 años, ha hecho una apuesta de mil millones de dólares en ese sueño. También lo ha hecho un joven rival temerario a solamente 37 kilómetros de distancia en Cambridge, Massachusetts. Moderna, una empresa de biotecnología de 10 años con miles de millones en valoración de mercado pero sin productos aprobados, está avanzando con una vacuna propia. Sus nuevas y extensas instalaciones de fabricación de vacunas está contratando trabajadores a un ritmo rápido con la esperanza de hacer historia y mucho dinero.

En muchos sentidos, las empresas y sus líderes no podrían ser más diferentes. Pfizer, que trabaja con una compañía en biotecnología alemana poco conocida llamada BioNTech, se ha esforzado durante gran parte del año en controlar las expectativas. Moderna ha sido casi tanto noticia por su flujo de comunicados de prensa optimistas, las ventas de acciones de los ejecutivos y las espectaculares rondas de financiación como por su ciencia.

Cada una esta consciente de la otra compañía en la carrera por ser la primera.

Pero, lo que las empresas comparten, puede ser más grande que sus diferencias: ambas están apostando por una tecnología genética que durante mucho tiempo ha sido muy prometedora, pero que hasta ahora se ha topado con obstáculos biológicos. Se llama ARN mensajero sintético, una variación ingeniosa de la sustancia natural que dirige la producción de proteínas en las células de todo el cuerpo. Sus perspectivas han hecho oscilar miles de millones de dólares en el mercado de valores, han hecho y puesto en peligro carreras científicas y han alimentado las esperanzas de que podría ser un gran avance que permita a la sociedad volver a la normalidad después de meses viviendo con miedo.

Pfizer informó con datos sólidos, pero preliminares, y Moderna hizo lo mismo con sus datos. Ambas empresas esperan que estos resultados preliminares permitan un despliegue de emergencia de sus vacunas: millones de dosis probablemente dirigidas a los trabajadores médicos de primera línea y a otras personas con mayor riesgo de Covid-19.

Durante décadas, los científicos han soñado con las posibilidades aparentemente infinitas del ARN mensajero o un ARNm sintético fabricado para un uso específico.

Los investigadores entendieron que la función del ARNm es como un libro de recetas para los billones de células del cuerpo, pero sus esfuerzos por expandir el menú ha tenido tropezones. 

El concepto: realizando ajustes precisos en el ARNm sintético para luego inyectarlo a una persona, cualquier célula de su cuerpo podría transformarse en una fábrica de hormonas o proteínas hechos a la medida.

Pero, convertir la promesa científica en realidad médica ha sido más difícil de lo que muchos suponían.

Aunque es relativamente fácil y rápido de fabricar el ARNm en comparación con la fabricación de las vacunas tradicionales, ninguna vacuna o fármaco de ARNm había obtenido la aprobación.

Incluso ahora, mientras Moderna y Pfizer probaron sus vacunas en aproximadamente 74.000 voluntarios en estudios fundamentales de vacunas, muchos expertos cuestionan si la tecnología ya está lista para el uso masivo.

“Me preocupa la innovación a expensas de la practicidad”, dijo recientemente Peter Hotez, decano de la Escuela Nacional de Medicina Tropical de Baylor College of Medicine y una autoridad en vacunas. El programa Operation Warp Speed ​​del gobierno de EE. UU., Que ha respaldado el desarrollo de la vacuna de Moderna y se comprometió a comprar la vacuna de Pfizer si funciona, está "inclinado hacia plataformas tecnológicas que nunca antes obtuvieron una licencia".

Ya sea que las vacunas de ARNm tengan éxito o no, su camino desde el sueño de un científico hasta la aprobación de los gobiernos ha sido una historia de perseverancia personal, momentos eureka en el laboratorio, expectativas elevadas y un flujo de efectivo sin precedentes hacia la industria de biotecnología.

Es una historia que comenzó hace tres décadas, con una científica poco conocida que se negó a renunciar a su sueño.

Antes de que el ARN mensajero fuera una idea de miles de millones de dólares, era más bien una idea científica aislada. Y para la científica nacida en Hungría detrás del descubrimiento clave del ARNm, fue una lucha, callejón sin salida en su carrera.

Katalin Kariko

Katalin Karikó pasó la década de 1990 recogiendo rechazos. Su trabajo, que trataba de aprovechar el poder del ARNm para combatir enfermedades, era demasiado inverosímil para las subvenciones para la investigación del gobierno, la financiación corporativa privada o incluso el apoyo de sus propios colegas.

Todo tenía sentido teórico en papel. En el mundo real, el cuerpo humano depende de millones de proteínas diminutas para mantenerse vivo y saludable, y utiliza el ARNm para decirle a las células qué proteínas deben producir. Si pudiera diseñar mi propio ARNm, podría, en teoría, reproducir ese proceso y crear cualquier proteína que desee: anticuerpos para vacunar contra infecciones, enzimas para revertir una enfermedad rara o agentes de crecimiento para reparar el tejido cardíaco dañado.

En 1990, unos investigadores de la Universidad de Wisconsin lograron que funcionara el ARNm en ratones, pero Karikó quería ir más lejos.

Sabía que el problema era que el ARN sintético era notoriamente vulnerable a las defensas naturales del cuerpo, lo que significaba que probablemente sería destruido antes de llegar a las células objetivo. Y, lo que es peor, el caos biológico resultante podría provocar una respuesta inmunitaria que podría convertir la terapia en un riesgo para la salud de algunos pacientes.

Era un obstáculo real, y aún podría serlo, pero Karikó estaba convencida de que podía solucionarlo. Pocos compartieron su confianza.

“Todas las noches seguía trabajando deseando: subvención, subvención, subvención”, recuerda Karikó, refiriéndose a sus esfuerzos por obtener financiación. "Y siempre obtenía como respuesta: no, no, no".

En 1995, después de seis años en la facultad de la Universidad de Pensilvania, Karikó fue suspendida.

Ella habiendo estado en el camino hacia una cátedra completa, pero sin dinero para apoyar su trabajo en ARNm, sus jefes no le vieron ningún sentido en seguir adelante.

Volvió a los peldaños más bajos de la academia científica.

"Por lo general, cuando eso sucede, el científico se despide del asunto y se dedica a otra cosa porque es un momento muy horrible", dijo Karikó.

No hay un momento oportuno para ser suspendido, pero 1995 había sido extraordinariamente difícil para ella. Karikó había tenido recientemente un susto de cáncer y su esposo estaba atrapado en Hungría resolviendo un problema de visa. Y luego ahora, al trabajo al que le había dedicado incontables horas, se le escapaba de las manos.

"Pensé en ir a otro lugar o hacer otra cosa", dijo Karikó. “También pensé que tal vez no soy lo suficientemente buena, o no soy lo suficientemente inteligente. Traté de imaginar: todo está aquí en mis manos y solamente tengo que hacer mejores experimentos ".

Con el tiempo, esos mejores experimentos le llegaron. Después de una década de pruebas y error, Karikó y su colaborador de mucho tiempo en Penn, Drew Weissman, un inmunólogo con título médico y Ph.D. de la Universidad de Boston, descubrieron un remedio para el talón de Aquiles del ARNm.

El obstáculo, como señalaron los numerosos rechazos de subvenciones de Karikó, era que la inyección de ARNm sintético generalmente conducía a esa molesta respuesta inmune; el cuerpo sentia la llegada de un intruso químico e iba a la guerra. 

Karikó y Weissman descubrieron que la solución no era más que el equivalente biológico de cambiar un neumático.

Cada hebra del ARNm está formada por cuatro bloques de construcción moleculares llamados nucleósidos. Pero en su forma sintética alterada, uno de esos bloques de construcción, como una rueda desalineada de un automóvil, estaba echandolo todo a perder al sonar la alarma al sistema inmunológico. 

Así que Karikó y Weissman simplemente lo sustituyeron por una versión ligeramente modificada, creando un ARNm híbrido que podría colarse en las células sin alertar las defensas del cuerpo.

"Ese fue un descubrimiento clave", dijo Norbert Pardi, profesor asistente de medicina en Penn y colaborador frecuente. "Karikó y Weissman descubrieron que si incorporas nucleósidos modificados en el ARNm, puedes matar dos pájaros de un tiro".

Ese descubrimiento, descrito en una serie de artículos científicos que comenzaron en 2005, pasó desapercibido al principio, dijo Weissman, pero ofreció la absolución a los investigadores de ARNm que habían mantenido la fe durante los años de escasez de esa tecnología. 

La búsqueda de vacunas para el Covid-19 fue el pito de arranque para la carrera que se avecinaba.

Y aunque los estudios de Karikó y Weissman pasaron desapercibidos para algunos, llamaron la atención de dos científicos clave, uno en los Estados Unidos y otro en el extranjero, que luego ayudarían a fundar Moderna y el futuro socio de Pfizer, BioNTech.

Derrick Rossi, oriundo de Toronto Canadá, fanático del equipo Maple Leafs de hockey sobre el hielo, era un becario postdoctoral de 39 años en biología de células madre en la Universidad de Stanford en 2005 cuando leyó el primer artículo. No solo lo reconoció como innovador, ahora dice que Karikó y Weissman merecen el Premio Nobel de Química.

Derrick Rossi one of the founders of Moderna
“Si alguien me pregunta por quién votar como descubrimiento, el ARNm lo pondría al frente y al centro”, dijo. "Ese descubrimiento es fundamental y se aplicará a los medicamentos futuros que ayudarán al mundo".

Pero Rossi no tenía vacunas en mente cuando se propuso basarse en sus hallazgos en 2007 como nuevo profesor asistente en la Facultad de Medicina de Harvard cuando dirigía su propio laboratorio.

Se preguntó si el ARN mensajero modificado podría ser la clave para obtener algo más que los investigadores deseaban desesperadamente: una nueva fuente de células madre embrionarias.

En una hazaña de alquimia biológica, las células madre embrionarias pueden convertirse en cualquier tipo de célula del cuerpo. Eso les da el potencial para tratar una gran variedad de afecciones, desde la enfermedad de Parkinson hasta lesiones de la médula espinal.

Pero el uso de esas células para la investigación había creado una tormenta de fuego ética porque las células madre se extraen de embriones descartados.

Rossi pensó que podría eludir la controversia. Utilizaría moléculas mensajeras modificadas para reprogramar las células adultas para que actuaran como células madre embrionarias.

Le pidió a un becario postdoctoral en su laboratorio que explorara la idea. En 2009, después de más de un año de trabajo, el postdoctorado le mostró a Rossi un microscopio. Rossi miró a través de la lente y vió algo extraordinario: una placa llena de las mismas células que había esperado crear.

Rossi informó con entusiasmo a su colega Timothy Springer, otro profesor de la Facultad de Medicina de Harvard y empresario biotecnológico. Al reconocer el potencial comercial, Springer se puso en contacto con Robert Langer, el prolífico inventor y profesor de ingeniería biomédica en el Instituto de Tecnología de Massachusetts.

Una tarde de mayo de 2010, Rossi y Springer visitaron a Langer en su laboratorio en Cambridge. Lo que sucedió en la reunión de dos horas y en los días que siguieron se ha convertido en algo legendario y en una disputa que destroza el ego.

Langer es una figura destacada en biotecnología y un experto en tecnología de administración de fármacos. Al menos 400 empresas farmacéuticas y de dispositivos médicos han obtenido sus patentes. Las paredes de su oficina muestran muchos de sus 250 premios principales, incluido el Premio Charles Stark Draper, considerado el equivalente al Premio Nobel para ingenieros.

Mientras escuchaba a Rossi describir su uso de ARNm modificado, recordó Langer, se dio cuenta de que el joven profesor había descubierto algo mucho más grande que una nueva forma de crear células madre. Enmascarar el ARNm para que pudiera introducirse en las células y producir proteínas tenía una asombrosa cantidad de aplicaciones, pensó Langer, e incluso podría salvar millones de vidas.

“Creo que se puede hacer mucho mejor que eso”, recordó Langer que le dijo a Rossi, refiriéndose a las células madre. "Creo que se pueden fabricar nuevos medicamentos, nuevas vacunas, todo".

Langer apenas pudo contener su emoción cuando llegó a casa con su esposa.

“Esta podría ser la empresa más exitosa de la historia”, recordó haberle dicho, aunque todavía no existía ninguna empresa.

Tres días después, Rossi hizo otra presentación, a los líderes de Flagship Ventures. Fundada y dirigida por Noubar Afeyan, un emprendedor arrogante, la firma de capital de riesgo de Cambridge ha creado docenas de nuevas empresas biotecnológicas. Afeyan tuvo la misma reacción entusiasta que Langer, diciendo en un artículo de 2015 en Nature que la innovación de Rossi "fue intrigante instantáneamente".

En varios meses, Rossi, Langer, Afeyan y otro médico-investigador de Harvard formaron la firma Moderna, una nueva palabra que combina modificado y ARN.

Springer fue el primer inversionista en prometer dinero, dijo Rossi. En un comunicado de prensa de Moderna de 2012, Afeyan dijo que la promesa de la firma "rivaliza con la de las primeras compañías de biotecnología hace más de 30 años: agregar una categoría de medicamentos completamente nueva al arsenal farmacéutico".

Pero aunque Moderna ha ganado a cada uno de los fundadores cientos de millones de dólares, incluso antes de que la empresa produjera un solo producto, la cuenta de Rossi está marcada por la amargura. En entrevistas con el Globe en octubre, acusó a Langer y Afeyan de propagar un mito condescendiente de que no entendía todo el potencial de su descubrimiento hasta que se lo señalaron.

"Es una tontería total", dijo Rossi, quien terminó su afiliación con Moderna en 2014. "Me avergüenzo de ellos. Todos los que están informados en realidad simplemente sacuden la cabeza ".

Rossi dijo que las diapositivas que usó en su presentación a Flagship señalaron que su descubrimiento podría conducir a nuevos medicamentos. "Eso es lo que Noubar ha utilizado para convertir Flagship en una gran empresa, y dice que fue totalmente su idea", dijo Rossi.

Afeyan, el presidente de Moderna, reconoció recientemente a Rossi con el avance del trabajo de los científicos de Penn. Pero, dijo, eso solo incitó a Afeyan y Langer a "hacer la pregunta: '¿Podrías pensar en una molécula de código que te ayude a hacer lo que quieras dentro del cuerpo?'"

Langer, por su parte, dijo a STAT y al Globe que Rossi "hizo un hallazgo importante", pero se había centrado casi por completo "en el tema de las células madre".

Robert Langer

A pesar de las disputas que siguieron al nacimiento de Moderna, otros científicos también vieron al ARN mensajero como potencialmente revolucionario. 

En Mainz, Alemania, situado en la margen izquierda del Rin, una pareja de esposos equipo de investigadores estaba formando otra nueva empresa que también vería el enorme potencial de la tecnología, aunque las vacunas para enfermedades infecciosas no estaban en la parte superior de su lista.

Nacido en Turquía, Ugur Sahin se mudó a Alemania después de que su padre consiguiera un trabajo en una fábrica de Ford en Colonia. Su esposa, Özlem Türeci, cuando era niña, había seguido a su padre, un cirujano, en sus rondas en un hospital católico. Ella y Sahin son médicos que se conocieron en 1990 trabajando en un hospital en Saarland. La pareja lleva mucho tiempo interesada en la inmunoterapia, que aprovecha el sistema inmunológico para combatir el cáncer y se ha convertido en una de las innovaciones más interesantes de la medicina en las últimas décadas. 

En particular, se sintieron atraídos por la posibilidad de crear vacunas personalizadas que enseñen al sistema inmunológico a eliminar las células cancerosas. 

Ambos se ven a sí mismos como científicos ante todo. Pero también son empresarios formidables. 

Después de cofundar otra empresa de biotecnología, la pareja persuadió a los hermanos gemelos que invertieron en su empresa, Thomas y Andreas Strungmann, para que crearan una nueva empresa que desarrollaría vacunas contra el cáncer que se basaran en ARNm.

Eso se convirtió en BioNTech, otro nombre combinado, derivado de Nuevas Tecnologías Biofarmacéuticas. Su sede en Estados Unidos está en Cambridge. Sahin es el director ejecutivo, Türeci el director médico. "Somos uno de los líderes en ARN mensajero, pero no nos consideramos una empresa de ARN mensajero", dijo Sahin, también profesor del Centro Médico de la Universidad de Mainz. “Nos consideramos una empresa de inmunoterapia”.

Como Moderna, BioNTech patentó la tecnología desarrollada por la científica de Pensilvania cuyo trabajo fue ignorado durante mucho tiempo, Karikó, y su colaborador, Weissman. 

De hecho, en 2013, la compañía contrató a Karikó como vicepresidente senior para ayudar a supervisar su trabajo de ARNm. Pero en sus primeros años, las dos biotecnologías operaron de formas muy diferentes. En 2011, Moderna contrató al director ejecutivo que personificaría su enfoque descarado del negocio de la biotecnología. 

Stéphane Bancel era una estrella en ascenso en las ciencias de la vida, un ingeniero químico con un MBA de Harvard que era conocido como hombre de negocios, no como científico. Con tan solo 34 años, se convirtió en director ejecutivo de la empresa francesa de diagnóstico BioMérieux en 2007, pero Afeyan lo cortejó para Moderna cuatro años después.

Moderna

Moderna causó sensación en 2012 con el anuncio que había recaudado 40 millones de dolares de capitalistas de riesgo a pesar de estar a años atrás de probar su ciencia en humanos. 

Cuatro meses después, el gigante farmacéutico británico AstraZeneca acordó pagar a Moderna la asombrosa suma de 240 millones de dólares por los derechos de docenas de medicamentos de ARNm que aún no existían.

La biotecnologica no tenía publicaciones científicas a su nombre y no había compartido ni una pizca de datos públicamente. Sin embargo, de alguna manera convenció a los inversionistas y a los fabricantes de medicamentos multinacionales de que sus descubrimientos científicos y su experiencia estaban destinados a cambiar el mundo. Bajo el liderazgo de Bancel, Moderna recaudaría más de $1 mil millones en inversiones y fondos de asociación durante los próximos cinco años. La promesa de Moderna, y los más de $2 mil millones que recaudó antes de salir a bolsa en 2018, dependía de la creación de una flota de medicamentos de ARNm que pudieran dosificarse de manera segura una y otra vez. 

Pero entre bastidores, los científicos de la empresa se enfrentaban a un problema familiar. En estudios con animales, la dosis ideal de su terapia de ARNm líder desencadenaba reacciones inmunes peligrosas, del tipo para el que Karikó había improvisado una solución importante en algunas condiciones, pero una dosis más baja había demostrado ser demasiado débil para mostrar algún beneficio. 

Moderna tuvo que girar. Si las dosis repetidas de ARNm fueran demasiado tóxicas para probarlas en seres humanos, la empresa tendría que depender de algo que, solo requiera una o dos inyecciones para mostrar un efecto. 

MODERNA - Norwood facility

Gradualmente, Moderna autoproclamada disruptor de la biotecnología se convirtió en una compañía de vacunas, dejando sus medicamentos experimentales en un segundo plano y resultó hablando sobre el potencial de un campo considerado durante mucho tiempo por la industria farmacéutica, como más bien un campo líder en pérdidas de dinero.

Mientras tanto, BioNTech a menudo ha actuado como el anti Moderna, atrayendo mucha menos atención. En parte, eso fue a propósito, dijo Sahin. 

Durante los primeros cinco años, la empresa operó en lo que Sahin llamó "modo submarino", sin emitir comunicados de prensa y centrándose en la investigación científica, gran parte de la cual se originó en el laboratorio de su universidad. A diferencia de Moderna, la firma ha publicado su investigación desde el principio, incluidos unos 150 artículos científicos en solo los últimos ocho años. En 2013, la firma comenzó a revelar sus ambiciones de transformar el tratamiento del cáncer y pronto anunció una serie de ocho asociaciones con los principales fabricantes de medicamentos. 

BioNTech tiene 13 compuestos en ensayos clínicos para una variedad de enfermedades pero, como Moderna, aún no había obtenido la aprobación de un producto. Cuando BioNTech salió a la bolsa de valores en octubre pasado, recaudó 150 millones de dólares y cerró con un valor de mercado de 3.400 millones de dólares, menos de la mitad del de Moderna cuando salió a la bolsa en 2018. 

A pesar de su papel como director ejecutivo, Sahin ha mantenido en gran medida el aire de un académico. Todavía usa la dirección de correo electrónico de su universidad y monta una bicicleta de montaña vieja de 20 años desde su casa hasta la oficina porque no tiene licencia de conducir. 

Luego, a fines del año pasado, el mundo cambió.

Poco antes de la medianoche del 30 de diciembre, la Sociedad Internacional de Enfermedades Infecciosas, una organización sin fines de lucro con sede en Massachusetts, publicó un informe alarmante en línea. Varias personas en Wuhan, una ciudad de más de 11 millones de personas en el centro de China, habían sido diagnosticadas con "neumonía inexplicable". 

Los investigadores chinos pronto identificaron a 41 pacientes hospitalizados con la enfermedad. La mayoría había visitado el mercado de mariscos del sur de China de Wuhan. Los vendedores vendían animales salvajes vivos, desde ratas de bambú hasta avestruces, en puestos abarrotados. Eso generó preocupaciones de que el virus pudiera haber pasado de un animal, posiblemente un murciélago, a los humanos. 

Después de aislar el virus de los pacientes, los científicos chinos publicaron en línea el 10 de enero su secuencia genética. 

Debido a que las empresas que trabajan con ARN mensajero no necesitan el virus en sí para crear una vacuna, solamente necesitan una computadora con un programa que les dice a los científicos qué sustancias químicas deben combinar y en qué orden, los investigadores de Moderna, BioNTech y otras compañías se pusieron a trabajar. 

Se avecinaba una pandemia. El enfoque de las empresas en las vacunas no podría haber sido más fortuito. Moderna y BioNTech diseñaron cada uno un pequeño fragmento de código genético que podría implementarse en las células para estimular una respuesta inmune al coronavirus. 

Las dos vacunas difieren en sus estructuras químicas, en cómo se fabrican las sustancias y en cómo transportan el ARNm a las células. Ambas vacunas requieren dos inyecciones con algunas semanas de diferencia.

Los biotecnológicos de ambas compañías competían contra docenas de otros grupos que empleaban diferentes enfoques de fabricación de vacunas, incluido el método tradicional, que requiere más tiempo, de usar un virus inactivado para producir una respuesta inmune. 

Moderna estaba especialmente bien posicionada para este momento. Cuarenta y dos días después de que se publicara el código genético, el presidente ejecutivo de Moderna, Bancel, abrió un correo electrónico el 24 de febrero en su teléfono celular y sonrió. Apareció una fotografía de una caja colocada dentro de un camión refrigerado en la planta de Norwood y con destino al Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas en Bethesda, Maryland. El paquete contenía unos cientos de viales, cada uno con la vacuna experimental. 

Moderna fue el primer fabricante de medicamentos en ofrecer una posible vacuna para ensayos clínicos. 

Pronto, su vacuna se convirtió en la primera en someterse a pruebas en humanos, en un pequeño ensayo en etapa inicial. Y el 28 de julio, se convirtió en la primera compañía en comenzar a ser juzgada, frente a esa etapa inicial, en un escenario público reflejado por la receptividad de la empresa frente a la cobertura de prensa. 

El primer voluntario en recibir una inyección en la última etapa del ensayo de Moderna fue un presentador de televisión de CNN en Savannah, Georgia, una medida que sorprendió a los fabricantes de vacunas rivales. Junto con esos logros, Moderna ha suscitado controversia en repetidas ocasiones.

El 18 de mayo, Moderna emitió un comunicado de prensa pregonando "datos clínicos provisionales positivos". 

La firma dijo que su vacuna había generado anticuerpos neutralizantes en los primeros ocho voluntarios del estudio de fase inicial, una pequeña muestra.

Pero Moderna no proporcionó datos de respaldo, lo que dificulta evaluar cuán alentadores fueron los resultados. No obstante, el precio de las acciones de Moderna subió un 20% ese día.

Algunos altos ejecutivos de Moderna también recibieron críticas por vender acciones por valor de millones, incluidos Bancel y el director médico de la empresa, Tal Zaks.

Además, algunos críticos han dicho que el gobierno le ha dado a Moderna un buen trato al financiar los costos de desarrollo de la vacuna y comprometerse a comprar al menos 100 millones de dosis, todo por $2.48 mil millones.

Eso equivale a aproximadamente $25 por dosis, que Moderna reconoce que incluye una ganancia.

En contraste, el gobierno ha prometido más de mil millones de dólares a Johnson & Johnson para fabricar y proporcionar al menos 100 millones de dosis de su vacuna, que utiliza una tecnología diferente al ARNm. Pero J&J, que colaboró ​​con el Centro de Virología e Investigación de Vacunas del Beth Israel Deaconess Medical Center y también se encuentra en una etapa avanzada de prueba,  ha prometido no beneficiarse de las ventas de la vacuna durante la pandemia.

En Alemania, Sahin, el jefe de BioNTech, dijo que un artículo de Lancet en enero sobre el brote en Wuhan, un centro internacional, lo galvanizó. “Entendimos que esto se convertiría en una pandemia”, dijo. 

Al día siguiente, se reunió con su equipo de liderazgo. “Les dije que tenemos que lidiar con una pandemia que está llegando a Alemania”, recordó Sahin. También se dio cuenta de que necesitaba un socio fuerte para fabricar la vacuna y pensó en Pfizer. Las dos empresas habían trabajado juntas antes para intentar desarrollar vacunas antigripales de ARNm. 

En marzo, llamó a la principal experta en vacunas de Pfizer, Kathrin Jansen. “Le pregunté si Pfizer estaba interesada en asociarse con nosotros y ella, sin discutirlo, dijo: 'Sí, nos encantaría hacer eso'”, recordó Sahin. Philip Dormitzer, director científico de vacunas virales en Pfizer, dijo que el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus está "muy en la zona de confort de Pfizer como empresa de vacunas con múltiples productos de vacunas".

Pfizer tiene alrededor de 2,400 empleados en Massachusetts, incluidos unos 1,400 en su planta de Andover, una de las tres que fabrican la vacuna para la empresa con sede en Nueva York en los EE. UU. 

Pfizer, a través de su asociación con BioNTech, no está recibiendo dinero por adelantado del gobierno. 

Más bien, el gobierno federal pagaría a los socios $1.95 mil millones por al menos 100 millones de dosis si se aprobaba la vacuna. El director ejecutivo de Pfizer, Albert Bourla, quien ascendió de rango después de más de 25 años en la compañía, dijo en una entrevista en septiembre con “Face the Nation” que si falla la vacuna Pfizer-BioNTech, su compañía absorberá la pérdida financiera. 

Dijo que Pfizer optó por no aceptar los fondos del gobierno por adelantado para proteger al gigante de la droga de la política. "Quería liberar a nuestros científicos de cualquier burocracia", dijo. "Cuando recibes dinero de alguien, eso siempre viene con condiciones". 

Los altos ejecutivos de Pfizer también han vendido muchas menos acciones en comparación con Moderna desde que comenzó la pandemia. 

Los ejecutivos de BioNTech no han vendido ninguna acción desde que la compañía salió a la bolsa de valores el año pasado, según los registros de la Comisión de Bolsa y Valores. Sin embargo, los crecientes precios de las acciones de BioNTech y Moderna han convertido a Sahin y Bancel en multimillonarios, según Forbes.

A algunos expertos les preocupa inyectar la primera vacuna de este tipo en cientos de millones de personas con tanta rapidez. 

"Tenemos todos estos extraños cambios clínicos y patológicos causados por este nuevo coronavirus de murciélago, y estamos a punto de enfrentarnos con todas estas vacunas con las que no tenemos experiencia", dijo Paul Offit, un experto en enfermedades infecciosas del Children's Hospital of Filadelfia y una autoridad en vacunas.

Varios otros fabricantes de medicamentos también han desarrollado vacunas de ARNm experimentales para el coronavirus, pero no están tan avanzadas, como CureVac, otra biotecnología alemana, y Translate Bio, que se ha asociado con el gigante francés de vacunas Sanofi Pasteur. 

Pfizer comenzó su prueba de última etapa el 27 de julio, el mismo día que Moderna, y los primeros voluntarios recibieron inyecciones en la Universidad de Rochester.  Anunció los primeros resultados prometedores de ese ensayo y esperaban tener datos suficientes para solicitar la autorización de uso de emergencia de la vacuna para al menos algunas personas de alto riesgo. 

Moderna puede que no se quede atrás. Su portavoz Ray Jordan dijo el lunes que los ejecutivos sospechaban que Pfizer daría a conocer algunos datos preliminares del ensayo de la última etapa de prueba antes de Moderna, en parte debido al programa de dosificación de las vacunas rivales. 

Los receptores de la vacuna de Pfizer reciben dos dosis con tres semanas de diferencia, mientras que los receptores de Moderna reciben dos dosis con cuatro semanas de diferencia. 

Con una nota magnánima, describió la noticia de Pfizer como "un paso importante para la medicina de ARNm". "Hemos dicho que el mundo necesita más de una vacuna Covid-19", dijo Jordan. "Seguimos en el camino".

Fuente: statsnews.com  Autores: Damian Garde/Stat news y Jonathan Saltzman/Boston Globe
Traducción y edición: Luis Castellanos Marroquín

¿Cuáles son los ingredientes de la vacuna covid-19 de Pfizer?

Facebook dijo el 3 de diciembre que eliminaría las publicaciones con afirmaciones falsas o teorías de conspiración sobre el contenido de las vacunas covid-19 con las que todos cuentan. 

Ante los rumores que sugieren que Bill Gates ha instalado microchips de rastreo en las inyecciones, o que las inoculaciones contienen luciferasa, un químico brillante de luciérnagas cuyo nombre hace pensar a algunas personas en el diablo, la compañía sugirió que vigilaría tales afirmaciones haciendo referencia a la "lista oficial de ingredientes de la vacuna". 

¿Qué hay realmente en la lista oficial de ingredientes? 

Una anciana del Reino Unido se convirtió en la primera persona fuera de un ensayo en obtener la vacuna recientemente aprobada desarrollada por Pfizer y BioNTech, y Canadá y EE. UU. dieron luz verde a la misma inoculación en diciembre. 

Junto con las acciones regulatorias recientes han llegado revelaciones más detalladas hasta el momento sobre la composición de la nueva vacuna.


Aquí, por ejemplo, está lo que dice la Administración de Drogas y Alimentos de los EE. UU. En la vacuna de Pfizer: 

Ingrediente activo:
  • ARN mensajero modificado con nucleósidos (modARN) que codifica la glicoproteína (S) de pico viral de SARS-CoV-2
Lípidos: 
  • (4-hidroxibutil) azanedilo ) bis (hexano-6,1-dil) bis (ALC-0315) *
  • (2- hexildecanoato), 2 - [(polietilenglicol) -2000] -N, N-ditetradecilacetamida (ALC-0159) 
  • 1,2-diestearoil- colesterol snglicero-3-fosfocolina (DPSC)
  • colesterol
Sales: 
  • cloruro de potasio 
  • fosfato de potasio monobásico 
  • cloruro de sodio 
  • fosfato de sodio básico dihidratado
Otros ingredientes:
  • sucrosa
Leer la lista de ingredientes de la vacuna es como leer los ingredientes al lado de una caja de cereales, excepto que necesitas un título en química orgánica para entenderlo. 

Recibimos ayuda de varios científicos y empresarios de biotecnología para comprender qué hace cada uno de los ingredientes y hacer algunas conjeturas sobre otros.

El ARNm

La vacuna de ARNm de Pfizer es la primera en el mercado que consiste en información genética real de un virus en forma de ARN mensajero, o ARNm, un tipo de molécula cuya función habitual es transportar copias de instrucciones genéticas alrededor de una célula para guiar el ensamblaje. de proteínas. 

Imagínese un ARNm como una cinta de teletipo que lleva instrucciones. El ARNm es bastante frágil, y es por eso la vacuna de Pfizer debe mantenerse a alrededor -73 ° C hasta que se use. 

La nueva vacuna, administrada en forma de inyección en el músculo del brazo, contiene una secuencia de ARN extraída del propio virus; hace que las células fabriquen la gran proteína de "pico" del coronavirus, que el patógeno usa para adherirse a las células de una persona y entrar. 

Por sí solo, sin el resto del virus, el pico es bastante inofensivo. Pero tu cuerpo todavía reacciona. Esto es lo que lo deja inmunizado y listo para repeler el virus real si aparece.

El ARNm de la vacuna sin duda, no es exactamente el mismo que el material de tu cuerpo. Esto es bueno, porque una célula está llena de defensas listas para atacar al ARN, especialmente cualquiera que no pertenezca allí. Para evitar eso, lo que se conoce como "nucleósidos modificados", se ha sustituido por algunos de los componentes básicos del ARNm.

Pero en el caso de Pfizer, la secuencia del gen del pico puede modificarse ligeramente para obtener un mejor rendimiento, mediante medios que incluyen el intercambio de letras. 

Pfizer no ha publicado exactamente qué secuencia está usando o qué nucleósidos modificados utiliza. Eso significa que el contenido de la vacuna puede no ser 100% hacerse pública.

Los Lípidos

La vacuna Pfizer, como la de Moderna, utiliza nanopartículas de lípidos para recubrir el ARN. 

Las nanopartículas son, básicamente, pequeñas esferas grasosas que protegen el ARNm y lo ayudan a deslizarse dentro de las células. Estas partículas tienen probablemente alrededor de 100 nanómetros de diámetro. Curiosamente, es aproximadamente del mismo tamaño que el propio coronavirus. 

Pfizer dice que usa cuatro lípidos diferentes en una "proporción definida". * El lípido ALC-0315 es el ingrediente principal de la formulación. Eso se debe a que es ionizable: se le puede dar una carga positiva y, dado que el ARN tiene una negativa, se mantienen unidos. También es un componente que puede provocar efectos secundarios o reacciones alérgicas. Los otros lípidos, uno de los cuales es la conocida molécula colesterol, son "ayudantes" que dan integridad estructural a las nanopartículas o evitan que se aglutinen. Durante la fabricación, el ARN y los lípidos se mezclan en una mezcla burbujeante para formar lo que la FDA describe como un líquido congelado de "blanco a blanquecino".

Sales

La vacuna Pfizer contiene cuatro sales, una de las cuales es la sal de mesa común. Juntas, estas sales se conocen mejor como solución salina tamponada con fosfato, o PBS, un ingrediente muy común que mantiene el pH, o acidez, de la vacuna cerca de la del cuerpo de una persona. Comprenderá lo importante que es eso si alguna vez exprimió jugo de limón sobre en un corte en la piel. Las sustancias con una acidez incorrecta pueden dañar las células o degradarse rápidamente. 

Azúcar

La vacuna incluye azúcar simple, también llamada sacarosa. Actúa aquí como un crioprotector para salvaguardar las nanopartículas cuando están congeladas y evitar que se peguen entre sí. 

Solución salina

Antes de la inyección, la vacuna se mezcla con agua que contiene cloruro de sodio o sal común, al igual que muchos medicamentos administrados por vía intravenosa. Nuevamente, la idea es que la inyección debería coincidir más o menos con el contenido de sal de la sangre.

Sin preservantes ni conservantes 

Pfizer hace hincapié en decir que su mezcla de nanopartículas lipídicas y ARNm está "libre de conservantes". Esto se debe a que un conservante que se ha utilizado en otras vacunas, el timerosal (que contiene mercurio y está ahí para matar cualquier bacteria que pueda contaminar un vial), ha sido el centro de las preocupaciones sobre si las vacunas causan autismo. 

Los Centros para el Control de Enfermedades de EE. UU. Dicen que el timerosal es seguro; a pesar de eso, su uso se está eliminando. No hay timerosal, ni ningún otro conservante, en la vacuna Pfizer. 

Tampoco microchips. La vacuna todavía se conoce con el nombre de código BNT162b, pero una vez autorizada,  Pfizer le da un nuevo nombre comercial que transmita algo sobre lo que contiene y lo que promete para el mundo.

Fuente: MIT Technology Review, autor: Antonio Regalado, las siguientes personas explicaron los ingredientes: Jacob Becraft y Aalok Shah, Strand Therapeutics; Yizhou Dong, Universidad Estatal de Ohio; Jason Underwood, Pacific Biosciences; Andrey Zarur, Greenlight Biosciences; Charles L. Cooney, MIT; y el personal de comunicaciones de Pfizer y Moderna Therapeutics.

Traduccion y edición: Luis Castellanos Marroquín 

Simulación de la proteína que forma el pico del virus SARS-2 causante de la gripe Covid-19
Imágen cortesía de protopedia.org

El video siguiente seleccionado por Luis Castellanos es dirigido principalmente a estudiantes y profesores de biología de nivel secundaria y también para aquellos lectores curiosos que deseen darle un masaje a sus neuronas:


Fuente: YouTube/RaCology.com



ADDENDUM

Las sustancias que causan alergias con mayor frecuencia, llamadas alérgenos, son:

  • Polen.
  • Ácaros del polvo (diminutos insectos que habitan en éste).
  • Pelo de animales, debido a las escamas de piel y saliva seca que contienen.
  • Esporas de moho.
  • Picaduras de insectos.
  • Alimentos como leche y sus derivados, huevos, trigo, soya, cacahuates, nueces y mariscos.
  • Algunas medicinas, frecuentemente antibióticos.
  • Sustancias químicas como detergentes y productos de belleza.

Cuando el sistema inmunológico reconoce a los alérgenos, libera químicos como las histaminas para combatirlos. 

Tomado de: saludymedicinas

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