LOS GUATEMALTECOS SON CORRUPTOS

Corrupción afecta recaudación fiscal

El tema del aumento de impuestos en Guatemala siempre ha tenido un valladar: la corrupción. Este lamentable fenómeno, que se manifiesta en casi todos los factores de la vida nacional, tiene consecuencias igualmente devastadoras porque se convierte en un motivo para mantener al país entre los tercermundistas, al impedir que el Estado obtenga los recursos suficientes para poder cumplir hasta con las elementales obligaciones de proveer servicios de salud y educación.

La corrupción provoca una disminución del dinero recaudado. Si a ello se agrega la práctica de malgastar el dinero del erario o de robarlo directa o indirectamente, el Estado aumenta su ineficiencia, lo que a la vez se traduce en imposibilidad de lograr el desarrollo del país. 

Por otro lado, el aumento de impuestos tiene consecuencias también negativas, porque hace que sea atractivo para los evasores de impuestos no cumplir con esa obligación ciudadana, e influye en que quienes sí lo hacen, dejen de tributar, para así afianzar el decremento de ingresos.  Conspira también contra la recaudación fiscal, que los productos manufacturados con una alta carga tributaria, pueden
dejar de ser competitivos, y esto causa la disminución de las ventas, y por ello la reducción de lo recaudado. Por eso el tema no debe ser visto de una manera simplista. La oposición a los impuestos tiene bases ideológicas, pero también válidos criterios económicos, que necesitan ser balanceados con la verdad innegable de que sin impuestos suficientes un Estado no puede funcionar y que muchos de los males del país se deben a esa carencia de dinero.

Otro de los problemas más serios en el caso de Guatemala es que la mayoría de la carga tributaria es aportada por un pequeño porcentaje de la población y de las empresas. Son numerosos los pretextos esgrimidos para no pagar impuestos suficientes y para terminar de complicar la situación, las exenciones igualmente abundan. 

Queda claro que uno de los principales elementos de la solución para aumentar la recaudación impositiva se debe iniciar con universalizar las recaudaciones respectivas. En otras palabras, aumentar la base tributaria, lo que debe ser acompañado con un efectivo sistema de castigos para quienes no cumplan.
 

Pero aunque esto se logre, si la corrupción continúa rampante, de poco servirá. En ese sentido, es urgente que el sistema judicial del país en realidad funcione, porque una de las razones del atraso nacional se debe a que este es errático, inconstante, sujeto a presiones de todo tipo, además de ineficiente y muchas veces en total desacuerdo con la realidad objetiva del país. Por eso las nuevas autoridades de la Corte Suprema de Justicia tienen la oportunidad, marcar un hasta aquí a todas esas deficiencias.

El aumento de la recaudación fiscal no se logra con la simple decisión gubernativa de aumentarlos. Requiere de una tarea conjunta de los sectores público y privado, para cumplir cada uno su parte: pagarlos, y utilizarlos bien, respectivamente. Mientras eso no ocurra, la corrupción será la razón a fondo de que la carga impositiva nacional sea una de las más bajas del mundo.

Fuente: Prensa Libre