PROMO66 LICEO GUATEMALA

sábado, febrero 09, 2008

Nos pondrán de rodillas

Por Humberto Preti/Prensa Libre

Los sucesos criminales de esta semana y la respuesta de los grupos de la población trabajadora y honrada realmente nos ponen en qué pensar.

La gente que cada día se dirige a su trabajo y se ve obligada a usar el transporte público ya está viviendo un nivel de nerviosismo que además de restar eficiencia en sus labores, afecta su salud.

En Bárcenas, Villa Nueva, la gente se armó y hasta disparó contra la Policía, para exigir la entrega de unos ladrones de un furgón; en Ciudad Satélite, Mixco, un grupo de vecinos, casi un millar, rodeó la subestación para exigir lo mismo, y si las acciones policiales no son efectivas, se seguirán incrementando estos hechos.

La organización de la ciudadanía es necesaria, pero el hecho de que se tome la justicia por su mano es en extremo peligroso, pues las consecuencias pueden ser funestas, porque, como sabemos, nuestro país ha sido calificado de salvaje, por los linchamientos que en ocasiones fueron injustos y sin razón alguna.

Si la ciudadanía va a crear sus propios cuerpos de vigilancia, debe ser conjuntamente con autoridades que se asesoren de expertos en el tema, como por ejemplo, los suizos, que en su país no miran vigilantes, ni soldados, ni policías que custodien las calles, pero en el momento de un hecho delictivo, como de la nada salen personas que capturan y ponen a la disposición de las autoridades a los delincuentes. Este es el resultado de una planificación de la seguridad eficiente que involucra a todos los suizos del país, no importa si es una ciudad grande o una pequeña aldea.

Hace algunos años, un ex candidato a alcalde trató de formar grupos de vigilancia en los diferentes barrios de la capital, pero la oposición de la comunidad internacional fue férrea, al aducir que sólo el Estado debería cumplir esta función. El resultado fue la proliferación de empresas de seguridad, que solo vigilan a quien les paga.

Lamentablemente, no todos los ciudadanos contamos con los recursos para pagar este privilegio, y lógicamente dependemos de las autoridades, pero como hemos dicho una y mil veces, no podremos mejorar nunca si la Policía mejora y no mejoran el Ministerio Público (MP) y el Organismo Judicial. A este último lo hemos oído expresarse en relación con qué acciones tomará para evitar que siga pasando lo que a diario oímos: “Soltaron a los mareros que violaron a una jovencita, por falta de pruebas”, “soltaron a un asesino que lleva siete víctimas”, y así infinidad de casos que han dado el estímulo necesario a los delincuentes para seguir con acciones al margen de la ley.

La efervescencia social que se está generando nos puede llevar a límites insospechados en donde corren peligro las vidas, incluso de gente inocente, pues la psicosis a veces genera situaciones violentas, incluso por sospechas infundadas o por denuncias falsas.

El miedo generado entre la población de ciertas áreas, desgraciadamente, obstaculiza la denuncia, pero en muchos casos ésta ni siquiera es necesaria; por ejemplo, ya muchos sabemos dónde se vende lo robado, en dónde se vende droga, en dónde se encuentran muchos de los jefes de las gavillas criminales, especialmente, la Policía y el MP, pero las acciones son escasas y se sigue estimulando el robo por la falta de decomiso de lo robado, y hay pocas acciones en contra de los delitos en contra de la población.

La tarea es enorme; vamos a ver si los señores de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala dan sus ideas, ya que son tan expertos como dicen para parar la impunidad. Aquí, o actuamos todos o los criminales nos pondrán de rodillas.