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lunes, marzo 02, 2009

La Cara Poco Conocida de Ford



Hay algunos aspectos poco conocidos de la ideología antijudía de Henry Ford, fundador de la empresa de autos Ford, compañía estadounidense que ya cumplió más de 100 años de vida.

Entre 1920 y 1922,el legendario magnate Henry Ford publicó una serie de ensayos titulados: El Judío Internacional: el problema más grande del mundo. Estos ensayos eran una colección de artículos antisemitas de su diario, llamado El Bien Nacido Independiente. Este diario era publicado mensualmente y su independencia estaba asegurada por el hecho de que Ford, el hombre más rico de América, no necesitaba ni aceptaba avisos publicitarios. El diario y sus antologías antisemitas, rspondían entonces a la línea editorial que marcaba Ford.

El Judío Internacional fue traducido a 16 idiomas y millones de copias circularon por todo el mundo. Su contenido se basaba en gran parte en los Protocolos de los Sabios de Sion, elaborados por la policía secreta rusa a finales del siglo XIX y últimamente se volvió el medio para propagar estas emisiones tóxicas sobre los objetivos judíos de controlar el mundo.

La influencia de esta obra es incalculable, después de todo, Ford, el padre del modelo de autos T, era un héroe folclórico norteamericano que había dado al hombre común la posibilidad de tener su auto.

Ford escribió en 1922 su autografía titulada Mi Vida y Trabajo, en la que señala que "es ofrecido como una contribución respecto a un tema que afecta profundamente nuestro país....Ha sido observadas en nuestro país, ciertas líneas de influencia que han causado el deterioro de nuestra literatura, nuestros entretenimientos, y vida social. Además, los negocios se están alejando de los modos en que se llevaban a cabo desde tiempos antiguos".

Ford explica que esta decandencia que el observa se debe al "desagradable orientalismo que ha afectado todos los ámbitos".

Ford va más lejos en sus ideas: "la cuestion está totalmente en manos de los judíos. Si ellos son tan astutos como afirman ser, trabajarán para hacer a los judíos americanos en lugar de hacer a América Judía. " Estas son declaraciones de un hombre que en 1922 era considerado como un candidato serio a la presidencia de EE.UU.

El 31 de diciembre de 1927, luego de una demanda que le inició a Ford, Aharon Shapiro, líder de la organización judía de cooperativas judías, Ford viajó a Nueva York para para reunirse con el abogado Louis Marshall, presidente del Congreso Judío Americano. Finalmente, según cuenta Neil Baldwin, estudioso del antisemitismo de Ford, el fabricante de autos habría firmado, aparentemente sin leerla, una carta de disculpa escrita por Marshall de acuerdo con los abogados de Ford. En ella Ford manifestaba sentirse profundamente mortificado por los ataques de su diario a los judíos. Ford argumentaba además que habían sido publicadas sin su consentimiento. A puertas cerradas, Ford le aseguró a Marshall que había destruido cada copia de El Judío Internacional. Es innecesario decir que era una afirmación falsa.

Sobre mi escritorio tengo dos copias de los volúmenes tres y cuatro, que compré por curiosidad académica mórbida a un vendedor de libros de California 13 años atrás. Pero por supuesto que hoy en día, no es necesario gastar trece dólares como yo hice para mis copias originales de El Judío Internacional. Si se tipea en un buscador de Internet el título del libro con el agregado de Henry Ford, uno puee encontrar una variedad de websites en los cuales se puede acceder a este libro. Tanto en el sitio neonazi www.aryan-nations.org como en la viciosamente antisemita Radio Islam en www.abbc.com, el material está fácilmente disponible en su edición sintetizada de 16 capítulos. Algo así como "los más grandes hits del odio antijudío de Henry" compilado por uno de los sucesores de Ford más devotos de sus ideas, Gerald L.K. Smith, en 1951. Los capítulos seleccionados por Smith incluyen Sionismo y Bolcheviquismo, El ascenso y la caída del poder económico judío, el jazz judío se vuelve nuestra música nacional y otras cosas por el estilo.

Actualmente, se ha lanzado una nueva edición del libro del estudioso Baldwin, Henry Ford y los Judíos, en un volumen mejorado con muchas fotografías. La prosa es sólida pero algunas veces difícil de seguir, con algunas anotaciones sumplementarias no siempre claras. Pero aún asi se encuentra toda la historia sórdida, en todo su despliegue. Baldwin ubica los prejuicios de Ford en el marco del Protestantismo norteamericano y ofrece una visión acerca de la rígida, tonta, poderosa y bizarra personalidad de Ford.

Baldwin era un popular biógrafo que ha escrito ya sobre numerosas figuras incluyendo a los líderes judíos Louis Marshall, Jacob Schiff, Cyrus Adler, y el Rabbi Leo Franklin.

Baldwin que era vecino y amigo personal de Ford, atribuye la antipatía de Ford hacia el Talmud " como parte de una tradición de odio que se remonta a tiempos medievales y enfatiza que William Cameron, el editor que actualmente edita El Judío Internacional, era un adherente a la ideología Británico-Israelita que afirma que los anglosajones son el pueblo elegido por Dios". Hoy en día, estas fantasías contribuyeron a alimentar a los extremistas del Poder Blanco como Timothy McVeigh, el responsable de los atentados al Edificio Federal de Oklahoma.

Es importante conocer esta historia, sencillamente porque las palabras matan.

En diciembre último, la compañia Ford publicó un informe que aceptaba que la compañia había trabajado con mano de obra esclava durante el régimen nazi en Alemania. El jefe del Staff, John Rintimaki declaró que "eso estuvo mal y no puede ser justificado". . .

Al poner el tema de Ford en el candelero, Baldwin ha hecho un importante servicio público. Pero son las palabras finales de Albert Lee las que cobran especial sentido, luego del 11-9, cuando hablar de la conspiración judía se ha vuelto común y cuando cualquier cosa puede ser peligrosamente posible: de no haber sido Ford tant tímido, habría podido enfrentar los micrófonos y las multitudes lo que seguramente lo hubiera transformado en presidente de los Estados Unidos. Más allá de sus claros prejuicios, no es exagerado decir que todo lo que separada a Ford del poder del Salon Oval era la carencia de un curso de oratoria pública de Dale Carnegie".

Stuart Schofman


Nota: El judío internacional es un libro del empresario estadounidense Henry Ford publicado por primera vez en 1920, que tuvo gran infuencia en la expansión mundial del racismo y del antisemitismo, y en particular en la formación de la ideología nazi.


El libro fue publicado en 1920 bajo el título completo de The international jew: the world's foremost problem (El judío internacional: el primer problema del mundo), por The Dearborn Independent, un semanario antisemita de derecha dirigido por el secretario privado de Ford, Ernest G. Liebold. El periódico había publicado también, y difundido ampliamente en los Estados Unidos, Los protocolos de los sabios de Sión,

El judío internacional es un extenso libro publicado en cuatro volúmenes, traducido a seis idiomas, entre ellos el alemán. El libro tuvo una gran aceptación y fue ampliamente distribuido entre los nazis de Alemania, y en especial Adolf Hitler, quien lo utilizó como una de sus fuentes para escribir Mi lucha, donde cita textualmente partes del mismo, constituyéndose Ford en el único americano citado por Hitler en su obra. Ford y Hitler se admiraron mutuamente, y se coligaron financiera, operativa e ideológicamente para llevar adelante varias actividades en conjunto.

Aparentemente Ford no escribió personalmente el libro. Las denuncias por difamación y los juicios por parte de la comunidad judía, obligaron a Ford a cerrar The Independent en 1927. De todos modos Ford fue condecorado por el Estado nazi en 1938, recibiendo la Gran Cruz del Águila Alemana, la mayor condecoración que pudiera recibir un extranjero.

Luego del ingreso de Estados Unidos a la Segunda Guerra Mundial, en 1942, Ford intentó detener la distribución de El judío internacional, pero en los hechos el mismo continuó siendo difundido hasta el presente.