Izquierda política
La libertad guiando al pueblo cuadro pintado por Eugène Delacroix en 1830, inspirado en la Revolución francesa. (Museo del Louvre, Paris)
El concepto de izquierda política, se refiere a un segmento del espectro político que considera prioritaria la consecución de la igualdad social por medio de los derechos colectivos (sociales), frente a intereses netamente individuales (privados) y a una visión tradicional de la sociedad, representados por la derecha política. En general, tiende a defender una sociedad laica, igualitaria y multicultural. En función del equilibrio entre todos estos factores, la izquierda política se divide en multitud de ramas ideológicas.
En Occidente y en particular en aquellos países en donde el sistema político puede considerarse una democracia liberal, normalmente tanto la izquierda como la derecha son versiones liberales y democráticas, en la medida en que no propugnan ningún tipo de totalitarismo.
Corrientes actuales
Izquierda Revolucionaria
Actualmente se denominan así, o como Extrema izquierda o Izquierda radical a las ramas de la izquierda que cuestionan la democracia liberal y el sistema capitalista. Son corrientes minoritarias dentro de la izquierda actual.
- Comunismo, marxismo-leninismo y trotskismo: Defiende la conquista del poder por el proletariado, la extinción de la propiedad privada y la desaparición de las clases sociales.
Izquierda Democrática
Es la izquierda que se enmarca dentro de los sistemas democráticos occidentales y que defiende los valores de éstos. Está desvinculada de los sistemas políticos dictatoriales y de cualquier teoría que los inspire. Actualmente son las corrientes mayoritarias dentro de la izquierda.
- Socialdemocracia: Persigue la consecución de la igualdad social dentro de una Democracia liberal. Durante los últimos años, en determinados países está relacionada con el Socioliberalismo, como en el caso del laborismo británico.
- Eurocomunismo e izquierda transformadora: Se distinguen de la socialdemocracia por ser más críticos con el capitalismo extremo y por centrarse más en las problemáticas sociales. Están relacionadas con el Ecosocialismo y defienden el Socialismo democrático como sistema político.
Anarquismo
El anarquismo propugna la desaparición de toda autoridad coercitiva y jerárquica, niega la democracia liberal y el sistema capitalista así como los estados socialistas y de bienestar, en pos de la libertad del individuo en un régimen de democracia directa y autogestión. Aunque históricamente el anarquismo está vinculado al socialismo, los anarquistas son escépticos en considerar que esto signifique que sean parte de la izquierda, dado su rechazo a los Estados y sistemas electorales.
Movimientos sociales
Movimientos sociales que se suelen vincular con la Izquierda:
- Sindicalismo: Reivindica los derechos de los trabajadores.
- Ecologismo: Propone una sociedad respetuosa con el medio ambiente.
- Pacifismo: Rechaza las guerras y cualquier tipo de violencia con fines políticos.
- Feminismo: Persigue la equiparación social entre hombres y mujeres.
- Movimiento LGTB: Busca acabar con la discriminación de los homosexuales en la sociedad.
- Movimiento antiglobalización: Denuncia las desigualdades provocadas por la llamada globalización y por las formas más extremas de neoliberalismo.
Historia y Evolución
Precedentes
La Iglesia primitiva, descrita en los Hechos de los apóstoles puede coincindir con algunos de los presupuestos de la izquierda. Ya en el Renacimiento, autores como Francis Bacon (Nueva Atlántida), Tomás Moro (Utopía) o Tommaso Campanella (La ciudad del Sol, 1623) establecieron las bases de un humanismo utópico que pasado el tiempo sería recogido por el el llamado socialismo utópico.
Desde la Revolución Francesa (1789-1867)
El término Izquierda política tiene su origen en el lugar de la Asamblea Nacional en que se sentaban, durante la Revolución Francesa los representantes jacobinos, que respaldaban medidas que favorecieran a las clases más pobres de la sociedad.
Varias fueron las transformaciones sociales que se vivieron durante finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX que facilitaron el nacimiento de la izquierda. Las más importantes fueron las siguientes:
- La Revolución Francesa y la Independencia de los Estados Unidos hicieron que valores como la igualdad y la libertad dejaran de ser solamente conceptos teóricos o filosóficos y se convirtieran en la base sobre la que se redactaron las leyes de las nuevas constituciones, alentando la reivindicación de nuevos derechos con el fin de lograr una sociedad más igualitaria.
- La burguesía sustituyó a la aristocracia como clase dominante, contribuyendo al declive del feudalismo y de las monarquías absolutas, sistemas por los que se regían los países europeos hasta entonces, y que a su vez fueron reemplazados por la instauración del capitalismo. En un primer momento, este sistema no contemplaba el derecho a la mejora de vida de artesanos, campesinos y obreros, quienes formaban la mayor parte de la población y continuaban viviendo en la pobreza.
- La Revolución industrial, originada en Gran Bretaña y que posteriormente se extendió al continente, supuso una gran evolución en la sociedad, aunque se dieron situaciones de explotación por parte de los propietarios de las fábricas hacia sus trabajadores. Éstos empleaban a hombres, mujeres o niños sin importar su edad o sus aptitudes, las jornadas laborales eran excesivas y los sueldos muy bajos. A esto hay que añadir que la emigración masiva procedente del campo llevó a la saturación de las ciudades, provocando que muchos trabajadores vivieran en malas condiciones por causa de la falta de espacio.
Esta situación dio lugar en el Reino Unido a que los trabajadores comenzaran a reivindicar la mejora de sus condiciones laborales, estructurándose mediante Trade unions, organizaciones predecesoras de los sindicatos que promovían medidas de protesta como huelgas o recogidas de firmas. También fue significativo el surgimiento del cartismo, movimiento que demandaba reformas democráticas tales como el sufragio universal o legislaciones más protectoras con la clase trabajadora.
Estos hechos marcaron el nacimiento del movimiento obrero, que se fue expandiendo por Europa hasta la creación en 1864 de la Asociación Internacional de los Trabajadores, la cual agrupaba los crecientes movimientos obreros de todos los países.
En este contexto, durante la primera mitad del siglo XIX aparecieron diversos autores, como Robert Owen, Saint-Simon o Charles Fourier, que propusieron una serie de reformas para paliar las desigualdades sociales, entre las que destacaba la organización del trabajo por medio de cooperativas o la obtención de derechos colectivos tales como seguros sociales o educación pública. No se oponían a la propiedad privada ni a la industrialización, y alegaban que la riqueza de cada persona debería ser fruto de su trabajo y no derivada de privilegios. Eran críticos con instituciones herméticas y dominantes en la época como las religiones o el patriarcado, de las que afirmaban que restaban libertad al ser humano, y también comenzaron a plantear la emancipación de la mujer. Estos pensadores fueron encuadrados posteriormente en el seno del Socialismo utópico.
Desde El Capital (1867-1989)
Karl Marx y Friedrich Engels recogieron algunas ideas del Socialismo utópico, para plantear el denominado Socialismo científico, rechazando la reconciliación de clases que propugnaban los utópicos y promoviendo la lucha de clases como medio para instaurar un nuevo sistema político en el que el proletariado conquistara el poder. Las bases de su pensamiento las expusieron en El Manifiesto Comunista en 1848 y las ampliaron notablemente en El Capital, publicado en 1867.
Las tres principales corrientes de la Izquierda
Cuando nació la Asociación Internacional de los Trabajadores en 1864, las distintas interpretaciones sobre la conquista de la igualdad social pronto dieron lugar a las tres grandes ramas de la izquierda que surgieron en la época, cuya evolución fue notablemente diferente entre sí, siendo en multitud de aspectos antagónica:
- Anarquismo: El anarquismo tomó forma oficialmente como movimiento al escindirse de la AIT por las enormes divergencias entre Marx y Bakunin, uno de sus principales impulsores[3] . Sus principios se basaban en que toda forma de autoridad o jerarquía era corrupta y opresiva en sí misma, siendo necesaria su supresión. Esto incluía instituciones como el Estado, la Iglesia o el patriarcado. Con ello buscaban crear una sociedad fundamentada en la soberanía del individuo y su interrelación fraterna con los demás. Tiene una gran influencia en el movimiento sindical por medio del anarcosindicalismo.
- Comunismo: Representaba la interpretación más ortodoxa del marxismo, propugnando la obtención de la igualdad social por medio de la revolución. Por ello en un principio se les denominó continuístas en contraposición a los socialdemócratas, calificados como reformistas. A raíz de la creación de la Internacional Comunista en 1919, esta rama siguió las directrices oficiales de la URSS, basadas en las tesis leninistas. Éstas matizaron las de Marx otorgando más importancia a la función del Estado y del Partido Comunista dentro de la sociedad.
- Socialdemocracia: Nació como rechazo a los métodos revolucionarios que planteaba el marxismo, apostando por la vía de la democracia liberal. Por esta causa, las posturas de los continuístas por un lado y los reformistas por otro, se fueron distanciando durante la segunda mitad del siglo XIX, a lo que contribuyó Eduard Bernstein, uno de los primeros y más influyentes socialdemócratas, quien afirmaba que Marx se equivocó en muchas de sus predicciones. Todo ello llevó a que las relaciones entre las dos posturas se rompieran definitivamente en 1919 tras la Revolución rusa. En los países no soviéticos, el término socialismo se fusionó con el de socialdemocracia hasta convertirse en sinónimos, contrariamente al sentido que Marx dio a esta palabra en un principio.
Marxismo y religión
Una de las bases filosóficas del marxismo era su oposición a todas las religiones, algo que se puede resumir con su famosa frase la religión es el opio del pueblo. Ésto no impidió que surgieran corrientes como el socialismo cristiano o políticos como James Connolly, partidarios de armonizar los valores cristianos con el socialismo. Dentro del anarquismo surgió un anarquismo cristiano impulsado por intelectuales como Leon Tolstoi.
El carácter ateísta de las tesis de Marx dio lugar a enfrentamientos entre sus partidarios y algunas iglesias y su clero durante el primer tercio del siglo XX. Especialmente en los estados con iglesias poderosas e influyentes en los ámbitos sociales, económicos y políticos, en los que se alineaban con los sectores más conservadores y se oponían a la separación de la Iglesia y el Estado. Éste era el caso de Rusia, donde la Iglesia era parte del estado hasta las revoluciones de 1917, o de España en los años treinta, donde, en el contexto de una Guerra Civil con miles de muertos en sus dos bandos, también se produjeron asesinatos de católicos.
La URSS y las dictaduras comunista
En 1917 tuvo lugar la Revolución Rusa como culminación de una serie de acontecimientos provocados por la oposición hacia el régimen zarista, que había gobernado el país de forma autárquica durante siglos. A ello también contribuyó el descontento por parte de todos los sectores sociales por la participación rusa en la Primera Guerra Mundial, la grave crisis económica y la hambruna que sufría gran parte de la población.
En un principio, la revolución se llevó a cabo con el respaldo de todos los sectores políticos, incluyendo liberales, mencheviques (el equivalente ruso a socialdemócratas) y bolcheviques (posteriormente comunistas), y su objetivo era instaurar una democracia liberal pluripartidista. Pero una vez derrocado el régimen zarista en febrero, el sector bolchevique encabezado por Lenin tomó el poder frente a liberales y mencheviques en octubre del mismo año y proclama un régimen socialista prometiendo paz y tierra.
Entre las primeras medidas que tomó el nuevo gobierno estaban el control de los medios de producción por parte del estado, suspender las grandes propiedades agrarias o la nacionalización de la banca. Después de una guerra civil que enfrentaría a los bolcheviques contra el resto de fuerzas políticas ayudadas por varias potencias extranjeras, en 1922 nacería la URSS.
En 1924 tras la muerte de Lenin y contrariamente a su voluntad, Stalin se hizo con el poder. Su mandato se caracterizó por un autoritarismo con pocos escrúpulos y por su persecución hacia los opositores a su política, o simplemente a quienes consideraba un estorbo para su liderazgo tanto dentro como fuera del Partido Comunista. Para ello, comenzó una serie de purgas (ver Gran Purga), eliminando o enviando a sus opositores a campos de concentración conocidos como gulags, que contaban con una elevada tasa de mortalidad. En materia económica, su planificación minuciosa para industrializar la URSS, consiguió equipararla al nivel de las potencias industriales .
Durante la Segunda Guerra Mundial, la URSS se posicionó junto a Francia y Gran Bretaña frente a las fuerzas del Eje y liberó del nazismo a los países de Europa oriental. En la Conferencia de Yalta que reunió a Roosevelt, Churchill y Stalin, las potencias vencedoras acordaron repartirse Europa creando dos bloques diferenciados: por un lado los países occidentales capitalistas y por el otro, los del el este de Europa, en los que Stalin estableció regímenes comunistas. Ésto llevó a un aumento de las tensiones entre las dos partes que se conoció como Guerra Fría y a la organización de los países de la órbita soviética mediante el COMECON y el Pacto de Varsovia.
Otras dictaduras comunistas también se extendieron por varios países asiáticos, algunos de los cuales sufrieron unas políticas represivas heredadas de la época estalinista, como en el caso de la República Popular China o Camboya.
Cuando murió Stalin, su sucesor Kruschev condenó duramente sus crímenes y su alejamiento del leninismo, acometiendo una serie de reformas conocidas como desestalinización, entre las que se encontraban la liberación y rehabilitación de las víctimas políticas de Stalin, o una moderada flexibilización de la rígida economía anterior. Estas reformas internas no impidieron la construcción del muro de Berlín, que se convertiría en el símbolo de la Europa dividida.
Represión hacia la izquierda
El régimen nazi buscaba el exterminio de todos los grupos sociales que consideraba negativos para la Gran Alemania, entre ellos cualquier oposición política y muy especialmente la de la izquierda. Desde la subida al poder de Hitler miles de presos políticos, entre ellos muchos republicanos españoles, fueron deportados a campos de concentración, donde se les identificaba con un Triángulo rojo para distinguirlos de otros reclusos. Durante la guerra, el caso más famoso fue el de la Rosa Blanca, organización formada por jóvenes estudiantes de izquierda que promovían una oposición pacífica al nazismo y cuyos integrantes fueron perseguidos y posteriormente guillotinados.
En España, después una Guerra civil muy cruenta por parte de ambos bandos, Franco estableció un régimen totalitario con el que reemplazó a la anterior II República. El franquismo institucionalizó la represión contra cualquier tipo de oposición por medio de ejecuciones, cadenas perpetuas o campos de concentración, al tiempo que miles de españoles de izquierdas se vieron obligados a exiliarse en otros países huyendo de la represión. Las condenas de muerte o cárcel por motivos políticos continuaron hasta el fin de la dictadura en 1975.
En los años 1970 en América Latina, tuvo lugar la llamada Operación Cóndor, un plan auspiciado por EEUU y su Secretario de Estado Henry Kissinger, cuyo objetivo era la coordinación entre los servicios de seguridad de las dictaduras militares que se autodenominaban como "anticomunistas" de Argentina (ver Guerra sucia en Argentina); Chile (ver Augusto Pinochet); Paraguay (ver Stroessner); Uruguay (ver Golpe de Estado del 27 de junio de 1973); Brasil y Bolivia. Esto se tradujo en una persecución sistemática hacia los simpatizantes de izquierda y los partidarios de la democracia. Durante el tiempo que dichas dictaduras se mantuvieron en el poder, utilizaron los secuestros, asesinatos y torturas a gran escala para eliminar la disidencia. Aun hoy en estos países hay miles de desaparecidos cuyos restos no han sido encontrados.
La izquierda en los sistemas democráticos
Voces críticas contra el comunismo dictatorial
Paralelamente, en las democracias occidentales la izquierda evolucionó de manera opuesta a las dictaduras comunistas. Como ya se ha visto, los partidos socialdemócratas se desmarcaron de la URSS desde su nacimiento, optando por defender las normas y los valores propios de los sistemas democráticos. También dentro de los seguidores del marxismo aparecieron numerosas voces críticas que se desvinculaban del comunismo dictatorial. La escuela de Frankfurt, fundada en 1923 y en activo en la actualidad, partía de algunas teorías marxistas, buscando adaptarlas a los nuevos cambios sociales y despojarlas de sus rasgos más autoritarios, oponiéndose a la lectura que de ellas hicieron Lenin y sus seguidores. Otros intelectuales de izquierda también desaprobaban y se oponían a las dictaduras comunistas, como es el caso de George Orwell.
Al término de la Segunda Guerra Mundial, en estos países se vivió un auge de las clases medias y mejoras significativas en las condiciones de vida. De esta forma, una vez conseguidos los derechos más básicos para la mayor parte de la población, la izquierda empezó a identificarse con la demanda de otro tipo de derechos, tanto sociales como individuales. En esta época los partidos socialdemócratas comenzaron a acceder al gobierno de los estados europeos, alternándose en el poder con los partidos conservadores con total normalidad.
Los años 60 y la Nueva izquierda
Durante los años 1960, los cambios sociales se aceleraron de forma vertiginosa, gracias en parte a los nuevos movimientos originados en la nueva izquierda, cuyos logros hicieron de esta década una etapa crucial en la evolución de la sociedad occidental.
Por una parte, en Estados Unidos, Kennedy se propuso terminar con el racismo y la discriminación legal hacia las personas de raza negra, cuya lucha estaba liderada por Martin Luther King al frente del Movimiento por los Derechos Civiles . Asimismo, la feroz guerra de Vietnam obtuvo una considerable oposición por parte de la opinión pública estadounidense, originándose protestas masivas en su contra y emergiendo así el movimiento pacifista. La ecología también se difundió a raíz de la creciente contaminación medioambiental y la masificación urbana, causadas por la industrialización a gran escala. Igualmente el feminismo se fue extendiendo de la mano de intelectuales como Simone de Beauvoir que planteaban un nuevo papel de la mujer dentro de la sociedad alejado del rol exclusivo de madre y esposa tradicional. A finales de los los 60 también vio la luz oficialmente el movimiento gay a raíz de los disturbios de Stonewall en Nueva York, provocados cuando un grupo de homosexuales se rebelaron contra la discriminación de la que eran objeto.
Estas nuevas reivindicaciones se vieron fortalecidas por el gran empuje de los movimientos juveniles, especialmente del movimiento hippie, que por primera vez planteaban una visión del mundo diferente a la de sus adultos. Los jóvenes también fueron los protagonistas de las revueltas estudiantiles de Mayo del 68 en París, en las que influidos por filósofos como Jean Paul Sartre o Herbert Marcuse, proponían una sociedad en la que tuvieran cabida estas nuevas demandas, tanto las de carácter social como las referentes a los derechos individuales.
Una de las consecuencias de Mayo del 68 fue la ruptura definitiva de los partidos comunistas europeos con las posturas oficiales de la URSS después de varios años de progresivo distanciamiento, a lo que también contribuyó la invasión soviética de Checoslovaquia después de la Primavera de Praga. Nace así el Eurocomunismo promovido por los citados partidos, con el que pretenden adaptarse a las nuevas demandas sociales y asumir como marco incuestionable la democracia liberal y su carácter plural, alejándose para ello de los postulados teóricos y ortodoxos anteriores. Una parte minoritaria de la izquierda vio en esta evolución una traición a la izquierda original y comenzaron a fundar otras organizaciones notablemente más radicalizadas, muchas de las cuales fueron ilegalizadas por defender métodos revolucionarios.
Posicionamiento actual (1989-2007)
Tras la caída del Muro de Berlín (1989) y del bloque soviético, los movimientos de carácter marxista pierden mucha fuerza. Dando lugar a que los planteamientos de la nueva izquierda desarrollados en los países occidentales durante los años anteriores, se consoliden como la opción mayoritaria de izquierda en casi todo el mundo.
Éstos son los principales rasgos comunes de la izquierda actual:
Economía
La mayoría de los partidos políticos de izquierda no se oponen ya al sistema capitalista, siendo partidarios de integrar en éste políticas que fomenten el estado del bienestar, donde el Estado garantice el acceso por parte de todos los ciudadanos a derechos básicos como la sanidad, la educación, la prestación por desempleo o las pensiones de jubilación, entre otros.
En los últimos años, han surgido algunos movimientos de izquierda como el movimiento antiglobalización, en el que se pueden encontrar tanto sectores que aceptan un "capitalismo con rostro humano", como sectores anticapitalistas, pero aceptando ambos vías democráticas no autoritarias. Proponen también un modelo que supere la democracia representativa e incorpore elementos de democracia participativa y directa.
Sociedad
Muchos de los valores de la izquierda actual se aproximan a los de la utopía cristiana, incidiendo en la solidaridad con los más desfavorecidos dentro de la sociedad: sectores populares, trabajadores, inmigrantes, minusválidos, ancianos, etc. También promueve la equiparación o incluso la discriminación positiva a favor de la mujer; la reinserción y rehabilitación de los delincuentes; y la defensa de los derechos de las minorías. La izquierda suele considerar el mestizaje y la emigración como positivos, respetando otras culturas y tradiciones diferentes, en tanto éstas sean compatibles con los principios democráticos y los Derechos Humanos. Esta nueva izquierda también es crítica con la pena de muerte.
Apuesta también por el ecologismo y la supresión de la energía nuclear, promoviendo otro tipo de energías alternativas más respetuosas con el medio ambiente. Algunos de los antiguos partidos comunistas se han asociado con movimientos ecologistas, es el caso de la española Izquierda Unida.
Algunas posturas minoritarias de izquierda tienden a defender la despenalización o la legalización de las drogas blandas como la marihuana y el hachís, o en otras ocasiones de todas ellas, argumentando que al estar reguladas como ocurre con otras drogas legales, se acabaría con las mafias y con las muertes por su mala calidad. En países como Holanda es legal la venta de drogas y en la mayoría de países occidentales, entre ellos España, su consumo está despenalizado desde hace muchos años.
Sexualidad y familia
La izquierda suele enfocar la sexualidad de forma abierta y respetuosa, considerándola como una más de las libertades individuales de cada persona; aunque actualmente esta visión no es exclusiva de la izquierda, ya que la actitud hacia la sexualidad ha cambiado significativamente en muchos sectores de la sociedad.
Ésto se traduce en su apoyo al uso de métodos anticonceptivos, tanto como medio de planificación familiar como para evitar el contagio y la propagación de enfermedades de transmisión sexual, especialmente del SIDA. También apoya la reivindicación de los derechos de los homosexuales, incluyendo el matrimonio. Asimismo, respalda la unión libre entre dos personas como forma de convivencia alternativa a la institución matrimonial.
Hay corrientes dentro de la izquierda que consideran que la prostitución debe ser regulada para proteger y ampliar los derechos de las personas que la ejercen, mientras otras la ven como una forma de explotación sexual que debe ser abolida.
El aborto también es contemplado por la izquierda desde varias posturas, que van desde la que sostiene que debería ser libre, hasta la de quienes defienden que sólo debería estar permitido cuando haya riesgos graves para la salud de la madre o del feto.
En general, los movimientos de izquierda también aprueban prácticas científicas como la reproducción asistida o la más controvertida investigación con células madre.
Religión
La izquierda política actual apoya la necesidad de un Estado laico y aconfesional, cuya base es la separación de poderes entre la Iglesia y el Estado, permaneciendo al margen de las legítimas creencias religiosas de cada persona. El objeto es crear una sociedad plural y respetuosa, en la que tanto los seguidores de cualquier religión como los no creyentes puedan estar integrados en ella. En países como Francia, el carácter laico del Estado es apoyado por la mayoría de partidos políticos, incluidos los liberales, pertenecientes a la derecha.
Dentro de la izquierda también hay numerosos cristianos, no en vano como se ha dicho anteriormente, la izquierda recogió desde sus inicios algunos valores del cristianismo. Durante los años 60, dentro de la Iglesia católica latinoamericana, surgió una corriente teológica llamada Teología de la liberación que aunó en su doctrina elementos cristianos y de izquierda, ahondando en el compromiso social presente en el papado de Juan XXIII y en el Concilio Vaticano II.
Política internacional
La izquierda mayoritaria en los países occidentales se suele identificar con el pacifismo, rechazando las guerras y las intervenciones militares. Respalda la legitimidad de las Naciones Unidas y el respeto a los Derechos Humanos. Asimismo, promueve la cooperación con países del Tercer Mundo para ayudar a mejorar su situación.
Todas estas posturas dan lugar a que la izquierda, incluyendo buena parte de la estadounidense, suela tener una actitud crítica hacia algunas actuaciones de Estados Unidos en materia de política exterior y hacia la actuación de Israel en Palestina. Por ello, los más críticos con la izquierda, como Oriana Fallaci, llegan al extremo de calificar a la izquierda de antioccidental.
Personajes importantes de la Izquierda política
- Denis Diderot Filósofo francés. Personaje de la Ilustración y editor de la primera Enciclopedia.
- Jean Jacques Rousseau Filósofo franco-suizo. Personaje de la Ilustración y el Romanticismo. Creador del "Emilio" y "El Contrato Social".
- Voltaire Filósofo y Escritor francés. Personaje de la Ilustración, enfatizó el poder de la razón humana, de la ciencia y el respeto hacia la humanidad.
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