PROMO66 LICEO GUATEMALA

sábado, enero 05, 2008

¿Por qué la religión?

Estimados Promos:
Ayer tuvimos un grato encuentro en el cual se combinaron la alegría propia de esta época con la angustia causada por la angustia de vivir en un país donde los ricos adelgazan por hedonismos y los niños pobres fallecen de inanición.
Ser pobre en Guatemala no es una opción; sin embargo, socorrer a los pobres sí que lo es. Empero, es todavía un lugar común el hecho de que si uno le regala un pan a un pobre, le dicen Santo. Pero si uno pregunta ¿por qué es pobre? entonces lo llaman "comunista". Todo lo anterior nos lleva a concebir la asimetría económica como una injusticia que, de acuerdo con las explicaciones divinas, se remediará con una vuelta de tortilla a la hora de entrar al cielo. Y como es Navidad, nos olivdamos de lo que debe privar en estos días: gloria in excelsis deo y en la Tierra paz a los hombres de buena voluntad.
Suena obvio, pero entre tanta promoción de regalos para hacer; tanto esfuerzo por coordinar los festejos con todos; tanto estrés inherente a que el año se termina, uno tiende a olvidarlo: la Navidad es una fiesta religiosa. Es una celebración que supone el nacimiento humano de un dios: que una divinidad tomó forma de hombre para acercarse a sus criaturas. Pero ¿cuántos de nosotros vivimos estos días con actitud espiritual? ¿Cuántos de nosotros creemos que de verdad Dios se encarnó hace más de 2000 años para salvarnos? ¿Cuántos de nosotros creemos realmente en Dios?

En un reciente foro pregunté al público asistente "¿Por qué la religión?" y se inició así una discusión interesante. ¿De qué se trata ser creyente? ¿Cuánto tienen que ver religión y fe? La idea de Dios ¿se explica por su existencia misma o por la necesidad humana de una figura sobrenatural, paternal, poderosa que otorgue sentido a las cosas que nosotros no podemos entender y, por lo tanto, explicar?

La religión no ha tenido buena aceptación últimamente (en sentido laxo: digamos que desde la Edad Media a esta parte ha venido perdiendo espacios de influencia) y eso se ve reflejado en muchos mensajes difundidos por vía oral o escrita. ¿Qué piensan ustedes? ¿Creen que la religión es valiosa en tanto institución para normativizar la moral o como instancia para compartir lo espiritual? ¿O creen que es sobre todo un espacio de poder, causa de gran parte de los conflictos sociales (tesis que está ampliamente explicitada en el libro Monoteísmo: causas y efectos, una respuesta al fundamentalismo religioso.

Muchos participantes de entre el público coincidieron en esta necesidad de creer en algo. Hubo quien planteó con claridez imbatible: "Ante la ausencia de explicaciones más razonables, la mente primitiva necesitó recurrir a la creencia en lo sobrenatural para dominar cognitivamente el entorno". Alguien más, por su parte, pareció estar de acuerdo con Nietzsche en aquello de que "El hombre, en su orgullo, creó a Dios a su imagen y semejanza" (y no a la inversa).

¿Qué piensan ustedes? ¿Creen o no creen en Dios (o dios)? Si Dios existe, ¿se puede demostrar su existencia como procuraron San Anselmo o Tomás de Aquino? ¿O lo divino excede por definición lo racional? Y si no existe un dios, ¿en qué nos podemos apoyar? ¿En el amor, en el conocimiento, en la tolerancia...? Los invito a opinar.

Charamila Fuentes
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Opiniôn sobre: ¿Por qué la religión?

Muy interesante tu planteamiento y tu "reto" a opinar. Tomo el guante... Sobre si existe Dios o no, muy profundo tema del cual ya se han escrito muchos libros y faltan muchos por escribir; tema de reflexión que toca a teólogos, científicos, historiadores, etc., sigo atento a aprender y reflexionar. La religión, porqué? Eso si es fácil. Depende, dijo aquel, de dónde o en qué lugar naciste, de cuándo o en qué época naciste, de quienes fueron tus padres y de qué pasó durante tus primeros años de existencia y sobre todo cuál es tu edad. Pues, la religión es como la nicotina, tiene varios "usos". Para el poderoso: para seguir poderoso o ser más poderoso. Para el bolo: para dejar de chupar. Para el solitario: para encontrar compañía. Para el pobre o desposeído: para encontrar consuelo y esperanza. Para el cura o pastor: un chance. En momentos de tristeza o calamidad: para encontrar ayuda, soporte y acercamiento. Para el delicuente: fuente de moral, perdón y guía. Para el niño: enseñanzas, respuestas e incorporación social. Para todos y en buenos tiempos u ocasiones importantes: celebraciones, fiestas, punto de referencia o sentido de pertenecer, bautizos, matrimonios, entierros, etc. Para el viejo: compartir su experiencia y sabiduría, facilitar la aceptación y resignación del Momento Cumbre que hace que cada segundo de la vida valga la pena.

KALIFA