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miércoles, mayo 07, 2008

La Solución: El Diálogo



Luis Linares, analista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asies), ve positiva para muchas personas la restricción al paso del transporte pesado, aunque riesgosa, por sus consecuencias.

¿Cuál es su análisis respecto del paro?

La municipalidad tomó una decisión, en la cual hay un sector que sale perjudicado, pero en función de las dificultades de circulación y el tránsito que hay en Ciudad de Guatemala.

Es en aras del beneficio para una gran cantidad de usuarios, que si tuvieran que compartir las vías con el transporte pesado tendrían más problemas para circular. Creo que es razonable.

Por otro lado está el sector transportista, que se ve afectado.

Tienen razón en su inconformidad, mas no en la forma que actúan. Deberían buscar los mecanismos para hacer valer sus razones.

Sus motivos son respetables, quizá no justificados, y por supuesto que les afecta, pero hay que ver a quién beneficia más. Si el número de beneficiados es mayor que el de afectados, creo que la medida se puede justificar.

¿Qué opciones advierte usted como salida para este conflicto?

La solución es que alguien tome la iniciativa de convocar al diálogo y buscar soluciones, para que las partes queden convencidas de la procedencia de las medidas. Si una parte no quiere dialogar, lo que queda es recurrir a los canales que posibilita el estado de Derecho.

¿Como cuáles?

Les queda hacer uso de los recursos legales correspondientes, pero yo no he sabido que ellos recurran a un tribunal de lo Contencioso Administrativo, que sea el que dirima el conflicto, ya que la municipalidad, aparentemente, no ha querido dialogar.

Pueden interponer recursos por la vía administrativa. Solo han presentado amparos en la Corte de Constitucionalidad, pero el otro es el camino correcto.

¿A quién le correspondería tomar la iniciativa para el diálogo?

A cualquiera de las partes: la municipalidad, los transportistas o el Gobierno, que trate, con una actitud imparcial, de mediar en el diálogo.

Sin embargo, la municipalidad no ha estado anuente a un acercamiento.

En aras de demostrar una buena disposición y comprensión del derecho de los empresarios de reclamar y defender sus intereses, sería recomendable un intento de diálogo.

El problema son las medidas de hecho que toman los transportistas, que causan perjuicio.

Si no se encuentra un diálogo o no desisten los transportistas, habrá una situación de perjuicio, no solo en las exportaciones, sino en el abastecimiento de combustible.

R. Leonel Díaz/Prensa Libre