PROMO66 LICEO GUATEMALA

miércoles, junio 28, 2006

Guatemala es el quinto país más violento de Latinoamérica

elPeriódico
Luis Ángel Sas
Guatemala, martes 27 de junio de 2006

Un estudio realizado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Latinoamérica, señala que Guatemala ocupa el quinto lugar de los países más violentos del área. Solo se encuentran en peor situación Honduras, Colombia, El Salvador y Venezuela. Esto contrasta con el puesto que tiene Costa Rica: el cuarto país menos

violento, mientras que Nicaragua ocupa la séptima posición.

A nivel centroamericano, Guatemala ocupa el tercer lugar con 44 personas asesinadas por cada 100 mil habitantes. Pero, ¿por qué las diferencias con Costa Rica? (7 muertos por cada 100 mil habitantes) y Nicaragua (12 por cada 100 mil habitantes).

En opinión de varios analistas de seguridad, las razones son varias: mayor efectividad de las Policías, menor cultura de violencia, diferencias políticas, ausencia de pandillas y hasta la ubicación geográfica.

Según Carmen Rosa de León, del Instituto de Enseñanza para el Desarrollo (Iepades), el problema de la violencia en el país ocurre por la poca efectividad del sistema de justicia en general. Pero se hace más evidente en la Policía Nacional Civil (PNC), puesto que no se ven resultados en materia de investigación.

Esto, agrega, no ocurre en Costa Rica, donde existe un significativo número de policías que solo se dedica a investigar y está desligado de quienes prestan seguridad pública, y eso es la razón de su éxito.

El viceministro de Seguridad Pública de Costa Rica, Gerardo Lazcaresca –quien fue policía durante 30 años–, dice que parte de la eficacia de la Policía costarricense se debe a que buscan la profesionalización de los agentes y darle el apoyo necesario de las fuerzas de seguridad. “Para que puedan ingresar se les hacen diferentes pruebas y exámenes psicométricos. Además, tratamos de que no haya nada de tipo militar, se trata que sea civilista (sic)”. Añadió que la mayoría de mandos medios
han obtenido el título de Licenciatura en Criminología y otros en Derecho.

El analista guatemalteco Luis Ramírez indicó que para que la Policía del país tenga éxito debe invertirse dinero, tiempo, y voluntad política. “Habría que diseñar una Policía profesional que se especialice en prevención del delito, reacción e investigación. En Guatemala no existe eso y por eso los niveles de seguridad no aumentan”.

Añadió que cree que en Guatemala deberían haber por lo menos 3 mil agentes solo para hacer investigación –en la actualidad no superan los 500, mientras en Costa Rica hay 1,000, pero con menos de la mitad de habitantes–.

La geografía tampoco ayuda

El director de la Policía Nacional Civil (PNC), Erwin Sperisen, dijo que no es correcto tratar de hacer una comparación, ya que en lugares como Costa Rica, los gobiernos les han dado seguimiento a los programas de seguridad, algo que aquí no pasa. “Son realidades distintas. Además, Guatemala es un puente del narcotráfico, inmigrantes y bandas del crimen organizado”.

El viceministro de Gober-nación, Julio Godoy, dijo que la cultura de violencia está enraizada en la sociedad guatemalteca donde la guerra interna duró 36 años, mientras que en Costa Rica no hubo tal. “Somos un país ideal para las actividades ilegales como el narcotráfico. También, somos la segunda frontera después de México hacia Estados Unidos”, mencionó.

Un estudio del PNUD demuestra que Costa Rica y Nicaragua se encuentran entre los diez países menos violentos de América Latina. En Guatemala mueren 44 personas por cada 100 mil habitantes.

¿Y qué hay de las maras?

El subdirector de investigación de la PNC, Javier Figueroa, indica que la presencia de las pandillas ha sido determinante para que las estadísticas de violencia aumentaran en los últimos años. “Ellos extorsionan, roban y matan. Y eso ya es terrorismo urbano, por lo que debería tratársele como tal. Un 60 por ciento de las muertes está ligada a estos grupos”.

Sin embargo, Carmen Aída Ibarra, integrante de la Fundación Myrna Mack, declaró que decir que la mayoría de problemas provienen de las pandillas es una excusa. “Los gobiernos dejaron crecer el fenómeno de las pandillas juveniles y creo que decir que ellos tienen la culpa es una explicación simplista”.

Gerardo Lazcaresca, viceministro de Seguridad de Costa Rica, afirmó que ellos están atentos al surgimiento de las pandillas juveniles, puesto que tienen información que podrían llegar a su país.

Personas asesinadas en Centroamérica durante 2005

Guatemala: 5,338
El Salvador: 2,031
Honduras: 3,000
Nicaragua: 669
Costa Rica: 164

martes, junio 27, 2006

HISTORIA DE AMERICA CENTRAL

(Wikipedia)


Antes del Contacto con España (1492)

En la época precolombina, la mayoría del territorio de Centroamérica era parte de la civilización mesoamericana. Las sociedades nativas de la zona ocuparon la tierra entre el centro de México en el norte hasta Costa Rica en el sur. Las culturas precolombinas de Panamá comerciaron con ambas zonas, Mesoamérica y Sudamérica, y puede ser considerada transicional entre estas dos áreas culturales.

Conquista y dominio español

Después de la conquista española en el Siglo XVI, la mayoría de los habitantes de América Central compartían una misma historia. La excepción la tenían dos naciones en los extremos norte y sur de la zona, a saber: Belice, que fue la colonia británica de Honduras Británica hasta 1973 y Panamá, que era parte de la colonia española Nueva Granada, y después parte de Colombia hasta 1903.

Desde el Siglo XVI hasta principios del Siglo XIX, Centroamérica formo la Capitanía General de Guatemala algunas veces conocido como Reino de Guatemala, compuesto por los estados de Chiapas, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, y Costa Rica. Oficialmente, la Capitanía era parte del Virreinato de Nueva España, y por lo tanto, bajo el control del virrey español en Ciudad de México. Sin embargo, este no fue administrado por el virrey sino por un Capitán General independiente, el cual primero tenía sus instalaciones en Antigua y después en Ciudad de Guatemala.

Independencia

En 1821, Centroamérica declaró su independencia de España, efectiva el 15 de septiembre de ese año. La fecha es todavía considerada como día de la independencia por todas las naciones centroamericanas. El Capitán General español, Gabino Gainza simpatizo con los rebeldes, por lo que se decidió que el estaría como líder interino hasta que un nuevo gobierno fuere formado. La independencia tuvo una corta vida, puesto que a los líderes conservadores de Guatemala les agrado la idea de anexarse al Imperio Mexicano de Agustín de Iturbide el 5 de enero de 1822. Los liberales centroamericanos objetaron este proceder, pero una armada de México bajo el mando del General Vicente Filisola ocupo Ciudad de Guatemala y calmo los ánimos (quelled dissent).

Cuando México llegó a ser una república el año siguiente, se acogió el derecho de que la zona llamada Centroamérica determinara su propio destino. El 1 de julio de 1823, el congreso de América Central declaró la independencia absoluta de España, de México, y de cualquier otra nación extranjera y un sistema de gobierno republicano fue establecido.

Provincias Unidas de América Central

En el año 1823 se formo la nación de Centroamérica. Su intención inicial era ser una república federal, bajo el mismo modelo que tiene Estados Unidos. Oficialmente, se conoció como Provincias Unidas de América Central y hoy en día, en inglés todavía se conoce como Los Estados Unidos de Centroamérica. La nación centroamericana comprendía los estados de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica. En el año 1830 un estado más fue añadido, Los Altos, cuya capital era Quetzaltenango, ocupaba parte de lo que hoy son las tierras occidentales de Guatemala y de Chiapas hoy parte de México. Pero este estado se reincorporo a Guatemala y México respectivamente en 1840.

Los liberales centroamericanos tenían grandes esperanzas en la República Federal, la cual ellos creían que iba a evolucionar en una moderna y democrática nación, enriquecida por el comercio a través de la zona, entre los océanos Atlántico y Pacífico. Estas aspiraciones eran reflejadas en los emblemas de la república federal: La bandera mostraba una banda blanca entre dos bandas azules, representando la tierra entre los dos océanos. El escudo mostraba cinco montañas, una para cada estado, entre dos océanos, sobre un gorro frigio el emblema de la Revolución Francesa.

La Unión se disolvió en una guerra civil entre 1838 y 1840. Su desintegración comenzó cuando Honduras se separo de dicha Federación el 5 de noviembre de 1838.

Varios intentos fueron hechos para reunir las naciones centroamericanas durante el siglo XIX, pero ninguno tuvo éxito. El primero sucedió en 1842, cuando el ex-presidente Francisco Morazán quiso conquistar las provincias. Rápidamente fue capturado y ejecutado. El fallido intento animo a restaurar la unión como la Confederación de Centroamérica e incluía a El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua. Este intento duró hasta 1844. Un segundo intento se llevó a cabo en 1852, en los meses de octubre y noviembre de ese año, cuando El Salvador, Honduras y Nicaragua crearon la Federación de Centroamérica. El presidente de Guatemala, Justo Rufino Barrios intentó unir la nación bajo el uso de las armas, pero murió en el intento combatiendo las fuerzas salvadoreñas. Un tercer intento de Honduras, Nicaragua, y El Salvador fue cuando intentaron crear la Gran República de Centroamérica o República Mayor de Centroamérica la cual duró entre 1896 y 1898. El último ocurrió entre junio de 1921 y enero de 1922 cuando El Salvador, Guatemala y Honduras formaron una segunda Federación Centroamericana. Esta segunda Federación no tuvo el apoyo debido desde el principio, teniendo solo un Concilio Federal Provisional hecho de delegados de cada estado.

Siglo XX

A pesar del fallido último intento de unión, el sentido de haber compartido historia y la esperanza de una eventual reunificación persisten en las naciones que fueron parte de la unión. En los años 1856 y 1857 la región exitosamente estableció una coalición militar para repeler una invasión de un aventurero estadounidense llamado William Walker. Hoy, todas las cinco naciones tienen en sus banderas los antiguos motivos de la Federación, que consistía en las dos bandas exteriores azules, alrededor de una banda blanca interna. Sin embargo, Costa Rica tradicionalmente es la menos comprometida con la idea de una integración regional, por lo que modifico significativamente su bandera en 1848, oscureciendo el azul, y añadiendo una banda de doble tamaño con relación a las otras en color rojo, como un homenaje a la bandera de Francia.

En 1907 fue creada una Corte de Justicia Centroamericana. En 1960, Guatemala, El Salvador, Honduras, y Nicaragua establecieron el Mercado Común Centroamericano, con la esperanza de que una unificación política pudiese ser el siguiente paso, pero pocos progresos han sido hechos en esa dirección.

Actualmente, desde 1991, un Parlamento centroamericano ha estado operando, únicamente como un ente consejero. Costa Rica repetidamente ha rechazado invitaciones a unirse a este parlamento, que tiene como sus miembros, diputados de los otros cuatro miembros de la antigua unión, junto con miembros de Panamá y de República Dominicana.

CENTROAMERICA

El Aguila Newspaper
Publicado el 09-06-2005

Presente y futuro de Centroamérica

Este próximo 15 de septiembre las repúblicas centroamericanas estarán celebrando un aniversario más de su independencia y el balance de su historia compartida de 184 años nos muestra un cuadro desalentador, marcado por la pobreza persistente, la inestabilidad política y la injusticia social.

La paradoja está en que estas naciones que disfrutan de una ubicación geográfica envidiable: un istmo largo que forma un puente entre Norte y Suramérica en un área de cerca de 523.000 kilómetros cuadrados, y poseen una extraordinaria riqueza natural, aun no han podido encontrar la fórmula para salir del atraso en que se encuentran prácticamente desde el momento de su independencia.

Y es que tras haberse firmado la Declaración de Independencia el 15 de septiembre de 1821, las repúblicas centroamericanas fueron anexadas al efímero Imperio Mexicano de Agustín de Iturbide, que una vez colapsado en 1823 dio paso a la etapa federal, cuando la mente visionaria de Francisco Morazán persiguió el sueño de una Centroamérica unida. En 1824 se integró las Provincias Unidas de América Central que se llamaría más tarde la República Federal de Centroamérica. Luego llega a la presidencia Morazán, en 1830, y se empeña en impulsar la reforma política y promover la educación para todos, sin embargo, las envidias y los intereses económicos de la oligarquía criolla le harán oposición hasta que en 1838 se disuelva la Federación para dar paso a los estados soberanos.

A partir de allí vendrán guerras civiles y disputas intestinas, lallegada del capital extranjero, principalmente de los Estados Unidos, hasta dar forma a la economía del enclave, que dará origen también a la denominación de “repúblicas bananeras”. Tiempo después Centroamérica se debatirá en nuevas luchas, esta vez reeditando el esquema de la guerra fría. Incluso Nicaragua verá surgir y triunfar a la revolución sandinista, que luego será asfixiada por sus dilemas internos y el “bloqueo” impuesto por la administración Reagan. Luego vendrá el tiempo de la apertura política y el llamado retorno a la democracia, no obstante, tras varias décadas de gobiernos electos en las urnas la realidad de las repúblicas centroamericanas continúa signada por el fantasma omnipresente de la corrupción, el gran mal de nuestros pueblos. Y es que aparte de nuestra historia común el signo de los gobiernos centroamericanos ha estado marcado por la corrupción; de hecho, en estos últimos años se ha visto como se han llevado a los tribunales, y hasta a la cárcel, a ex presidentes de Guatemala, Nicaragua y Costa Rica, acusados por enriquecimiento ilícito, y esto parece ser sólo la punta del iceberg.

La paradoja está en que esta América Central, “américa angostura” como la llamara Pablo Neruda, es una región feraz que debiera estar en un estado superior de crecimiento social, económico y humano en razón de su arsenal de recursos: playas en ambos océanos, ríos que parecen destinados a impulsar el desarrollo hidroeléctrico, depósitos significativos de oro, plata, cinc y cobre, Nicaragua tiene depósitos de gas natural frente a las costas del Pacífico y Guatemala tiene reservas sustanciales de petróleo, a lo que se suma un excepcional potencial turístico, con una oferta que abarca islas paradisíacas, monumentos coloniales y restos arqueológicos de la principal cultura mesoamericana: los mayas.

Y esto sin querer dejar por fuera la principal riqueza: su gente, excelso crisol donde se funden los orgullosos descendientes de los grupos étnicos que habitaban el istmo, que se mezclaron a sangre y fuego con los invasores españoles y dieron vida al mestizo, a quienes se agregan miskitos y sumos de la costa atlántica y el empuje cultural de los garínagu, los negros caribe llegados desde San Vicente para consolidar con su aporte a este caleidoscopio de colores y tradiciones diversas.

Este rasgo heterogéneo también marca el difícil proceso de construcción de las identidades nacionales que ha enfrentado Centroamérica en razón de sus diversos componentes étnicos, así en Guatemala el elemento indígena es mayoritario, mientras que en Honduras, El Salvador y Nicaragua es el mestizo, en tanto que Costa Rica mantiene una base sustancial de descendientes de inmigrantes europeos. Por lo tanto, es la diversidad y el respeto al “otro” los que debieran marcar la pauta para entender el complejo entramado de la interacción social centroamericana. Esta diversidad debiera ser la piedra angular para construir el futuro de Centroamérica; comprender, por fin, que nuestra identidad es compleja y a veces hasta contradictoria, pero en ella está la base para fundar una independencia verdadera que nos lleve en este nuevo siglo a alcanzar el desarrollo social tan anhelado.

BOLETIN DE PRENSA

PAO Guatemala - Boletín de Prensa

EL LIBRE COMERCIO Y EL FUTURO DE GUATEMALA:
CONSTRUYENDO UNA MAYOR PROSPERIDAD
Embajadora Prudence Bushnell
Cámara de Comercio Guatemalteco-Americana
29 de abril del 2002

Es un placer regresar a la compañía de los socios de AmCham, y les agradezco haberme invitado. Estoy aquí para felicitar a los ganadores del primer "Gold Standard Award". Todos estamos muy orgullosos de ustedes. Sus contribuciones al desarrollo económico de su país son significativas y merecen reconocimiento, porque sin la información que proporcionan sobre temas tan diversos como el sistema bancario y la cuenta mensual de la energía eléctrica, los guatemaltecos no contarían con los medios necesarios para tomar decisiones y decidir opciones para su bienestar. Los aplaudo a todos ustedes por sus esfuerzos para servir al público.

Desde que llegué a Guatemala hace casi tres años y me quedé maravillada por la belleza de este país, me he convencido que no existe razón para que Guatemala tenga que ser pobre. Al contrario, este país tiene ventajas formidables-gente muy trabajadora, una tierra fértil, y una posición geográfica bendecida con excelente acceso a rutas de transporte y a grandes mercados. ¿Entonces, qué se necesita para transformar estas ventajas a una mayor prosperidad para todo el pueblo de Guatemala?

Le hice esta pregunta a un grupo de guatemaltecos, cuyos conocimientos sobre negocios, economía y desarrollo particularmente respeto. Específicamente, les pregunté como sería este país en diez años si los guatemaltecos tomaran la decisión e hicieran el esfuerzo de prosperar. También quería saber que decisiones en particular se tendrían que tomar ahora para impulsar al país a la prosperidad. Déjenme contarles lo que me dijeron.

Primero, uno establecería metas y prioridades. Uno no puede hacer todo lo que quisiera, me dijeron, pero si puede identificar áreas en las cuales el cambio hará la diferencia en la vida de las personas. Esas áreas tienen que ver con las necesidades del pueblo. El futuro de Guatemala depende de su pueblo; su capital humano es probablemente el mayor recurso potencial aquí. Pero, mientras una gran cantidad de guatemaltecos permanezcan con deficiencias en la educación y la salud, no pueden contribuir a la prosperidad. Los expertos que estaban en mi mesa fueron firmes en esta conclusión: para desarrollar, para ser competitivo, y para prosperar, Guatemala tiene que proporcionarle servicios básicos de educación y salud a todos los guatemaltecos.

Construir los cimientos de una fuerza laboral sana y educada sería una prioridad si esta sociedad decide caminar hacia adelante. Crear más y mejores trabajos sería otra. La única manera de lograrlo, dijeron mis interlocutores, es convenciendo a los inversionistas para que inicien nuevos negocios y/o amplíen los existentes y los hagan más competitivos. Con lo anterior, la conversación giró hacia cómo lograr que los inversionistas inviertan su dinero en Guatemala. Inversionistas norteamericanos, inversionistas guatemaltecos, inversionistas de Latvia. Cualquier inversionista.

Cada camino que tomamos nos llevó a una respuesta: aprovechar los prospectos de un acuerdo de libre comercio entre Centro América y los Estados Unidos. Yo no hubiera anticipado que una conversación sobre el potencial económico a largo plazo para Guatemala abarcaría la inmediata oportunidad de un acuerdo de libre comercio, pero lo debería de haber hecho. No existe nada en el futuro cercano de Guatemala que tenga mayores posibilidades para un cambio positivo que este acuerdo. Esa es la razón, dicen los expertos, por la cual es crucial comprender lo que involucra un acuerdo de libre comercio entre los países centroamericanos y los Estados Unidos. Por esa razón me gustaría hablar sobre esto ahora.

El área de libre comercio con Centro América involucra mucho más que simplemente facilitar la compra y venta de productos. Es una obligación a las reglas para la inversión y la buena administración. Si se tratara únicamente de comercio, sería difícil justificar la necesidad de un nuevo acuerdo. Los programas y las concesiones, tales como los de la Iniciativa de la Cuenca del Caribe y del Sistema General de Preferencias, permiten que la mayoría de productos guatemaltecos ingresen a los Estados Unidos libremente o con tarifas muy bajas. Observen los vehículos que los guatemaltecos manejan, los artículos que compran en los supermercados o las películas que ven, y saben que Guatemala ya acepta gustosamente los productos y servicios que proporcionan las compañías estadounidenses. Lo impuestos aduanales ya son bajos. ¿Entonces, qué queda por negociar?

El acuerdo de libre comercio que buscamos es una declaración de las reglas que se tienen que establecer para que los empresarios de nuestros países puedan trabajar entre sí mismos - reglas claras, predecibles, y con el respaldo de la ley internacional; reglas que no se pueden cambiar de la noche a la mañana con un decreto gubernamental o por un antojo del Congreso; reglas que se pueden aplicar sin tener que pasar años litigando en sistemas judiciales abrumados de trabajo o que no son confiables; reglas en las cuales los empresarios puedan confiar cuando se comprometan a una inversión a largo plazo o a un contrato; reglas que un inversionista quiere ver antes de decidir si construye una fábrica que le tomará años de traabajar exitosamente antes de ser rentable.

Piensen en un inversionista hipotético, en una compañía que puede establecer un nuevo negocio, crear buenas fuentes de trabajo, y traerle riqueza a Guatemala. Nuestro inversionista hipotético podría ir a los Estados Unidos, Irlanda o Singapur y encontrar diferentes combinaciones de mano de obra altamente calificada, excelente transporte y servicios bancarios, trato eficiente de autoridades honradas de aduana y del fisco, y garantías de un trato justo en los tribunales si surgen desacuerdos. Este inversionista pondrá en la balanza las ventajas de las condiciones comerciales y judiciales en cada uno de estos países, comparándolo con los costos más altos relacionados con la calidad y la seguridad. El inversionista analizará estas ventajas y desventajas con sus necesidades particulares.

Nuestro inversionista hipotético también podría venir a uno de los países centroamericanos. Investigaría la calidad de los servicios de transporte y bancarios, la eficiencia para tramitar su mercadería por la aduana y las funciones y las operaciones de las autoridades fiscales. El inversionista le preguntaría a las compañías que tienen conocimiento de Centro América sobre asuntos de seguridad así como sus experiencias para solucionar conflictos comerciales en los juzgados. El inversionista entonces comparará las ventajas de esta región que cuenta con mano de obra más barata y está cerca de los Estados Unidos con los problemas del área que surgieron del análisis. ¿Si usted fuera ese inversionista, cuáles serían sus conclusiones?

Un tratado de libre comercio enfocará algunas de las áreas problemáticas que inhiben la inversión en Guatemala y Centro América, al negociar y establecer reglas específicas y procedimientos para aplicarlos, los cuales se explican detalladamente en los "capítulos".

Uno de los capítulos trata sobre el comercio de bienes y establece claramente qué bienes están cubiertos. Establece "reglas de origen" para que no haya ningún error sobre lo que cubre, y describe como resolver desacuerdos. Los acuerdos amparados por este capítulo eliminan el poder de decisión de los funcionarios para permitirle a los empresarios planificar sus negocios enmarcados dentro de un esquema claro y confiable. También incluirá secciones sobre el traslado de la mercadería por los puertos y aduanas, y la seguridad de que a todos se les aplicará un trato justo y equitativo.

Otro capítulo tratará sobre "servicios". Los Estados Unidos es el líder mundial en servcios y tenemos un marcado interés en este capítulo. Por ejemplo, creemos que los comerciantes guatemaltecos podrían tener más acceso a los bancos a nivel mundial y a otros servicios financieros. Esto es algo que nuestras compañías podrían proporcionar y también es posible que sea un tema de negociación.

Otros capítulos tratan sobre las reglas que rigen temas tales como las compras de parte del gobierno, asegurándose que todos los licitadores calificados tengan acceso a los contratos del gobierno y que las licitaciones se otorguen basadas en el precio y la calidad. Los sistemas en las aduanas, poderosas armas contra la corrupción, se incluirán y le enviarán un importante mensaje a los inversionistas. Los inversionistas honorables no vienen a países donde la corrupción es parte de la cultura comercial; se van a otros lugares.

También existen reglas para asegurar las medidas que protejan la salud pública, tales como la inspección de comestibles frescos o requisitos para clasificar, se le apliquen equitativamente a todas las compañías; que los nombres de marcas y otros derechos intelectuales se respeten; y que no existan barreras arbitrarias que le impidan competir a nuevas empresas.

El trabajo y el medio ambiente son otros dos aspectos de un acuerdo de libre comercio. Lo que buscamos en esas áreas no va más allá de los requisitos que ya existen en las convenciones internacionales y en las leyes locales de la mayoría de los países. Los inversionistas respetables, por ejemplo en las áreas de la confección del vestuario, ya están exigiendo que se cumplan con estas condiciones, porque de lo contrario sus clientes no les comprarán. Es una gran ventaja ser conocido como un país respetuoso de las normas internacionales de trabajo y del medio ambiente porque los inversionistas honorables no se quieren desprestigiar trabajando en una nación que tiene una historia de falta de respeto de los derechos laborales e intereses del medio ambiente. Los inversionistas a quienes no les importa podrían ser inversionistas que ustedes no quieren tener.

Tan importante como las reglas plasmadas en un acuerdo de libre comercio es la aplicación de los procedimientos legales. Esos procedimientos todavía están por negociarse, pero es seguro que incluirán medidas más rápidas y probablemente con más credibilidad que acudir al Juzgado de Primera Instancia más cercano. Una vez se establezcan por medio de un acuerdo, le brindarán a los gobiernos una postura legal clara para defender los intereses de sus empresarios. Los mecanismos para solucionar conflictos raramente o nunca se invocarían, pero se pueden imaginar la enorme confianza que un procedimiento fiable le otorga a un inversionista estadounidense que está pensando abrir una nueva fábrica en Guatemala. Cuando las reglas son claras y hay certeza que se harán valer, Guatemala podría aparecer a inversionistas más como Irlanda o Singapur.

Sin embargo, a pesar de todas sus ventajas, un acuerdo de libre comercio no es una solución mágica o instantánea para los problemas económicos. En realidad, se tendrán que superar obstáculos antes que el acuerdo entre en vigor. A NAFTA, por ejemplo, en la actualidad se refieren a ella como una historia de éxito y un modelo para la región, pero empezó con un período difícil de transición, lleno de resistencia y de malos entendidos. El cambio es duro, y la resistencia es inevitable. El debate puede ser saludable, sin embargo, media vez se enfoca en los temas correctos - no cuestionar si el libre comercio es algo bueno, pero cómo hacer para que el libre comercio responda a las necesidades de Guatemala y que trabaje en beneficio del pueblo. Al revisar el debate que se llevó a cabo en México sobre NAFTA, los países centroamericanos pueden prepararse para las preguntas que surgirán alrededor del acuerdo de libre comercio.

Un aspecto de un acuerdo de libre comercio que no está sujeto a debate es la probabilidad que logre lo que en 180 años no se pudo hacer: unir Centro América. Mis colegas del Gobierno de los Estados Unidos han estado súmamente impresionados por la unidad que ya demostraron los gobiernos centroamericanos preparándose para las negociaciones comerciales. Las cinco naciones han trabajado con una sola propuesta conjunta y han acelerado sus propias discusiones para armonizar políticas de aduanas y tarifas. Los centroamericanos están unificando sus políticas y, al mismo tiempo, están unificando su mercado en beneficio de sus propios negocios e inversionistas. Centro América es el hogar para una población jóven de más de 30 millones de personas, más que Canadá, nuestro socio comercial más grande. Solo ese hecho en un poderoso incentivo.

Resumiendo, el acuerdo de libre comercio establecerá un conjunto de reglas en comun para los negocios; un mercado abierto para herramientas comerciales esenciales tales como servicios financieros; controles de corrupción en la contratación de parte del gobierno y en las aduanas; y mecanismos efectivos para hacer valer los contratos. Sumado a los esfuerzos para educar y asegurarle una buena salud a sus ciudadanos, Guatemala y otros países de Centro América podrían tener grandes oportunidades en el futuro.

Mi conversación con los expertos en economía y negocios concluyó con la sugerencia de que la Embajada se concentre para ayudar a que los guatemaltecos comprendan qué implica un acuerdo de libre comercio y lo que se puede lograr para fortalezer el potencial económico de la región. Espero poder incluirlos a ustedes y a los ganadores del Gold Standard Award en este esfuerzo. De acuerdo con su mejor gente pensante, la economía de Guatemala puede crecer, su pueblo puede estar mejor, y su futuro puede ser mucho más esperanzador. Este país no está condenado a la pobreza y la oportunidad para cambiar está ante ustedes ahora. No será fácil, pero será posible si el sector privado, la sociedad civil y el gobierno se unen para lograrlo. Mi deseo ferviente es que ustedes decidan hacerlo y les deseo todo el éxito en su esfuerzo. Muchas gracias.---

GUATEahMALA

Mario Roberto Morales
La Insignia. Guatemala, 15 de febrero del 2006.


Al inicio del gobierno oligárquico de Berger, comenté una noticia aparecida en los diarios en la que se informaba de que el presidente contrataría los servicios de un diseñador canadiense para que creara el ideal de país con el que los guatemaltecos habrían de soñar en diez años. Aunque los medios no volvieron a mencionar el asunto, ese diseñador se llama Bruce Mau y su negocio gira en torno al ideario de lo que él llama "Massive Change", "un proyecto que investiga la capacidad, el poder y lo promisorio del diseño", puesto que "tenemos una capacidad sin precedentes para planificar y producir resultados deseados por medio del diseño de calidad", cuyo uso "minimiza consecuencias no previstas y maximiza resultados positivos" (traducción mía).

El sitio de internet de Bruce Mau muestra algunos de los proyectos realizados según los principios de "Massive Change". Uno de ellos se llama "GuateÁmala, Fundación Proyecto de Vida, del 2004 al presente" (brucemaudesign.com/guate1.html), y se presenta así:

"En el 2004, la Fundación Proyecto de Vida, formada por líderes guatemaltecos diversos, se acercó a 'Bruce Mau Design' a fin de producir una visión de futuro para Guatemala, que fuera capaz de concitar acciones y crear un movimiento positivo que llevara al país hacia adelante." "Nuestra meta conjunta es conectar las ambiciones y retos de Guatemala al potencial y las posibilidades que se desarrollan en el mundo, creando un movimiento vigoroso y sostenible. Esta visión se está desarrollando por medio de una estrategia comunicativa de varios años cuyo fin es comprometer a los guatemaltecos con la visión misma, para que se conecten con el interés internacional en el futuro de Guatemala. El objetivo será generar un fuerte interés colectivo en la población, ya que sus habitantes serán los que en última instancia llevarán a la práctica esta visión. También, hacer de la visión una parte de la iniciativa global que conecte a Guatemala a una red internacional de intereses similares."

"'Bruce Mau Design' sigue trabajando con la Fundación Proyecto de Vida para desarrollar una serie de eventos que catapultarán discursos y acciones en diferentes regiones de Guatemala, presentarán proyectos al mundo y vincularán al país con expertos internacionales enfatizando en la creciente red local" (traducción mía).

El análisis de este texto nos arroja varios datos, a saber: que el mérito emprendedor de los promotores locales de "GuateÁmala" fue contratar a un diseñador para que les decorara su país, a la sazón derruido y devaluado por falta de mantenimiento, y para que les subiera el ánimo a sus exangües pobladores, sumidos en la depresión por sus desesperantes condiciones de vida. Todo, con el objetivo de conectar las ambiciones y retos de la oligarquía (a la que se la llama "Guatemala") con los intereses de la globalización corporativa, haciendo descansar en la desempleada fuerza de trabajo la responsabilidad de parecer feliz y optimista a fin de captar el interés del capital transnacional en su país, visto éste como parte del futuro de aquél. "Global Change" se perfila así como una estrategia conductista de manipulación de masas para el alineamiento del tercer mundo con el interés corporativo neoliberal, del cual las oligarquías sólo ambicionan volverse socias minoritarias.

En esta página electrónica también se pueden ver carteles de "GuateÁmala" que saldrán a luz en el futuro, como estos: "Mothers are Teachers", para transferirles a las mujeres el peso de la educación pública. "The World Needs More Guatemala", es decir, más materia prima y mano de obra barata. "Love Your Job", aunque sea el de nocturno payaso tragafuego. "How-To Maya", para idealizar los trabajos manuales a los que se ven reducidos los indígenas.

No hay duda: la pasmosa creatividad de nuestra arriesgada oligarquía llegó a su cumbre al contratar a un diseñador para que le decorara su país y enmarcara en una alegre fiesta de colores el lanzamiento de su próximo equipo de gobierno.


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