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viernes, mayo 09, 2008

SOLUCION AL COMBUSTIBLE

Corsa 550

Para grandes problemas... soluciones ingeniosas pero caras o difíciles de implantar. Brasil desde hace 25 años promueve el uso de etanol como combustible. Este etanol para vehículos se fabrica a partir de caña de azúcar desde hace más de 20 años. Debido a lo barato que era la gasolina el gobierno Brasileño tenía que subsidiar el uso del etanol. En Brasil se fabrican motos que utilizan 100% etanol como combustible. En el caso de los vehículos de pasajeros, el motor es tipo "Flex-Fuel", es decir puede quemar gasolina pura o bien mezclas con un alto contenido de alcohol etílico. La tecnología y los vehículos son brasileños.
La tecnología e instalaciones para la fabricación y distribución de etanol son también brasileñas. A pesar de esto, actualmente sólo un 53.6% de los vehículos en circulación son Flex-fuel pero la tendencia es hacia el aumento. Brasil fabrica 2.4 millones de vehículos al año de los cuales actualmente 1.7 millones son para el mercado doméstico. En el año 2005 se vendieron en Brasil solamente 866,267 vehículos flex-fuel.


Tribrid

En la imágen anterior mostramos un Tribrid para dos pasajeros y uso en ciudad. Es más, teniendo en cuenta que el 80% de los desplazamiento de las personas que circulan en las ciudades, sea por desplazamiento de negocios o de trabajo, no ocupan más de dos plazas, se concibió un vehículo pequeño, altamente económico y que ocupa poco lugar de parqueo.

Pero aún hay más. La compañía E-Fuel Corporation acaba de anunciar en Nueva York el lanzamiento al mercado de su "MicroFueler". Se trata de una máquina compacta capaz de fabricar etanol para combustible de vehículos. Viene equipada inclusive con su propia bomba y expendedor de combustible. Como dice el fabricante lo único que no tiene es lugar para etiquetas de precio ni ranuras para tarjetas de pago.


MicroFueler

La máquina utiliza como materia prima azúcar con agua o bien jugo de caña (guarapo) o jarabe de maíz (corn syrup). El precio inicial se sitúa en los US$10,000 por lo que no cualquier usuario puede comprarla. Sin embargo ya se piensa en las cooperativas.


Es indudable que esta máquina puede resolver algunos de los problemas del costo y disponibilidad del combustible para vehículos. Se puede desde ya imaginar que muchos gobiernos se opondrán la importación de tales máquinas pues si el combustible no se vende por los canales tradicionales los gobiernos no podrían colectar los impuestos respectivos, además que las grandes transnacionales petroléras harán lo imposible por evitar que estas máquinas funcionen en los países donde ejercen un control nauseabundo.


El uso de la MicroFueler implica también que el usuario tiene que comprar un nuevo vehículo tipo flex-fuel y tendría la restricción de llenar el tanque en un sólo punto a menos que sea miembro de múltiples cooperativas.

Soluciones para el problema del combustible las hay, pero no siempre son fáciles, las inversiones son costosas y son difíciles de implantar en corto tiempo.

Luis Castellanos