PROMO66 LICEO GUATEMALA

viernes, julio 28, 2006

Andrés Oppenheimer y Latinoamérica

Gracias Boby Barillas por tu interesante artículo de Andrés Oppenheimer aparecido en el Miami Herald sobre Latinoamérica, nos ilustra mucho. Latinoamérica al igual que Wate estan avanzando mucho en varios aspectos pero desafortunadamente hay otros países como la China que avanzan económicamente en forma más acelerada. En cierto sentido son dos mundos diferentes y no se pueden comparar hombro a hombro. Para comenzar China es un sólo país, contrariamente cuando hablamos de Latinoamérica, son varios países y cada uno tiene estructura similar pero diferente. Dentro de China hay diferencias también, de región a región, culturales, etc. pero también hay varias líneas que unen a los chinos unen aunque a éstas se les califique de dictatoriales o de otra manera. No es el caso en América Latina. Otra cosa y no menos importante es que dentro de cada país latinoamericano encontramos un mosaico de culturas, niveles de vida, costumbres, etc, etc. como es el caso en Guate muy en particular. Todo esto se podría resumir como un problema de ESTRUCTURA para efectuar cambios o mejoras, o si vos querés, una característica interesante que nos hace diferentes como región mundial y que nos preserva de influencias de cambio, hasta cierto punto (nuestros régimenes sean del centro, izquierda o derecha siempre tienen el mismo sabor cuando los probás y al final dan el mismo resultado). Esta Estructura de la que hablamos en teoría puede ser cambiada, pero en la práctica es imposible. Entonces qué hacer? Muchas respuestas, tantas como habitantes tiene Latino América. Sin embargo a nivel individual o al nivel de grupo unido o familia estas características de latinoamérica se pueden convertir en ventaja si se saben aprovechar como podemos verlo, pero también en este caso habría que comparar peras con peras y bananos con bananos.
Mis saludos atentos,


KALIFA


Tenés toda la razón Kalifa, no se pueden comparar bananos con peras.
Es como si los africanos se quisieran comparar con latinoamérica. Ellos están más jodidos que nosostros porque las potencias coloniales los depredaron mucho más y cuando se retiraron no les dejaron nada. La China es un fenómeno que deja con la boca abierta al que se quiere dejar impresionar o quiere aparentar impresionarse, como don Andrés, para empujar la idea de que tenemos que reformarnos a puro tubo. Pero qué clase de reforma es la que promueve don Andrés. La dejarlo todo librado a la mano invisible del mercado, que es lo contrario de lo que hacen los chinos e hicieron antes los coreanos, japoneses, taiwaneses, etc.
El boom actual de los chinos al igual al de los japoneses y taiwaneses de hace unas décadas, cuando inundaron al mundo de mercadería barata y de mala calidad (¿quién no recuerda cuando los carritos toyota y datsun era sinónimo de carro desechable). Ahora les toca el turno a los chinos, que al igual que japoneses y coreanos son pueblos con un nivel educativo promedio bastante alto y disciplinados para el trabajol. Entonces, aunque fuera la quinta parte de los 1.3 millones de chinos produciendo en las fábricas con jornadas de 80 y hasta 100 horas semanales, con salarios que andan por menos de dos dòlares diarios, con una dictadura que no permite la mínima disidencia (ni siquiera manifestaciones religiosas como aquella del falung dong o algo así) pues como para que no inunden al mundo con toda clase de mercancías.
Pero se trata y no lo digo yo, sino que destacados economistas, de una burbuja, que tarde o temprano dejará de crecer. En algún momento no muy lejano, el mismo bienestar econòmico llevará a los chinos a pedir libertades políticas y un régimen económico que no se base en la explotaciòn brutal. Entonces, una buena parte de lo que producen lo consumirán ellos mismos. Además, por las políticas de control natal (un hijo por matrimonio) dentro de poco la China va a ser una nación de viejos, cuyo mantenimiento tendrá un costo alto.
América Latina lo que tiene que hacer es buscar su propio camino y tenemos que aprender a administrarnos (pues si somos países subdesarrollados es en parte porque somos mal administrados) y a tener políticas estables. No importa si el rumbo es el más adecuado o el ideal, pero lo jodido es estar cambiando de rumbo con la misma facilidad que se cambia uno de calcetines. Chile es un buen ejemplo, salió de una dictadura oprobiosa , que con todo y su neoliberalismo, no nacionalizó el cobre y el ingreso de su venta es lo que les permite ahora aumentar la competitividad de su economía. Y los gobiernos democráticos mantuvieron las medidas económicas de la dictadura, suavizándolas con políticas sociales que ahora les permiten estar donde están. Ya pidieron el ingreso a la OECD (el club de los países ricos), pero con estabilidad, consenso y preocupación por los que están abajo. Ahora sólo les falta reducir la desigualdad (que sigue siendo una de las más altas de América Latina y el mundo), pero tienen con qué.

Lic. Luis Felipe "El Loco" Linares