PROMO66 LICEO GUATEMALA

domingo, octubre 28, 2007

Cuatro horas para Centroamérica

Soldado latino en Irak ve a Bush en la TV

Ya habían sonado las voces de alarma. En abril del año pasado el director de operaciones de la Oficina de Combate al Narcotráfico (DEA) informó al Congreso que Centroamérica se había convertido ya en conducto natural para el paso de drogas.

Los carteles de México y de Colombia se dieron cuenta de eso hace tiempo, al parecer desde que la guerra contra el sandinismo inundó de armas la región.

Tal vez esa por eso la Casa Blanca pidió al Congreso quinentos millones de dólares para ayudar a México a combatir el narcotráfico y la delincuencia organizada. Y cincuenta millones de dólares para Centroamérica.

Globalización del mal

Quizá Centroamérica es una de las zonas más desvalidas del mundo, y sin duda del continente, y por eso se convirtió en presa natural de las organizaciones que producen y venden drogas y trafican en armas, y cometen todos los delitos que acompañan a estas actividades.

Michael Braun, director de Operaciones de la DEA que estuvo encargado de América Latina entre 1991 y 1994, ofreció una perspectiva pesimista al Congreso.

Braun explicó que las organizaciones importantes están vinculadas a grupos locales que operan como células, una estructura que evita mayores daños si las autoridades capturan a alguno de sus integrantes.

Y Braun también puntualizó que la globalización no discrimina y los carteles de la droga usan tecnología celular y satelital de punta para burlar a las autoridades y controlar sus operaciones.

70 mil narcos en potencia

Poco más de un año después, en mayo de 2007, la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (ONUDD) advirtió que la violencia y el narcotráfico son una amenaza para el desarrollo de Centroamérica (CRIME AND DEVELOPMENT IN CENTRAL AMERICA).

Antonio María Costa, director ejecutivo del organismo, advirtió que la región no puede ni debe enfrentar sola el problema que representan para la región setenta mil pandilleros.

Uno sabe, porque lo vio de cerca, que aprendieron el oficio del narcotráfico en las calles de Estados Unidos, a donde habían llegado ellos o sus padres huyendo de la última guerra de la Guerra Fría en América Latina.

Como sea, muchos, muchísimos, decenas de miles, terminaron por delinquir y acabaron en la cárcel y luego deportados a un país que algunos no conocían y con el que tenían poco o nada que ver.

Los países centroamericanos “están afectados, en diferente medida, por la droga, el crimen y la pobreza”, señaló Costa ante la Organización de Estados Americanos (OEA), y después dijo a la prensa que esas naciones “también están en peligro por su posición geográfica”, atrapados entre el mayor productor y el mayor consumidor de cocaína.

El plan que no presentaron

Un mes más tarde, los presidentes Elías Antonio Saca (El Salvador), Oscar Berger (Guatemala), Daniel Ortega (Nicaragua), Felipe Calderón (México), Martín Torrijos (Panamá) y Said Musa, el primer ministro de Belice, volvieron a advertir a la región, a Washington y al mundo que el narcotráfico pone en peligro la democracia de la región.

En agosto, la Conferencia Interministerial Estadounidense-Centroamericana, que en el nombre lleva el incógnito, determinó en Washington una agenda regional que hace pensar en la Iniciativa de Mérida menos el equipo sofisticado y otra tecnología que recibirá México.

Y en octubre se anunció una estrategia para ayudar a los países centroamericanos a combatir el tráfico de drogas, que implica otros tráficos nefastos.

Thomas Shannon, subsecretario de Estados para el Hemisferio Occidental declaró que la ayuda es señal de que Washington tiene liderazgo en la región. Pero algunos piensan que es muy poco y es muy tarde.

La ministra de Gobernación de Guatemala, Adela de Torrebiarte, había anunciado que los presidentes centroamericanos iban a discutir un plan de lucha contra el narcotráfico que presentarían a Estados Unidos.

Según elperiodico
el gobierno de Guatemala no sabía que Estados Unidos aportaría cincuenta millones de dólares para la campaña que se había acordado semanas antes.

En todo caso, el vocero del ejército Daniel Domínguez reconoció que Estados Unidos ya tiene programas de capacitación y ofrecen información y apoyo a las fuerzas armadas guatemaltecas con naves en operativos antinarcóticos.

Cuatro horas

Uno, por afición a las matemáticas de lo demasiado bueno y demasiado malo, saca la cuenta y piensa.

Para un asunto de seguridad nacional que además pone en riesgo las democracias de la región, Estados Unidos destina el equivalente a lo que cuestan cuatro horas de guerra en Irak.

Miguel Molina
26/10/2007

sábado, octubre 27, 2007

JALOHUIN

Halloween es una fiesta que se celebra en gran parte del mundo occidental la noche del 31 de octubre, víspera del Día de Todos los Santos (1 de noviembre). Sus orígenes se remontan a los celtas, y la fiesta fue exportada a los Estados Unidos por los emigrantes irlandeses en el siglo XIX, más o menos por 1846.

Debido a la influencia reciente de los Estados Unidos en el resto del mundo y al marketing de las empresas, Halloween se ha popularizado también en otros países pese a que mucha gente la sigue considerando una fiesta americana sobre todo donde se tiene más costumbres arraigadas para este mismo día.

La palabra Halloween tiene sus orígenes en la Iglesia Católica. Es una constracción de la oración en inglés All Hallows Eve que significa "El Día de Todos los Santos" y es una fiesta religiosa católica que se celebra el 1 o 2 de noviembre.

Su historia remonta a más de 2,500 años, cuando el año celta terminaba al final del verano, el preciso día 31 de octubre de nuestro calendario. El ganado era rejuntado de las prados en los establos. Ese último día, se suponía que los espíritus podían salir de los cementerios y apoderarse de los cuerpos de los vivos para resucitar. Para evitarlo, los poblados celtas ensuciaban las casas y las "decoraban" con huesos, calaveras y demás cosas desagradables para que los muertos pasaran de largo asustados y así evitar ser desposaídos de sus cuerpos por los espíritus de los muertos. De ahí viene la tradición de decorar con motivos siniestros las casas en la actual vísipera de todos los santos.

También los romanos dedicaban una festividad a Pomona, la diosa de las cosechas y los frutos, cuyo símbolo es una manzana -obsérvese que uno de los juegos tradicionales del Halloween es el juego de morder la manzana-. Pero con anterioridad, ya los pueblos celtas de Irlanda, Gales, Escocia y norte de Francia, celebraban la festividad llamada Samhain. Samhain o La Samon era un festival que ocurría entre finales de octubre y principios de noviembre, un rito en que se celebraba el final de la temporada de las cosechas y el comienzo del invierno.

Los druidas, auténticos sacerdotes o chamanes célticos, creían que en una determinada noche, la del 31 de octubre, las brujas gozaban de mayor vitalidad, a los propios druidas se les concedía el don de adivinar el futuro, los límites entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos desaparecían completamente, e incluso, que los fantasmas de los muertos venían del otro mundo a llevarse consigo a los vivos.

Por eso, en la noche de Samhain los druidas preparaban enormes fogatas y hacían conjuros, intentando ahuyentar a los malos espíritus, y la gente dejaba dulces o comida a la puerta de sus casas, en la superstición de que los difuntos, a quienes las leyendas les atribuían la autoría de las más crueles atrocidades, se irían contentos y les dejarían en paz. En aquellas gentes, para las que cualquier hecho de la naturaleza era poco menos que profético, la noche de Samhain abría el largo y crudo invierno por el que vagaban perdidos los fantasmas de los muertos del último año en busca de cuerpos que poseer para transitar al otro mundo, hasta la llegada de la primavera cuando los días son más largos y las tinieblas menguan.

Cuando el Cristianismo llega a los pueblos célticos, la tradición del Samhain no desaparece, pese a los esfuerzos realizados por la Iglesia Católica para eliminar supersticiones paganas que pudieran entroncar con el satanismo o culto al diablo. Sin embargo la fiesta del Samhain sufre alguna transformación. En el calendario gregoriano, el 1 de noviembre pasó a ser el día de Todos los Santos; el Samhain, la víspera de Todos los Santos, pasó a denominarse All-hallows Eve; y por su parte, el Día de los Todos los Difuntos o Día de Todas las Almas pasó a ser el 2 de noviembre. Las tres celebraciones juntas, “Eve of All Saints”, “Day of All Saints”, and “Day of All Souls”, se denominan en la tradición irlandesa Hallowmas.

A mediados del siglo XVIII, los emigrantes irlandeses empiezan a llegar a América. Con ellos llegan su cultura, su folclor, sus tradiciones, su Halloween... En un primer momento Halloween sufre una fuerte represión por parte de las autoridades de Nueva Inglaterra, de arraigada tradición luterana. Pero a finales del siglo XIX, los Estados Unidos reciben una nueva oleada de inmigrantes de origen céltico.

La fiesta de Halloween, en América, se mezcla con otras creencias indias y en la secuela colonial, el Halloween incluye entre sus tradiciones el contar historias de fantasmas y la realización de travesuras, bromas o los bailes tradicionales. La gente comienza a confeccionar disfraces o trajes para Halloween.

Así, en Estados Unidos, Halloween, evoluciona y se desentiende de la tradición cristiana. Halloween se convierte en una noche con aura de débil misterio, brujas, fantasmas, duendes, espíritus, pero sin que se pierda el ánimo festivo y el buen humor. Una noche de dulces, bromas, disfraces y películas de terror, perdidos ya los miedos atávicos de los viejos ancestros irlandeses.


miércoles, octubre 24, 2007

CAMBIOS BRUTALES

El calentamiento climático va ocasionar un ascenso del nivel del mar más rápido de lo que se había predicho en el curso de este mismo siglo. Ver en gráficas áreas en negro, las zonas que van a ser inundadas.

Fase I


Fase uno, La Florida y New Orleans.


Población que resultará afectada: 770 millones.

FASE II
Fase dos, La Florida y New Orleans.

Población que resultará afectada: 871 millones.


FASE III

Fase tres, La Florida y New Orleans.

Población que resultará afectada: 1.2 billones.


FASE IV

Fase cuatro, La Florida y New Orleans.


Población que resultará afectada: 1.4 billones.


EFECTOS DRAMATICOS EN EL SUR DE MEXICO, CENTROAMERICA Y SUDAMERICA
En la gráfica, la zona punteada corresponde al avance de la tierra firme durante la pasada glaciación. Las áreas rayadas corresponden al estado actual y las áreas en negro son las áreas que quedaran fuera del nivel del mar.

La Florida, y gran parte de el sur de los Estados Unidos quedarán inundados así como Yucatán en México, Belize, gran parte de Guatemala, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y grandes áreas de Sudamérica. Notar también que el Oceáno Pacífico se unirá al Atlántico en varios puntos quedando varios pasajes libres a la navegación.

lunes, octubre 22, 2007

La elevación del nivel del mar

La elevación del nivel del mar será más rápida y el doble de lo previsto

La NASA prevé que devastadores ciclones asolarán en 2050

El calentamiento climático podría desencadenar una elevación del nivel del mar más rápido de lo previsto, así como alcanzar 1.40 metros de aquí a 2100, lo que supone el doble de las estimaciones establecidas hasta el momento, según un estudio publicado esta semana. Esta previsión aumenta los riesgos de inundaciones de regiones costeras y aumenta las amenazas de violentas tormentas en ciudades como Nueva York o Londres. Según la OMM, 2006 ha sido el sexto año más cálido desde que se comenzaron a hacer los registros en 1861. Científicos de la NASA, utilizando modelos informáticos, añaden que en 2050 el nivel del mar aumentará en la ciudad de Nueva York entre 0.3 y 1 metro, y entre 0.2 y 1.8 metros en toda la región metropolitana para 2080.

La elevación del nivel del mar será más rápida y el doble de lo previsto
El calentamiento climático podría ocasionar un ascenso del nivel del mar más rápido de lo que se había predicho en el curso de este mismo siglo, advierte un estudio publicado por la revista Science. De aquí a 2100, el aumento de la temperatura global del planeta podría ocasionar una subida de las aguas de entre 50 centímetros y 1. 40 metros en menos de 100 años, es decir, el doble de lo que se había estimado que subiría (entre 9 y 88 centímetros).

El investigador Stefan Rahmstorf, profesor de física de los océanos del Postdam Institute for Climate Impact Research, que publica un comunicado sobre esta investigación, ha realizado un análisis en el que relaciona la subida global del nivel del mar con la temperatura global de la superficie de la Tierra.

En la revista Science señala que existe una amenaza para los humanos teniendo en cuenta que la tasa de elevación de las aguas es aproximadamente proporcional a la magnitud del calentamiento. Según Rahmstorf, los modelos de simulación han subestimado durante mucho tiempo el ascenso del nivel del mar, que subirá un 50% más de lo que se creía.

Esta subida del agua tendrá consecuencias no sólo para las regiones costeras amenazadas por inundaciones sino también para las grandes ciudades occidentales, como Londres y Nueva York.

Sigue subiendo la temperatura

Este riesgo debe ser tenido en cuenta, porque la temperatura global sigue subiendo. Según la Organización Meteorológica Mundial, la temperatura de la Tierra en 2006 aumentó más de 0.42 ºC con respecto a la media anual registrada entre los años 1961 y 1990. Eso supone que 2006 ha sido el sexto año más cálido desde que se comenzaron a hacer los registros.

Esta media cambia según el hemisferio terrestre. Las temperaturas en 2006 para el hemisferio norte, más industrializado, aumentaron 0.58ºC, cuando la media anual de las últimas tres décadas fue de 14.6 ºC. Esto supone que este año ha sido el cuarto más cálido. En el hemisferio sur, la temperatura aumentó en 2006 0.26ºC, cuando la media anual de los últimos treinta años ha sido de 13.4ºC (séptimo año más calido desde 1861).

En Europa concretamente, este otoño ha sido especialmente cálido, lo que se ha reflejado sobre todo en el noreste europeo donde las anomalías positivas de las temperaturas superaron los 7ºC durante la semana del 26 de diciembre al 2 de diciembre, según datos del NOAA (National Oceanic & Atmospheric Administration) de Washington, en Estados Unidos. Bélgica, Francia, Suiza y Reino Unido han batido sus propios récords de temperatura este otoño. Desde que comenzó el siglo XX, la temperatura media global de nuestro planeta ha aumentado aproximadamente 0.7ºC.

Consecuencias devastadoras

En un estudio publicado el año pasado por Rahmstorf y su equipo de investigación del Instituto Postdam Institute for Climate Impact Research, los científicos estimaron que este calentamiento del planeta podía suponer un levantamiento del nivel del mar en el Atlántico Norte debilitando la corriente oceánica denominada conveyor belt.

Esta corriente de circulación termohalina (que afecta de modo global al conjunto de las masas de agua oceánicas) parte del Mar de Noruega. La circulación termohalina es muy importante por su significativa participación en el flujo neto de calor desde las regiones tropicales hacia las polares, sin la que no se comprendería el clima terrestre.

Cuando hay un exceso de precipitaciones o de deshielo de los glaciares, la fuerza del conveyor belt se debilita e incluso puede desaparecer. La variabilidad de este impulso provoca cambios climáticos en Europa e incluso puede influir en otras áreas del océano global.

Rahmstorf señaló en el estudio de 2005 que, en este escenario, el nivel del mar podría aumentar hasta un metro y, si añadimos los gases del efecto invernadero, hasta dos metros, lo que podría someter a ciudades como Londres y Nueva York a violentas y devastadoras tormentas.

Nueva York en peligro

La estimación de Rahmstorf acerca del ascenso del nivel del agua y sus consecuencias parece respaldada por otro trabajo de investigación. Según un estudio publicado por el Goddard Institute for Space Studies de Nueva York, científicos de la NASA, utilizando modelos informáticos de simulación del clima y del aumento del nivel del mar, han señalado que alrededor del año 2050 el nivel del mar aumentará en la ciudad de Nueva York entre 0.3 y 1 metro, y entre 0.2 y 1.8 metros en toda la región metropolitana para 2080.

Con este aumento del nivel del mar, grandes tormentas inundarán muchos de los vecindarios situados cerca de la costa, además de que el sistema metropolitano general de la ciudad quedará colapasado, asegura Vivien Gornitz, una de los investigadores del equipo del Goddard Institute for Space Studies (GISS) de la NASA.

El aumento del nivel del mar traerá consigo un aumento del riesgo de huracanes en la zona. Según sus estimaciones, en el peor de los casos podrían darse hasta tres huracanes, que provocarían inundaciones en muchas partes de la ciudad. Las áreas que potencialmente quedarían hundidas bajo las aguas incluyen el sur de Brooklyn, Queens, Manhattan y partes de Long Island City, entre otras.

Con el aumento del nivel del mar, la ciudad de Nueva York se enfrenta a un riesgo creciente de tormentas huracanadas. Estas tormentas se caracterizan por el levantamiento de grandes olas y la llegada de huracanes. Los huracanes se categorizan en la escala Saffir-Simpson entre 1 y 5, siendo el cinco el huracán más destructivo. Esta escala se emplea para estimar el potencial dañino y de inundaciones de la tormenta.

Para entender el poder de destrucción de los posibles huracanes venideros y las consecuencias para la ciudad, ya en 1995 la U.S. Army Corps of Engineers utilizó el modelo computacional SLOSH de la NASA. Entonces, los resultados señalaron que un huracán de categoría tres podría provocar inundaciones de más de siete metros de profundidad en lugares como el aeropuerto JFK o el de La Guardia.

fuente: tendencias21.net

sábado, octubre 20, 2007

CHE GUEVARA



Guatemala (1954)

Ernesto Guevara estuvo poco más de nueve meses en Guatemala. Su vida allí fue difícil, contradictoria y compleja, con respecto tanto a su vida personal como a sus ideas y la definición del papel que deseaba representar.

En 1954 Guatemala estaba en una situación política crítica. Diez años antes un movimiento estudiantil encuadrado en el amplio movimiento de la Reforma Universitaria Latinoamericana derrocó al dictador Ubico e impuso un sistema democrático por primera vez en la historia guatemalteca, resultando electo presidente Juan José Arévalo.

Arévalo, un educador formado en la Argentina que se adhería a una ideología que él denominaba "Socialismo Espiritual", inició una serie de reformas políticas y sociales.

Su sucesor (elegido en 1951), el coronel Jacobo Arbenz, profundizó tales medidas y en 1952 inició un importante proceso de reforma agraria, que afectó seriamente los intereses de la empresa estadounidense United Fruit, que tenía sólidos lazos con la administración del presidente Eisenhower.

Sosteniendo que se trataba de un gobierno comunista, Estados Unidos comenzó a operar entonces para desestabilizar Guatemala y derrocar al gobierno de Arbenz. El golpe de Estado se inició el 18 de junio de 1954, con el bombardeo de la ciudad por aviones militares y la invasión desde Honduras de un ejército golpista al mando de Carlos Castillo Armas y el apoyo desembozado de la CIA. La lucha duró hasta el 3 de julio cuando Castillo Armas tomó la capital y dio inicio a un largo período de dictaduras militares.

Guevara llegó seis meses antes del golpe. Durante ese tiempo intentó reiteradamente trabajar como médico del Estado pero las diversas gestiones nunca se concretaron y sus problemas económicos fueron muy serios.

En aquellos días Guatemala era un hervidero de grupos de exiliados y militantes progresistas e izquierdistas, fundamentalmente latinoamericanos. A poco de llegar conocería a Hilda Gadea una exiliada peruana dirigente del APRA que colaboraba con el gobierno de Arbenz y que más adelante se transformaría en su primera esposa. Por su intermedio conocería a la familia del exiliado nicaragüense Edelberto Torres, donde a su vez conoció a un grupo de exiliados cubanos participantes en la toma del Cuartel Moncada, entre los que se encontraba Antonio "Ñico" López.

Ñico Lopez y Ernesto establecieron una sólida amistad. Fue precisamente Ñico quien le puso el mote de "Che", a raíz del uso permanente que Ernesto hacía de esa palabra típica del dialecto rioplatense, utilizada para convocar al otro.

Las ideas de Guevara habían evolucionado, volviéndose mucho más comprometidas políticamente, con una clara simpatía por el comunismo. Pese a ello se mantendría apartado de cualquier organización política y cuando poco después, el Partido Guatemalteco de los Trabajadores (PGT), de tendencia comunista, le comunicara que debía afiliarse al partido para poder trabajar de médico en el Estado, rechazó indignado la petición. Su incipiente pensamiento político se manifestó abiertamente por primera vez en una carta enviada a su tía Beatriz el 10 de diciembre de 1953, poco antes de llegar a Guatemala donde dice, entre otras cosas:

En el paso tuve la oportunidad de pasar por los dominios de la United Fruit, convenciéndome una vez más de lo terrible que son estos pulpos. He jurado ante una estampa del viejo y llorado camarada Stalin no descansar hasta ver aniquilados estos pulpos capitalistas. En Guatemala me perfeccionaré y lograré lo que me falta para ser un revolucionario auténtico... Tu sobrino, el de la salud de hierro, el estómago vacío y la luciente fe en el porvenir socialista. Chau.

Chancho.

En Guatemala comenzó a diseñar un libro titulado "La función del médico en América Latina" en el que consideraba que la "medicina social preventiva" y el médico constituían un eje central para una transformación revolucionaria orientada a establecer una sociedad socialista.

A fines de mayo de 1954, Guevara salió de Guatemala hacia El Salvador para renovar la visa, aprovechando para visitar San Salvador y las ruinas mayas de Chalchuapa y Quiriguá, estas últimas nuevamente en Guatemala.

Al regresar a Guatemala la situación del gobierno era desesperada y el ataque inminente. El 16 de junio aviones de mercenarios militares comenzaron a bombardear la ciudad de Guatemala y dos días después un ejército al mando de Castillo Armas ingresó al país desde Honduras.

Ernesto se inscribió en las brigadas de sanidad y en las brigadas juveniles comunistas que patrullaban las calles por la noche. Su brigada llevaba el nombre de Augusto César Sandino y estaba liderada por el voluntario nicaragüense Rodolfo Romero, al que varios años después el Che recurriría para organizar la guerrilla en Nicaragua. Las milicias comunistas reclamaron infructuosamente al gobierno la entrega de armas.

El 27 de junio de 1954 los jefes del Ejército de Guatemala decidieron desconocer la autoridad de Arbenz y exigir su renuncia. Seis días después Castillo Armas entraba a la capital para establecer una dictadura y derogar las medidas sociales adoptadas por el gobierno democrático.

De la caída del gobierno de Arbenz el Che Guevara sacaría conclusiones fundamentales que luego incidirían directamente en su actos durante la Revolución Cubana. En particular Guevara concluyó que era indispensable depurar al ejército de potenciales golpistas, pues en los momentos cruciales estos desconocían la cadena de mando y se volvían contra el gobierno.

Pocos días después en una carta a su madre concluía:

La traición sigue siendo patriotismo del ejército, y una vez más se prueba el aforismo que indica la liquidación del ejército como el verdadero principio de la democracia.

También le escribiría a su amiga Tita Infante:

Los periódicos de Las Américas publicaban mentiras. Ante todo, no hubo asesinato ni nada que se le parezca. Debería haber habido unos cuantos fusilamientos al comienzo pero es otra cosa. Si se hubieran producido esos fusilamientos, el gobierno hubiera conservado la posibilidad de devolver el golpe.

Hilda fue detenida y Ernesto se refugió en la embajada argentina donde fue incluido entre los refugiados comunistas. A fines de agosto llegó el salvoconducto para él, yendo de inmediato a buscar a Hilda, quien había sido liberada poco antes. Sin embargo la relación entre ambos parecía terminada y a mediados de septiembre Ernesto se fue solo a México.

Su Muerte

En el combate de Quebrada del Yuro, Guevara fue herido de bala en su pierna izquierda, hecho prisionero junto con Simeón Cuba («Willy») y trasladado a La Higuera donde fueron recluidos en la escuela, en aulas separadas. Allí colocarían también los cadáveres de los guerrilleros muertos y también sería recluido al día siguiente, Juan Pablo Chang. Entre las pertenencias secuestradas por los militares estaba el Diario que el Che llevaba en Bolivia.

El 9 de octubre por la mañana el gobierno de Bolivia anunció que Ernesto Guevara había muerto en combate el día anterior. Simultáneamente llegaron el coronel Joaquín Zenteno Anaya y el agente de la CIA Félix Rodríguez. Poco después del mediodía el presidente Barrientos dio la orden de asesinar al Che Guevara.

Existen dudas y versiones contradictorias sobre el grado de apoyo que la decisión tuvo por parte de Estados Unidos, pero lo cierto es que, tal como está registrado en el propio informe secreto de Félix Rodríguez, la CIA estaba presente en el lugar. Fue el agente Rodríguez quien recibió la orden de fusilar a Guevara y quien la transmitió a los oficiales bolivianos, así como fue él también quien le comunicó al Che Guevara que sería fusilado. Antes del fusilamiento Félix Rodríguez le interrogó y le sacó del aula para tomarle varias fotografías, las últimas en las que aparece con vida.

Escuela de La Higuera, donde estuvo prisionero y fue asesinado el Che Guevara

Escuela de La Higuera, donde estuvo prisionero y fue asesinado el Che Guevara

El propio Rodríguez relata ese momento de este modo:

El Sargento Terán que sabía que estaba siendo de ejecutor de todo eso. Le dije, sargento hay instrucciones de su gobierno de eliminar al prisionero. Me puse la mano al nivel de la barbilla. No le tire de aquí para arriba, tírele de aquí para abajo pues se supone que este hombre haya muerto de heridas en combate. Sí mi capitán, sí mi capitán dijo. Eran aproximadamente la una de la tarde de Bolivia. De ahí entonces me retire al lugar avanzado donde yo había fotografiado el diario y a la una y diez aproximadamente escuche una ráfaga pequeña.
Última imagen del Che Guevara con vida, instantes antes de ser asesinado. A su lado el agente de la CIA Félix Rodríguez. La Higuera (Bolivia), 9 de octubre de 1967.

Poco antes Simeón Cuba y Juan Pablo Chang habían corrido la misma suerte. En 1977 la revista Paris Match entrevistó a Mario Terán quien relató del siguiente modo los últimos instantes del Che Guevara:

Dudé 40 minutos antes de ejecutar la orden. Me fui a ver al coronel Pérez con la esperanza de que la hubiera anulado. Pero el coronel se puso furioso. Así es que fui. Ése fue el peor momento de mi vida. Cuando llegué, el Che estaba sentado en un banco. Al verme dijo: «Usted ha venido a matarme». Yo me sentí cohibido y bajé la cabeza sin responder. Entonces me preguntó: «¿Qué han dicho los otros?». Le respondí que no habían dicho nada y él contestó: «¡Eran unos valientes!». Yo no me atreví a disparar. En ese momento vi al Che grande, muy grande, enorme. Sus ojos brillaban intensamente. Sentía que se echaba encima y cuando me miró fijamente, me dio un mareo. Pensé que con un movimiento rápido el Che podría quitarme el arma. «¡Póngase sereno —me dijo— y apunte bien! ¡Va a matar a un hombre!». Entonces di un paso atrás, hacia el umbral de la puerta, cerré los ojos y disparé la primera ráfaga. El Che, con las piernas destrozadas, cayó al suelo, se contorsionó y empezó a regar muchísima sangre. Yo recobré el ánimo y disparé la segunda ráfaga, que lo alcanzó en un brazo, en el hombro y en el corazón. Ya estaba muerto.

jueves, octubre 11, 2007

PASQUIN UBICO OTRO GRAL CON MANO DURA

Chabelo:

El artículo sobre Ubico me parece, por lo que he leído y platicado con personas que vivieron esa época, totalmente apegado a la verdad histórica. La primera campaña presidencial de Ubico se basó en el tema de la mano dura o del hombre fuerte, abonado por la fama que adquirió Ubico como jefe político en Reu. En esa campaña contó incluso con el apoyo de los jóvenes profesionales que habían luchado en 1920 contra Estrada Cabrera. Arévalo reconoce en sus memorias que él también ubiquista por esas fechas. Los únicos destacados dirigentes de esos años que se opusieron a Ubico, fueron Clemente Marroquín Rojas, desde su periódico La Hora, y Jorge García Granados (padre)

Cuando Ubico anunció su intención de reformar la Constitución para reelegirse, algunos dirigentes del partido Liberal se opusieron y entonces Ubico se inventó un complot y los mandó a fusilar.

Uno de los mitos sobre Ubico es que fue un gobernante honrado. El regalo de Q 200,000 que se hizo recetar por la asamblea legislativa lo desmiente (en esos años un maestro ganaba alrededor de Q 30 mensuales. Para equilibrar el presupuesto y paliar los efectos de la crisis de 1929, una de sus medidas fue reducir los salarios de los empleados públicos en casi una tercera parte). Además, según me contó alguna vez un amigo, Guillermo Echeverría Lizarralde) cuando uno de los bancos recogía una finca por falta de pago y la sacaba a subasta, si a Ubico le interesaba lo hacía saber a través de sus allegados y ninguna se presentaba a la subasta y él se quedaba con la finca a precio de quemazón. De esa forma aumentó su fortuna, pues como dice el artículo venía de una familia de plata. Su papá, Arturo Ubico fue de los grandes aprovechados del gobierno de Barrios, aparte de que era miembro del clan Urruela, una las familias más destacadas de la oligarquía desde el siglo XVIII.

Lo del besa manos es cierto. Me contó otro amigo, que toda la gente importante de Guatemala desfilaba por la casa presidencial (antes de que construyeran la actual de la 6ª. Avenida) por su casa de la 14 calle y que tenía un guante para que no le ensalivaran la mano (mano de palo dice Chabelo) pero en todo caso evitaba el contacto directo con las babas de los serviles. El que no acudía al besamanos era considerado enemigo del Señor Presidente y pasaba penas. Mi amigo, don Guillermo Echeverría, me contaba que él se negó a acudir al besamanos y después se lo llevó la tiznada, porque a pesar de estar emparentado con gente de plata, nadie le daba chance, hasta que llegó a rector de la U un tío, de apellido Lizarralde y le dio empleo en las oficinas administrativas de la U.

En fin que esa fue la primera experiencia de mano dura, que dio como resultado una dictadura de casi 14 años. La segunda fue con Idígoras, quien en 1950 se presentaba también con el lema de la mano fuerte, respaldado por su trayectoria de haber sido uno de los más eficientes jefes políticos de la época de Ubico. En 1958, cuando fue candidato por segunda vez, su lema fue “mano de acero inoxidable” y la gente esa vez lo llevó a la presidencia. También Arana tuvo un lema del mismo estilo “orden y seguridad”, respaldado por sus ejecutorias en la represión de la guerrilla en el oriente. Su legado fueron los gobiernos fraudulentos de Kjell y Lucas y la entronización de la más sangrienta dictadura que hemos vivido. Saludos, LF


Cuando uno lee esto me recuerdo en primer lugar de mi abuela ( pariente de Alfredo) de la que principio a tener recuerdos desde mas o menos en el año 56/57 cuando regresamos por primera vez de Mexico , la abuela fanatica Ubiquista que decia que para cambiar Guate (ya desde aquellos tiempos) se necesitaba un gobierno con mano dura como el de Ubico

Y por otro lado mi Padre que si el Ice Maker me funciona en ese tiempo a de haber estado finalizando sus estudios para volverse un Pundonoroso Chafa y que me conto alguna vez que este Gral Mano dura obligaba a todo mundo a pasar a darle la mano en el dia de su cumpleaños..Pero lo que no se me olvida es que el tal dictador se habia mandado a hacer una mano artifical (no se de que seria en ese tiempo , de madera o algo asi) entonces como todo el mundo le debia dar la mano por su cumple pues “tamaño susto” el que se daban al ver que la mano era artifical .


JorgePalmieri.com

Jorge Ubico: prototipo de mano dura
En vista del fracaso del cuartelazo del general Manuel Orellana Contreras, del cual se dijo que fue autor intelectual su hijo, Manuel Orellana Cardona, el 31 de diciembre de 1930 el Congreso Nacional nombró presidente provisorio al primer designado a la Presidencia de la República, licenciado José María Reina Andrade, apodado cariñosamente “Reinita” por su avanzada edad, su baja estatura, su cuerpo menudo y sus manos temblorosas; usaba barba de perita despoblada todo lo cual inspiraba ternura a quienes le veían con cumbo y levita traslapada y un bastón con pomo de plata. El 2 de enero de 1931 fue convocado al recinto del Congreso para ser juramentado y el 4 convocó a las elecciones que, por imposición del general Jorge Ubico Castañeda, candidato del Partido Liberal, se llevaron a cabo los días 6, 7 y 8 de febrero. El abogado y notario José María Reina Andrade fue el primer guatemalteco que desempeñó los tres poderes del Estado en diferentes épocas, porque antes había sido presidente del Organismo Judicial y Corte Suprema de Justicia y del Poder Legislativo, y llegó a ser nombrado Presidente provisorio del Poder Ejecutivo por haber sido el primer designado a la presidencia de la República gracias al apoyo del Partido Liberal Progresista. Pero, lamentablemente, en el desempeño de ese cargo fue un pelele porque obedecía las órdenes del general Jorge Ubico, quien desde hacía mucho tiempo venía ambicionando ser Presidente de la República y había perdido su primer intento en marzo de 1922 cuando ganó la elección el general José María Orellana y en diciembre de 1926 cuando ganó el general Lázaro Chacón.


Jorge Ubico era realmente un civil adinerado y mimado, con vocación militar, muy elegante y distinguido, que desistió de estudiar en la Escuela Politécnica y no obtuvo el diploma de bachiller en el Instituto Central para Varones, y en nada de lo que trató de trabajar había tenido éxito, pero por influencias y conexiones de su papá, llegó a ostentar el grado de general de división. En esta foto fuma un cigarrillo con su inseparable boquilla, y, como siempre, está rodeado de militares. Atrás de él está el general Daniel Corado, su ministro de la Guerra.
Ubico era sumamente desconfiado y para asegurarse de que Reina Andrade no iba a traicionarlo cuando ya estuviese en la Presidencia, hizo nombrar segundo designado a uno de sus incondicionales, el general José Reyes, un viejo militar de escasos conocimientos y sin ninguna cultura, a quien también hizo nombrar ministro de la Guerra para que pudiese derrocar a “Reinita” si acaso no obedecía sus órdenes. Asimismo, le impuso como secretario al licenciado Adán Manrique Ríos, quien también era su incondicional, y por su medio ejercía el mando desde su residencia ubicada en la 14 calle entre 3ª y 4ª avenidas de la zona central. Al mismo tiempo, hizo nombrar Director de la Policía a otro ubiquista, el general Roderico Anzueto, hizo que cambiaran a los comandantes de los cuarteles que había en la capital: Fuerte de Matamoros, Castillo de San José y Guardia de Honor. Quería estar totalmente seguro que esta vez sí iba a ser electo Presidente de la República después de haber fracasado las dos veces que lo había intentado antes, la primera en marzo de 1922, cuando compitió con el general José María Orellana y la segunda en diciembre de 1926 cuando perdió con el general Lázaro Chacón. Y como no quería correr riesgos y era muy impaciente, hizo que Reina Andrade adelantara la fecha de las elecciones para el 9 de febrero de 1931 y adelantó también el día de su toma de posesión para el 14 de febrero en vez del 15 de marzo para su primer período constitucional que debió terminar el 15 de marzo de 1937, pero burlándose de que la Constitución vigente prohibía la reelección, se hizo reelegir para un segundo período que debió terminar el 15 de marzo de 1943 y aún para un tercer período que habría terminado en 1947, de no haber sido porque en junio de 1944 el pueblo comenzó a manifestar su descontento y rechazo a su ya insoportable dictadura y su gobierno restringió las garantías constitucionales, por lo que 311 ciudadanos patriotas firmaron un memorial pidiéndole que las restableciera y como no lo hizo hubo manifestaciones de protesta, y el 25 de junio el gobernante ordenó a la Caballería disolver por la fuerza una manifestación de maestras y maestros y la profesora María Chinchilla recibió un balazo que la mató, lo cual la convirtió en mártir y enardeció al pueblo.
Entonces se produjo una huelga de brazos caídos y el comercio cerró sus puertas mientras manifestaban por la sexta avenida numerosas mujeres vestidas de negro. Durante la mañana del 1 de julio, se presentaron al despacho presidencial, en el Palacio Nacional, tres viejos generales sin ninguna significación: Federico Ponce Vaides, Buenaventura Pineda y Eduardo Villagrán Ariza. Al verles llegar el dictador creyó que el motivo de su visita era pedirle su renuncia, la cual ya había escrito y firmado, y les gritó enfurecido a sus visitantes: “¡Ya sé a qué vienen! ¡Pues aquí tienen esta mierda!” y les lanzó a los pies la renuncia que había preparado la noche anterior. Los tres generales quedaron estupefactos porque en realidad esa no era la razón de su visita, sino llegaban a expresarle su solidaridad al dictador. Uno de ellos estuvo a punto de hacer la aclaración, pero uno de los hermanos Melgar, que era su secretario privado y un político maquiavélico, les hizo señas que no explicaran nada sino recibieran la renuncia porque comprendía que la situación ya era insostenible y creía que él podría dominar con su inteligencia a los tres generalotes ignorantes y burdos. Una persona que presenció esa escena contó que vio rodar lágrimas de los ojos de Ubico al retirarse del despacho. Pocos días más tarde abordó un avión comercial con rumbo a Nueva Orleáns, pero antes de que el avión levantara vuelo le dijo al único de sus ayudantes de su Estado Mayor que llegó a despedirle, el capitán Eduardo Weymann Guzmán: “Deciles a esos cabrones que se cuiden de los comunistas y de los cachurecos”.
En Nueva Orleáns vivió exiliado únicamente dos años, porque el 14 de febrero de 1946 murió solo, triste y abandonado. Sus restos fueron enterrados en esa ciudad hasta que fueron repatriados el 14 de agosto de 1963 y sepultados en el Cementerio General de esta ciudad.



Así se veía a sí mismo el "general" Ubico, como si en verdad fuese un general de división, pero en realidad no lo era. Le fascinaba usar vistosos uniformes llenos de entorchados y se prendía en el pecho medallas que no había ganado y llevaba siempre en su mano el chafarote o espadón militar. Pero era un coqueto que se maquillaba la cara para que le vieran más joven. Creía que se parecía a Napoleón Bonaparte y le gustaba mucho que lo retrataran de perfil.
Jorge Ubico Castañeda nació en la ciudad de Guatemala el 10 de noviembre de 1878 y fue hijo del abogado Arturo Ubico Urruela, descendiente de aragoneses, y de doña Matilde Castañeda, mujer bella e inteligente de familia criolla. Sus padrinos de bautizo fueron el general Justo Rufino Barrios y su esposa, doña Francisca Aparicio Mérida. Era miembro de una familia de “alta sociedad”, muy adinerada e influyente. Hizo sus primeros estudios en un colegio de kindergarten, en 1885 ingresó al Liceo Pedagógico del educador Sóstenes Esponda y después al Instituto Central para Varones.
Desde niño quiso ser militar y cuando tenía sólo 16 años ingresó como cadete a la Escuela Politécnica con el número 692, pero permaneció menos de un año y medio debido a que no soportó los acostumbrados “bautizos”, porque durante uno de ellos un cadete le golpeó los testículos con una toalla mojada y el dolor fue tan grande que le hizo huir de la Escuela Politécnica saltando la pared y acudió a un médico que descubrió que el golpe le había destrozado un testículo, por lo que se negó a regresar, por lo cual fue dado de baja el 7 de julio de 1895.
Después de fugarse de la Escuela Politécnica volvió al Instituto Central para Varones, pero no logró terminar sus estudios de bachillerato y se dedicó a practicar el boxeo, la esgrima, la natación y el ciclismo. En las fiestas de agosto de 1896 ganó una carrera de ciclismo.
El 4 de marzo de 1905 contrajo matrimonio con la bella y distinguida señorita de "alta sociedad" Marta Lainfiesta Dorión, pero nunca tuvo hijos como consecuencia de haber perdido un testículo.
En noviembre de 1896 logró obtener un empleo en el Banco de Guatemala, que abandonó para dedicarse a la agricultura, empresa en la cual tampoco tuvo éxito. En vista de sus constantes fracasos, gracias a la influencia de su padre y al hecho de ser ahijado de “El Reformador”, el 19 de abril de 1907 fue nombrado Jefe Político de Alta Verapaz, y en 1911 fue trasladado con el mismo cargo a Retalhuleu, donde puso de relieve su implacable mano dura para combatir a los malhechores y abigeos (ladrones de ganado), algunos de ellos mexicanos. Llegó a tener un odio enfermizo por los mexicanos, al extremo que cuando era Jefe Político de Retalhuleu envió un telegrama al presidente Orellana que decía: “Informo que hoy fusilamos a dos abigeos. Con el agravante de ser mexicanos”. Pero por su insaciable ambición de poder seguía soñando con ser militar porque se había dado cuenta de que el pueblo les tenía más respeto y temor a los militares que a los civiles. Además, siempre quiso llegar a ser Presidente de la República y no descansó hasta lograrlo.
El 18 de marzo de 1819 fue designado a integrar la Comisión de Guerra en la Asamblea Nacional Legislativa y el 11 de diciembre de 1921 asumió el cargo de ministro de la Guerra a pesar de no ser militar de carrera, aunque llegó a tener el grado de general de división porque era militar “de dedo” que ascendió por la influencia y conexiones de su padre. El 24 de septiembre de 1897 le dieron los despachos de subteniente de infantería; el 10 de agosto de 1900 los de capitán; el 8 de marzo de 1901 los de comandante; en 1906 el grado de coronel de estado mayor, sin haber hecho los estudios de estado mayor; después le dieron el grado de general de brigada, hasta que, finalmente, el 27 de mayo de 1922 la Asamblea Nacional lo ascendió a general de división.
Su gobierno fue despótico y tiránico como pocos. En eso competía con los otros dictadores centroamericanos: el general Maximiliano Martínez de El Salvador, el general Tiburcio Carías Andino, de Honduras, y el general Anastasio Somoza García, de Nicaragua. Todos ellos eran presidentes con mano dura, unos desalmados dictadores. Ubico era un fascista sin saberlo porque ignoraba lo que era el fascismo. Simpatizaba con Benito Mussolinni y Hitler y desconfiaba del gobierno de los Estados Unidos de América y del presidente Roosevelt, a quien llamaba despectivamente “El cojo” porque padecía de polio. Tenía una red de espionaje en toda la República que le mantenía informado hasta de las mayores intimidades de todas las personas. Los “orejas” eran voluntarios serviles que le llevaban información sobre todo lo que creían que podía interesarle y las delaciones le mantenían al tanto de la vida y milagros de todos.
No había separación de poderes porque él ejercía los tres al mismo tiempo, el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial. Nadie podía expresarse con libertad si en alguna forma contradecía las disposiciones del dictador, porque sufría las consecuencias que muchas veces no se limitaban a una apaleada y encarcelada con torturas, o el exilio, sino podía costar la vida al atrevido. Las personas que no le agradaban eran asesinadas por medio de la aplicación de la criminal “ley fuga”. Abofeteaba en público a quienes le daba la gana, como le sucedió un día al destacado abogado H. Abraham Cabrera Cruz. Los indígenas estaban obligados a trabajar en las carreteras sin paga alguna, no obstante lo cual quemaban incienso al tirano cuando pasaba velozmente tripulando su motocicleta por las empolvadas carreteras de terracería, y cuando visitaba los pueblos. Los indios le reverenciaban y le llamaban “tata presidente”.
Los periodistas que no se limitaban a expresar solamente alabanzas al dictador y, por el contrario, se atrevían a criticarle, tenían que huir pronto del país e irse al exilio si no querían que su cadáver apareciese en cualquier camino después de haber sido torturado. Ubico tenía fobia por los intelectuales, a quienes hacía vigilar y perseguía. Desconfiaba de cualquiera que visitara México porque decía que ese país era un nido de comunistas peligrosos.
Las mujeres que le atraían estaban expuestas a que las mandase a llamar con policías secretos y les hiciese proposiciones sexuales que muchas tenían que aceptar para no enojarle. Se mantenía estudiando panfletos sobre pociones para reforzar su sexualidad y las preparaba en su laboratorio pero antes de beberlas se las hacía probar a sus empleados. Para corroborarlo les recomiendo leer el libro "El dictador y yo" de mi recordado amigo Carlos Samayoa Chinchilla, quien entonces trabajaba en la Secretaría de la Presidencia a cargo del licenciado Ernesto Rivas ("Rivitas"), el hombre de más confianza de Ubico. Ambos tuvieron que ser alguna vez sus conej¡llos de indias.
Hubo un caso sonado de un abogado que estaba recién casado y cuya esposa era muy atractiva y le gustó al dictador y lo mandó a llamar para decirle que quería que realizara un trabajo secreto en el extranjero, pero tenía que viajar solo, y le proporcionó el pasaje para Los Angeles, California, y le dijo que después le enviaría las instrucciones para su misión, pero lo que realmente quería era alejarle para que dejase sola y desamparada a su mujer y él tuviese oportunidad de acosarla. El abogado se cansó de esperar las instrucciones que nunca llegaron y cuando trató de regresar al país, el cónsul de Guatemala no le dio visa. Porque no hay que olvidar que en aquellos tiempos los guatemaltecos necesitábamos visa para entrar a nuestro propio país, porque así controlaban que no vinieran los indeseables o sus potenciales enemigos.
Todos los años había una celebración nacional por el cumpleaños del dictador, el 10 de noviembre, y afuera de la Casa Presidencial se formaban largas colas para entrar a felicitarle y darle la mano. Para uno de sus cumpleaños se hizo regalar por la Asamblea Nacional un collar de oro, platino, esmaltes y piedras preciosas valorado en Q50 mil de aquellos días, cuando los quetzales eran dólares y los dólares valían más que ahora; y otros años la Asamblea Legislativa destinó Q200 mil como "humilde regalo por sus muchos sacrificios en beneficio de la Patria". Además de esos regalitos, su sueldo mensual era de Q.11,790, que ahora sería equivalentes a mucho más. Pero todo era poco para satisfacer la inmensa vanidad y las ansias de poder del dictador que prácticamente era dueño de Guatemala porque se tenía que hacer todo lo que él quería. ¡Y pensar que todavía hay quiénes suspiran por ese tiempo y les gustan las dictaduras! Hay guatemaltecos que tienen vocación para soportar dictaduras militares con gobernantes con manos duras. ¡Qué tristeza!

De Ponce Vaides a Berger
Los generales Buenaventura Pineda, Eduardo Villagrán Ariza y Federico Ponce Vaides se presentaron en el Palacio Nacional el 1 de julio de 1944 para expresar su solidaridad al dictador Jorge Ubico y se llevaron la sorpresa de que éste se confundió y, era tanta su tensión nerviosa por los acontecimientos, que creyó que el motivo de la sorpresiva visita era pedirle su renuncia y se las tiró a los pies antes de abandonar su despacho con lágrimas en los ojos. Dos días después, Ponce Vaides se hizo cargo del Poder Ejecutivo como presidente provisorio con la aprobación de los serviles diputados ubiquistas de la Asamblea Nacional, durante una sesión ignominiosa en la cual los soldados invadieron el recinto parlamentario al mando del coronel Alfredo Castañeda. El único diputado que votó en contra y razonó su voto fue el señor Alejandro Córdova, un ex telegrafista que era propietario y director del diario vespertino El Imparcial, osadía que pagó con su vida pocos días más tarde, pero este crimen indignó a toda la República y sirvió de acicate para que se produjera la insurrección militar y cívica que principió la noche del 19 de octubre del mismo año y terminó el 20 al ser derrocado el “chafarote” dipsómano que trató de ser dictador.
Ponce Vaides era un típico “chafarote” y desde el primer día de los 108 que desafortunadamente se mantuvo en el poder, gobernó con mano dura y fue evidente su absoluto desprecio por la Constitución y las leyes. Era un hombre ignorante y sin cultura alguna, pero creyó que él podría ser la continuación de la dictadura ubiquista y a los pocos días ordenó una concentración de miles de indígenas de Patzicía en la capital para que desfilaran por las calles con garrotes y retratos de él prendidos en los sacos, gritando “¡Viva Ponce!” creyendo que así iba a amedrentar a los capitalinos. Esto fue precisamente lo que imitaron, muchos años después, los seguidores del general Efraín Ríos Montt cuando hicieron las marchas del jueves negro y el viernes de luto para intimidar a los magistrados de la Corte de Constitucionalidad para que le inscribieran como candidato presidencial a pesar de la expresa prohibición constitucional. ¡Y lo lograron porque los magistrados le ampararon y el Tribunal Electoral le inscribió!
Ponce Vaides era un irresponsable y cometió el crimen de que cuando trajo de Patzicía a esos miles de indígenas les prometió que si era elegido presidente les iba a repartir las tierras de los ladinos de ese pueblo, por lo que tenían que apoyarlo, y les aconsejó que, si lo derrocaban, empuñaran los machetes y pasaran por las armas a los ladinos. Y esto fue lo que causó el levantamiento de la población indígena en Patzicía cuando se supo el derrocamiento de Ponce el 20 de octubre de 1944. Muchos ladinos perdieron la vida entonces.
Al triunfo de la insurrección, asumió el poder un triunvirato denominado Junta Revolucionaria de Gobierno, integrado el civil Jorge Toriello Garrido y los militares mayor Francisco Javier Arana (sin cuya participación no habría tenido éxito el levantamiento en la Guardia de Honor), y el capitán Jacobo Árbenz Guzmán. Lo cual fue el principio de los diez años de “primavera democrática”, como ha sido llamado románticamente ese período en el que gobernaron el doctor Juan José Arévalo Bermejo, de grata recordación, y el coronel Jacobo Árbenz Guzmán, quien, como es sabido, fue derrocado por la intervención de la Agencia Central de Inteligencia (CIA en inglés) de los Estados Unidos de América que presidía el general Eisenhower, y la United Fruit Company, que orquestaron una invasión de un buen número de campesinos mercenarios nicaraguenses que proporcionó el dictador de ese país, general Anastasio Somoza García (“Tacho”) y un grupo de guatemaltecos anticomunistas que encabezó el coronel Carlos Castillo Armas, quien poco tiempo antes se había fugado de la Penitenciaría Central, donde estaba por haber tomado parte en un intento de apoderarse de la base militar La Aurora. Pero lo que realmente fue decisivo para obligar al presidente Árbenz a renunciar fue que sus compañeros de armas se negaron a darle apoyo porque temían y repudiaban el peligro de una infiltración comunista en el país.
Al renunciar Árbenz, el 27 de junio de 1954, le heredó arbitrariamente el poder a su amigo el coronel Carlos Enrique Díaz, Jefe de las Fuerzas Armadas, creyendo que a él sí le apoyaría el Ejército Nacional, pero se equivocó, porque no lo permitió el embajador de los Estados Unidos, John Peurifoy, y Díaz hizo honor a su apellido porque solamente un día estuvo al mando, porque el 28 de junio lo entregó a una junta que integraron el mismo coronel Díaz, el coronel José Ángel Sánchez, ministro de la Defensa y el coronel Elfego H. Monzón, allegado a la embajada estadounidense.
Esa junta sólo duró hasta el 29 de junio porque el 30 integraron otra junta los coroneles Elfego H. Monzón, José Luis Cruz Salazar y Mauricio Dubois. Esta junta tuvo un poco de más suerte porque se sostuvo hasta el 3 de julio, cuando los coroneles Elfego H. Monzón, Carlos Castillo Armas, José Luis Cruz Salazar, Mauricio Dubois y Enrique Trinidad Oliva integraron otra junta que se sostuvo 4 días. El 7 de julio se integró una nueva junta con los coroneles Carlos Castillo Armas, Elfego H. Monzón y Enrique Trinidad Oliva y se sostuvo hasta el 1 de septiembre, cuando asumió el poder el coronel Carlos Castillo Armas y gobernó de facto hasta el 4 de noviembre, cuando se celebró un plebiscito le dijo “si” para gobernar un período de 6 años. Es decir que el coronel Castillo Armas habría sido Presidente de la República hasta el 15 de marzo de 1960 si el 26 de julio de 1957 no hubiese sido asesinado en la Casa Presidencial.
A la muerte de Castillo Armas asumió el poder el primer designado a la presidencia, licenciado Luis Arturo González López (a quien le decían “Toto”), quien solamente pudo gobernar hasta el 24 de octubre de 1957 y le entregó el mando a un triunvirato compuesto por los coroneles Óscar Mendoza Azurdia, Roberto Lorenzana y Gonzalo Yurrita Nova. Estos mantuvieron el poder durante dos días solamente y llamaron al segundo designado a la presidencia, coronel Guillermo Flores Avendaño, quien gobernó hasta el 2 de marzo de 1958, y le entregó la Presidencia al general e ingeniero Miguel Ramón Ydígoras Fuentes, porque el 12 de febrero de 1958 había ganado las elecciones con la promesa de gobernar con “mano de acero inoxidable”. Pero no aplicó esa mano, ni tampoco una mano dura, porque era un militar ilustrado que había pasado varios años en Europa, tenía un extraordinario sentido del humor y trató de hacer un gobierno democrático y al final dar elecciones libres, en las que iba a participar el ex presidente Juan José Arévalo y esto no fue del agrado de los militares más reaccionarios, los de mano dura, quienes organizaron un cuartelazo y prácticamente obligaron a encabezarlo al ministro de la Defensa, coronel Enrique Peralta Azurdia, quien gobernó de facto y con mano relativamente dura hasta el 30 de junio de 1966, día que entregó el poder al licenciado Julio César Méndez Montenegro, quien había sido postulado candidato por el Partido Revolucionario, acompañado del licenciado y periodista Clemente Marroquìn Rojas, y ganaron la elección del 10 de mayo de 1966.
Costó un poco que los militares de mano dura y cabeza ídem accedieran a entregar el poder a estos dos civiles, porque se negaron a hacerlo hasta que les hicieron firmar un convenio vergonzoso cuyos puntos segundo y tercero decían: “Segundo: El Gobierno que se instaure en la última fecha indicada, cumplirá y hará cumplir estrictamente la letra y el espíritu de los artículos 27, 49 (párrafo segundo) y 64 de la Constitución de la República promulgada el 15 de septiembre de 1965. Así mismo, cumplirá y hará cumplir las demás leyes vigentes que proscriben tanto las actividades comunistas, individuales o colectivas, como las actividades que tiendan a fomentar esa ideología en el país. Tercero: El futuro Gobierno Constitucional continuará la lucha contra los grupos y facciones subversivos que perturban la paz y la seguridad nacionales y en ningún caso, ni bajo pretexto alguno, entrará en entendimientos o pactos con tales grupos y facciones, salvo que se tratare de proposiciones de rendición o capitulación de los mismos. En caso contrario, el Gobierno dará al Ejército toda la colaboración necesaria para eliminarlos”. ¿Qué tal? ¿Cómo lo ven desdiay?
El presidente Méndez Montenegro y el vicepresidente Marroquín Rojas sortearon muchos problemas con los reaccionaron de mano dura, como el episodio del secuestro del Arzobispo metropolitano monseñor Mario Casariego que llevó a cabo una tenebrosa organización anticomunista denominada “La Mano”, que lideraba Raúl Lorenzana. El 21 de marzo de 1970 ganaron las elecciones el entonces coronel Carlos Manuel Arana Osorio (poco tiempo después fue ascendido a general) y el licenciado Eduardo Cáceres Lehnhoff, postulados por el partido derechista y anticomunista Movimiento de Liberación Nacional (MLN). Sin lugar a dudas, este fue un gobierno con mano dura, sumamente dura, porque pasamos casi todo el período sin garantías constitucionales o con las garantías restringidas.
El general Arana inventó la fórmula para que después de él se sustituyesen en la Presidencia de la República los militares que estuviesen desempeñando el cargo de ministro de la Defensa y, para comenzar, el 1 de julio de 1974 le entregó la Presidencia a su ministro de la Defensa su gran amigo y probablemente su "centenario" el general Kjell Eugenio Laugerud García (a quien llamaba cariñosamente “shelito”), y el licenciado Cáceres Lehnhof entregó la vicepresidencia al licenciado Mario Sandoval Alarcón, máximo líder anticomunista del país. Un civil con mano sumamente dura por cierto.
Les sustiuyeron el general Fernando Romeo Lucas García y el doctor Francisco Villagrán Kramer, quien fue Vicepresidente hasta el 1 de septiembre de 1980, cuando renunció y fue sustituído por el coronel Óscar Mendoza Azurdia. A pesar de que habían ganado las elecciones que se celebraron el 13 de marzo de 1982 el ex ministro de la Defensa, general de división Aníbal Guevara Rodríguez y el ex Alcalde metropolitano licenciado Ramiro Ponce Monroy, unos jóvenes militares traviesos derrocaron al general Lucas para impedir que el general Guevara asumiera la Presidencia y el 23 de marzo se adueñaron del poder el coronel Víctor Manuel Argueta Villalta, el teniente coronel Mario René Enríquez Morales, el mayor Ángel Arturo Sánchez Gudiel y el capitán Carlos Rodolfo Muñoz Piloña. Pero ese mismo día se agregó el general Efraín Ríos Montt y unas horas más tarde conformaron con él un triunvirato el general Egberto Maldonado Schaad y el coronel Francisco Luis Gordillo. Hasta que el 10 de junio el general Ríos Montt se sacudió a los otros dos miembros del triunvirato y se autoproclamó “presidente” y gobernó con mano dura, durísima, hasta que, afortunadamente, el 8 de agosto de 1983 fue destituído por la Institución Armada y le sustituyó el ministro de la Defensa, general Óscar Humberto Mejía Víctores con el título de Jefe de Estado de facto.
Afortunadamente, la institución armada se percató de que era demasiado largo el tiempo que se habían mantenido en el poder y ya era hora de que se lo dejaran a los civiles, y el general Mejía cumplió con dar elecciones libres que ganaron los candidatos postulados por el Partido Democracia Cristiana Guatemalteca, licenciados Marco Vinicio Cerezo Arévalo y Roberto Carpio Nicolle, respectivamente. Después vino el ingeniero Jorge Serrano Elías, quien parece que se enloqueció con el poder y trató de ser dictador al cancelar por sus pistolas los poderes Legislativo y Judicial, pero le salió el tiro por la culata y pocos días después tuvo que irse al exilio a Panamá. Por designación del Congreso, le sustituyó el licenciado Ramiro Deleón Carpio (“huevos tibios”), quien traicionó a los diputados que le habían nombrado Presidente y “depuró” a los poderes Legislativo y Judicial. O sea que terminó haciendo exactamente lo mismo que había hecho su antecesor y le costó la Presidencia. A Deleón Carpio le sucedió Álvaro Arzú Irigoyen, quien después de gobernar decorosamente su período le pasó el poder al homicida y ex fugitivo de la justicia mexicana Alfonso Portillo Cabrera, quien gobernó con demagogia populista y mucha corrupción, y le pasó el mando al actual Presidente, licenciado Óscar Berger Perdomo, cuya gestión ha sido tan mediocre, tan mediocre, que ha provocado como reacción que por la desesperación que hay por la inseguridad imperante y el encarecimiento de la vida, muchos están pensando en elegir presidente a un general que dice que va a gobernar con mano dura...

miércoles, octubre 10, 2007

MEDICION DEL CONTENIDO DE CO2 ATMOSFERICO EN EL PRESENTE


1. Toma de Muestras de Aire Atmosférico a Nivel del Suelo:
Modelo de maletín con frascos de vidrio para la toma de muestras de aire atmosférico.


2. Toma de Muestras de Aire a Grandes Alturas:
Avión C-130 en vuelo tomando muestras de aire atmosférico.

Dentro del C-130 técnicos dirigiendo la toma de muestras de aire atmosférico y abajo los frascos en donde se guardan las muestras.


3. Extracción y Separación del CO2 en muestras de Aire:

Instrumento para la Extracción del CO2 en Muestras de Aire Atmosférico.


5. Análisis y Medición del contenido de CO2:

Espectrómetro de Masas.

MEDICION DEL CONTENIDO DE CO2 ATMOSFERICO DEL PASADO (HISTORICO)

1. Toma de muestra en los glaciares de las capas polares para datación y análisis del contenido de CO2 atrapado en las micro-burbujas de aire.

Científico tomando a mano una muestra cilíndrica de hielo glacial.


2. Recuperación de la Muestra Cilíndrica de hielo:

Científico recuperando la muestra cilíndrica de hielo de la sonda.


3. Medición e Identificación de la muestra de hielo tomada:


4. Almacenaje y Clasificación de las muestras de hielo:


5. Análisis del contenido de CO2 en las muestras utilizando un Espectrometro de Masas (similar al método anterior).



COMPUTO Y PRESENTACION DE LOS RESULTADOS




lunes, octubre 08, 2007

Un Paraíso que Terminará

Durante siglos, profetas, teólogos y científicos han debatido sobre cuán cerca está el Fin del Mundo o el Fin de la Civilización.

Algunos piensan que el final está escrito y no hay nada que podamos hacer para cambiarlo. Otros opinan que depende de un ser superior (un Dios), y también están los que dicen que la destrucción del planeta será causada por un desastre natural o por el propio hombre.

Es difícil pensar que la Tierra o sus casi 6,500 millones de habitantes humanos dejarán de existir. Pero 99 por ciento de las especies que han vivido sobre el planeta durante su larga historia se han extinguido, incluidos nuestros antepasados homínidos.

Por eso, la pregunta no es si pasará. La incertidumbre radica en cuándo y cómo ocurrirá...
La Sabiduría Maya: El 21 de diciembre de 2012 es la última fecha que aparece en el complejo calendario Maya. Supuestamente, según los sabios de esa cultura indígena, ese día terminará el mundo.

Los profetas mayas predijeron que la Tierra sería destruida a consecuencia de una serie de devastadores incendios, tormentas e inundaciones, fenómenos que según expertos podrían afectar al planeta bajo las influencias de una erupción solar.

Algunos estudiosos de los mayas, por su parte, interpretan la fecha no como el fin del mundo, pero como el final de que algo viejo muere y a la vez marca el nacimiento de una nueva era dorada.



El calentamiento global: Aunque la contaminación mata cada año a medio millón de personas, los científicos dicen que mientras más caliente se vuelva la Tierra debido a la polución ambiental, más catastrófico será el impacto en las cosechas y en la transmisión de enfermedades contagiosas, en el futuro.

Cuanto mayor es la temperatura, más gases quedan atrapados en la atmósfera, que genera más calor.


Epidemias globales: Si la Tierra no desaparece, los organismos que la comparten con nosotros probablemente lo harán. Gérmenes y humanos siempre han coexistido, pero a veces ocurre un desequilibrio y los microscópicos ganan terreno.

La Plaga Negra mató a uno de cada cuatro europeos en el siglo XIV. La influenza dejó sin vida a más de 20 millones de personas entre 1918 y 1919; mientras que en la actualidad el flagelo es el virus del sida.

Lo peor: Algunas enfermedades como el cólera y la polio, están resurgiendo debido a que no se están tomando medidas necesarias para evitar su propagación. Cada año, cerca de 2 millones de personas mueren anualmente a causa de enfermedades "perfectamente curables".

El Apocalipsis: Varias religiones anuncian que el final de los días está anunciado en los textos sagrados, siendo el más famoso el Apocalipsis de San Juan y su famoso 666, el número de la bestia.

Otros señalan que no hay nada escrito, y que como dijo el evangelista Mateo, el Día del Juicio Final vendrá "como un ladrón en la noche", y que por lo tanto es inútil buscar códigos y profecías.




domingo, octubre 07, 2007

EXTINCION O EXTERMINACION

En biología y ecología, la extinción es la desaparición de una especie o grupo de especies. Una especie se extingue a partir del momento en que muere el último individuo de esa especie. En las especies que se reproducen sexualmente, la extinción es generalmente inevitable cuando sólo queda un individuo de la especie, o únicamente individuos del mismo sexo. La extinción es un fenómeno relativamente frecuente en la historia de la Tierra (en términos del tiempo geológico).

Actualmente, muchos grupos ambientales y gobiernos se preocupan por la extinción de especies debido a la intervención del hombre. Algunas de las razones para la extinción incluyen la persecución directa, la contaminación, la destrucción de su hábitat, la introducción de nuevos depredadores...

En la historia de la vida sobre la Tierra se cuentan cinco extinciones masivas. En ellas muchas especies desaparecieron en un período de tiempo geológico relativamente corto. En el más reciente de ellos, la extinción masiva del Cretácico-Terciario de hace 65 millones de años al final del período cretáceo desaparecieron de la Tierra los dinosaurios. Se piensa que algunas de estas extinciones pudieron deberse al impacto de asteroides o la acción de supervolcanes.

Probablemente la mayor extinción masiva ocurrió hace aproximadamente 250 millones de años, a finales del período Pérmico. Esta extinción no fue instantánea, sino que sucedió a lo largo de unos 80.000 años y se cree que diversos factores le dieron origen: gigantescas erupciones volcánicas en la región de Siberia comenzaron un proceso de efecto invernadero que elevó las temperaturas del planeta unos 5 grados, suficiente para eliminar a varias especies de la flora y fauna. Posteriormente un gigantesco asteroide, de unos 15 km de diámetro, impactó la Tierra. La energía del choque y el material despedido a la atmósfera aumentó aún más el efecto invernadero. Muchas más especies fueron eliminadas. Finalmente, el incremento de la temperatura de los océanos en unos 10 grados provocó la evaporación de gas metano congelado naturalmente en las profundidades marinas. Esto liberó enormes cantidades de gas carbono 12 a la atmósfera. Todo esto generó un gran cambio climático que, después de 80.000 años, provocó la eliminación del 95% de la vida terrestre y marina, abriendo las puertas a la evolución de los dinosaurios.

La mayoría de los biólogos piensan que estamos a las puertas de una nueva extinción masiva, la sexta, que estaría causada principalmente por el hombre: la extinción holocena. Sin embargo, el hecho de ser algo actual impide ver el problema con la debida perspectiva histórica, por lo que hay disparidad de opiniones al respecto.

El Movimiento por la Extinción Humana Voluntaria es un movimiento ecología profunda que respalda la extinción voluntaria de la raza humana a favor del bienestar de miles de otras especies que sufren extinción o deterioro infligidos por esa sola especie, que ha proliferado exageradamente, despojando a otros seres de su libertad y espacio. Tiene miembros en diversos países y puede afirmarse que los ha tenido en diferentes épocas de la historia. Es conocido por sus siglas en inglés VHEMT (Voluntary Extinction Movement, pronunciado "vehement", por lo que sus miembros se autodenominan “vehementes”). Uno de sus lemas, que resume brevemente su meta, es: "vive y disfruta mucho y luego muere". La organización no aboga por asesinato, suicidio, aborto, ni ningún método violento; en cambio, propone que todos los humanos se abstengan de reproducirse. Tal posición no es rara en la visión mundial de la ecología profunda, que observa a los humanos en iguales términos morales a los de la biosfera terrestre.

El movimiento reconoce dos niveles de apoyo: Los "voluntarios" que son personas inclinadas hacia la meta de la eventual extinción humana, que han decidido no tener ningún hijo biológico (o ninguno más si acaso ya los tuvieron antes de entrar al movimiento) para favorecer tal meta. Los "simpatizantes" son quienes piensan que la especie humana no debería extinguirse, pero sí que será benéfico que la raza humana reduzca drásticamente sus números, para lo cual la no-reproducción voluntaria es una estrategia indolora y moralmente loable. Ellos igualmente han decidido no procrear nunca, para poner su ejemplo al resto de la sociedad. Las filosofía de los “simpatizantes” queda un poco en línea con la de otros movimientos como los de Population Connection o de Negative Population Growth.

Existe una escisión de este movimiento denominada Movimiento por la Extinción Violenta de Palomar, que aboga simplemente por la destrucción del ser vivo que lleva su nombre para mejorar sustancialmente las condiciones y la calidad de vida de la totalidad de los seres vivos, humanos o no, de nuestro planeta.

martes, octubre 02, 2007

En el nombre del Padre

A 34 años de la muerte de Salvador Allende y seis de los ataques en EE. UU., les envío las columnas que publiqué en Nuestro Diario con motivo de este último acontecimiento, y que unas semanas después me ganaron la visita a domicilio de un militar guatemalteco, quien llegó como emisario del Imperio a pedirme explicaciones y, de paso, dejar caer un par amenazas si no "cambiaba el tono"...
Como he visto que en este foro se permite compartir experiencias pasadas, y en algún momento me invitó Oscar Asturias a compartir algo de mi cosecha, aquí va. No es narrativa ni poesía, sino artículos periodísticos; sorry...
Lo pueden leer cuando no tengan nada mejor que hacer...
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En el nombre del Padre
María Cristina Arias
ulises2@intelnett.com

Las apocalípticas imágenes de destrucción que dejaron los ataques perpetrados por terroristas suicidas en Nueva York y Washington han conmocionado al mundo entero. La tragedia superó cualquier desastre imaginado por las mentes más fértiles, incluso los utilizados como trama en decenas de películas producidas en Estados Unidos, como “Ataque a Nueva York”, “El día después” y tantas otras, cuyo carácter de ficción, paradójicamente, parece haberse desvanecido frente a esta hecatombe. Sin embargo, no es la primera vez que ocurre una catástrofe de tales proporciones. La diferencia es que en este caso, además de reales, tuvieron como escenario a un país que ha promovido todas sus guerras en otras naciones.
Corea y Vietnam, así como Europa, han sido campos de batalla para Estados Unidos, con similar calvario para quienes fueron devastados por sus fuerzas militares. Al parecer, ahora nadie tiene la intención de comparar la calamidad de que fue víctima la Gran Manzana, como se conoce a la isla de Manhattan, ubicada en el corazón de Nueva York, donde murieron miles de civiles, con la protagonizada por el Ejército estadounidense en Hiroshima y Nagasaki en 1945, donde no un sector, sino dos ciudades enteras, con sus habitantes, también civiles, fueron aniquiladas por sendas bombas atómicas.
En esta ocasión, el espanto se puso de manifiesto en su propio territorio, y por eso el pueblo de Estados Unidos ha tomado conciencia de su vulnerabilidad y de los alcances de las acciones bélicas. Un país acostumbrado a proclamar héroes a los que actúan y descalificar a los que piensan, no estaba preparado, sin duda, para sufrir las desproporciones de ese tipo de violencia en sus propias entrañas. Hasta este momento, las víctimas no sólo eran personas anónimas o desconocidas, sino que también habían servido de vehículo para que Estados Unidos obtuviera la victoria, todo ello en nombre de la Democracia. No contaban con que uno de sus tantos adversarios podía cometer los mismos horrores, sólo que esta vez, en el nombre del Padre. (Continuará).


En el nombre del Padre (II)
María Cristina Arias

Las guerras religiosas –o al menos su ánimo justificador- no son novedad. La conquista española en América blandió como estandarte “visible” la cristianización. Eso les dio a los invasores un motivo “benévolo” para esclavizar a los primigenios habitantes de este continente, y a la vez disfrazar sus ansias de dominación, en el nombre del Padre. Dicha causa había sido enarbolada con dudosa eficacia en las Cruzadas, cuyas huestes pretendían recuperar el Santo Sepulcro, en manos de los “infieles”. Con similar pretexto, España expulsó a judíos y árabes de su territorio, sin tomarse la molestia de agradecerles el enorme caudal que éstos heredaron a su cultura y desarrollo.
Siglos antes, la idea de Guerra Santa había permitido al profeta Mahoma la unificación de los pueblos árabes bajo la égida del Islam, y ello fue una razón de peso para que la Iglesia Católica promoviera la conversión de los reyes bárbaros, con el fin de consolidar su poder en Europa. En realidad, estas contiendas no han sido precisamente religiosas, aunque sí el pretexto, porque han estado más identificadas con la lucha entre los pueblos que ostentan el poder económico y político, y aquellos que son oprimidos. Así como tampoco el conflicto de Irlanda del Norte se reduce a una pugna entre católicos y protestantes, sino a la ausencia de los primeros en la toma de decisiones que afectan a su comunidad.
En el territorio que actualmente ocupa Estados Unidos los ingleses no fueron tan sutiles y aniquilaron a los indígenas -con la misma saña con que exterminaron a los bisontes-, cuyos escasos descendientes fueron confinados a “ghetos”, que eufemísticamente llaman “reservaciones”. En su mayoría, los ingleses que invadieron América del Norte también buscaban un espacio donde desenvolverse a gusto, luego de la escisión provocada por Martín Lutero, quien se separó de la Iglesia Católica y fundó su propia corriente cristiana protestante. Si bien prefirieron denominarse “colonizadores”, no vacilaron en comprar esclavos africanos para llevar a cabo las tareas más inhumanas, que los indígenas masacrados ya no podían efectuar. (Continuará).

En el nombre del Padre (III)
María Cristina Arias

Estados Unidos, adalid de la Libertad y la Democracia, y defensor a conveniencia de los Derechos Humanos, cimentó su imperio en la matanza sistemática de los indígenas que poblaban su actual territorio, y en la esclavitud, de la cual fueron víctimas, en sus comienzos, los africanos, y desde principios del siglo pasado, las naciones latinoamericanas. Aun así, el nombre del Padre fue –y permanece- invocado en su Constitución, y todavía se puede leer en su moneda nacional. Al calor de esa emblemática consigna, el país del Norte instauró la expoliación de recursos naturales de América Latina, con el único fin de acrecentar su riqueza, donde, a través de la corrupción de sus serviles aliados, instaló y sostuvo regímenes despóticos.
Asimismo, utilizó durante casi cuatro décadas esta parte del continente para medir fuerzas con su adversario de turno, la extinta Unión Soviética, lo cual llevó a una guerra fratricida entre terceros, de la que oportunamente se desligó. No deja de resultar curioso que para todo ello Estados Unidos se autoproclamó –no podía ser de otra manera- la imagen del Bien, que fomentaba esas luchas para extirpar el Mal, entonces entendido como “la amenaza comunista”. Cuando ese enfoque dejó de ser productivo, y el conflicto comenzó a dar más pérdidas que ganancias, se lanzó sin dudarlo a la defensa de los Derechos Humanos, y suplió a los tiranos con gobiernos “democráticos”.
Mientras promovía libertades ajenas, en la segunda mitad del siglo XX el imperio aún se debatía en la disyuntiva de reconocer los derechos civiles de los afroamericanos o mantenerlos a raya. Su acendrado racismo tuvo que ser atenuado con leyes propicias, y evitó un levantamiento social que, de haberse fortalecido, habría implicado consecuencias insospechadas para su “Democracia”. Gracias a ello, Estados Unidos obtuvo con esos eternos desplazados “carne de cañón” para enviar a la vergonzosa guerra de Corea y, más adelante, a la de Vietnam. Una vez fueron cayendo en desuso estas variadas etapas de “salvación”, el tema se trasladó al narcotráfico, que permitiría perpetuar su injerencia en los asuntos latinoamericanos. (Continuará).

En el nombre del Padre (y IV)
María Cristina Arias

La Guerra contra el Terrorismo, declarada por Estados Unidos, es una respuesta tardía a un problema que ha afectado durante décadas al mundo entero. Sin embargo, la toma de conciencia surge ahora, porque se perpetró en su territorio. La aeronave de Cubana de Aviación que explotó en pleno vuelo en 1976, con saldo de sus 73 ocupantes muertos, fue obra de Luis Posada Carriles, reconocido anticastrista, apoyado por la Fundación Nacional Cubano-Americana, con sede en Miami. Entre sus múltiples intentos, este terrorista trató de eliminar a Fidel Castro en noviembre del año pasado en Panamá, cuando el presidente cubano viajó a ese país con motivo de la X Cumbre Iberoamericana.
Como consecuencia de este último hecho, Posada Carriles está detenido desde entonces en Panamá, y los trámites para su extradición continúan en el limbo. ¿Qué habría pasado si Castro hubiese decidido atacar Panamá, para “cazar” al enemigo de la Revolución, “vivo o muerto”? No obstante, EE.UU. se arrogó este derecho el 19 de diciembre de 1989, cuando invadió ese país del Istmo, bajo el pretexto de “liberarlo” de la tiranía de Manuel Antonio Noriega, y no dudó en arrasar barrios completos, como El Chorrillo y San Miguelito, y Colón. Si bien el número de civiles muertos en estos ataques nunca fue dado a conocer oficialmente, se calcula las pérdidas humanas en millares. Se afirma que sólo en El Chorrillo sucumbieron 10 mil personas.
Estos cadáveres fueron arrojados a fosas comunes; poco después, ante las presiones de una comisión integrada para el efecto, algunos fueron exhumados y entregados a sus familiares, aunque la dimensión del aniquilamiento fue convenientemente desestimada por la comunidad internacional, que no juzgó oportuno señalar a EE. UU. de una masacre de tal naturaleza. Esta, como otras atrocidades cometidas por el imperio en el nombre del Padre (“Dios bendiga a los Estados Unidos de América”), quedó en el olvido, pues no causa el mismo impacto ante la mirada del mundo la destrucción de barriadas pobres de Panamá –que nadie se atrevió a calificar de ataque terrorista, pese a que también fue indiscriminado y en contra de civiles- que la observada en el Centro Mundial del Comercio en Nueva York.

APRENDIZ DE BRUJO
María Cristina Arias

Gilles Bertin, corresponsal de la AFP en Pakistán y Afganistán de 1987 a 1989, hace un interesante recuento histórico sobre la presencia de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA, por sus siglas en inglés) en los países mencionados: “Para quebrar a los soviéticos y vengarse de su derrota en Vietnam, EE. UU. apoyó fuertemente –durante 10 años- a los más fundamentalistas mujaidines y a la legión árabe, de la cual Osama bin Laden era uno de los pilares. La CIA y el ISI (Servicio Secreto paquistaní) proporcionaban el 80 por ciento de su ayuda en armas, material y dinero a los jefes mujaidines más radicales, como el Hezb-islami, de Gulbuddin Hekmatyar; a Rasul Sayyaf y a los miles de combatientes árabes financiados también por Arabia Saudita.
“Los servicios secretos del general Hamid Gul, cercano a los islamistas radicales, habían obtenido de la CIA el derecho de repartir las armas, los materiales y cohetes tierra-aire Stinger, de fabricación estadounidense. A menudo criticados por los especialistas europeos, quienes los acusaban de jugar a aprendiz de brujo y de fabricar una bomba de tiempo, los miembros de la CIA, basados en Islamabad y Peshawar (Pakistán), decían que el reparto se hacía en función de las pruebas aportadas por los mujaidines, por medio de videos, pero no ocultaban el deseo de tomar la revancha por la guerra de Vietnam, y estimaban poder recuperar el material más peligroso después de la caída de Kabul (Afganistán).
“Con esta óptica, fueron apartados deliberadamente de la mayor parte del abastecimiento en armas los mujaidines moderados de Ahmed Shah Massud (del Jamiat-i-islami), los grupos nacionalistas más bien pro occidentales y los monarquistas de Gailani. El comandante Massud, especialmente mal visto por la CIA y el ISI, no iba prácticamente nunca a Islamabad o Peshawar (Pakistán) para el reparto de armas, como hacían los otros jefes de guerra o dirigentes de los partidos políticos mujaidines. A comienzos de los años 80, la legión árabe, formada por sauditas, argelinos, tunecinos, marroquíes, egipcios, yemenitas, somalíes y algunos escasos musulmanes estadounidenses, cooperaban muy poco en el terreno con la mayor parte de los grupos mujaidines”. (Continuará).

APRENDIZ DE BRUJO (II)
María Cristina Arias

Prosigue Gilles Bertin, corresponsal de la agencia de noticias AFP, en su recuento del apoyo de la CIA a Osama bin Laden: “Ocurría a veces, como durante los violentos asaltos para la toma de la ciudad de Jalalabad (noreste de Afganistán), que los comandantes mujaidines se retiraban del frente cuando llegaban los combatientes árabes, lo que provocaba el fracaso del ataque. Esos jóvenes militantes islámicos, muy motivados, se beneficiaban de un apoyo sin fallas de la CIA, el ISI (Servicio Secreto paquistaní), Arabia Saudita y los Hermanos Musulmanes. Las ONG (organizaciones no gubernamentales) basadas en Peshawar (noreste de Pakistán) y la Cruz Roja Internacional debieron hacer frente a la agresividad de esos combatientes, mientras que, en Afganistán, los mujaidines tenían a menudo que proteger a periodistas occidentales considerados como infieles, enemigos del Islam.
“Los mujaidines fundamentalistas y los voluntarios de los países árabes, en su mayoría wahabitas (sauditas) jamás ocultaron su hostilidad hacia los occidentales. La CIA pudo recuperar, después de la partida de las tropas soviéticas en 1989, una gran parte de los misiles Stinger, comprándolos para que no cayeran en manos de grupos terroristas islámicos. Bajo el impulso del ISI, la legión árabe fue puesta en actividad restringida, después de la llegada al poder en Kabul de los mujaidines, y se unió rápidamente a los talibán, preparados por los paquistaníes, hasta constituir hoy ocho o 10 mil hombres, la punta de lanza del mulah Omar (líder espiritual de los talibán)”.
En esta breve reseña, Gilles alude al carácter voluble de EE. UU., a través de la CIA, que hasta hace poco menos de una década, cuando se trataba de combatir a la ahora desarticulada Unión Soviética, no vaciló en utilizar los medios que tenía a su alcance para respaldar a Osama bin Laden, a quien ahora califica de “enemigo número uno”. Asimismo, recuerda la postura de Arabia Saudita y Pakistán, que en aquel momento apoyaron a los fundamentalistas mujaidines, a quienes ahora pretenden combatir gracias a una frágil y riesgosa luna de miel junto al Ejército estadounidense, lo cual puede tener giros insospechados.

El arco iris del odio
María Cristina Arias

En su momento, los buenos y los malos han sido colocados en un bando u otro, y así se han alternado, caprichosamente, aliados y enemigos en el juego sociopolítico de Estados Unidos. Hollywood fue de gran ayuda para lograr este propósito. Las películas de vaqueros que nos mostraban a despiadados pieles rojas arrancando cuanta cabellera rubia tenían a su alcance –es preciso destacar que estos papeles los hacían mexicanos, a falta de “producto nacional”, casi extinguido- perdieron su auge, cuando los malos cambiaron al color amarillo. A partir de ahí, chinos, japoneses, coreanos y vietnamitas tomaron la bandera de la crueldad.
La Guerra Fría también fue un tema recurrente en el cine, que recobró una intensa tonalidad roja en las cintas de espionaje, decididas a culpar de todos los males de la humanidad a la implacable Unión Soviética, con los rusos a la cabeza, que más tarde se extendió a las películas de extraterrestres, identificados como los invasores monstruosos que pretendían destruir a la civilización occidental. En el marco de esta oscilante visión de la realidad, el arco iris del odio -estigmatizado por el racismo- se oscureció oportunamente, y transitaron por la pantalla los sicilianos mafiosos y los afroamericanos pandilleros, quienes fueron desplazados más adelante por los latinos narcotraficantes.
Sin embargo, a la hora de elegir autoridades, los candidatos se ocuparon de captar los votos de estos desplazados, y elogiar los valores familiares de los italianos, el espíritu de sacrificio de los negros y la laboriosidad de los latinoamericanos. De igual manera, a partir del 11 de septiembre, el prisma de la intolerancia se ha enfocado en la piel cetrina del pueblo árabe. Según la última moda en odios, cualquiera que use turbante o tenga la piel aceitunada es un terrorista en potencia.
A tanto ha llegado la pérdida de la cordura, que un ciudadano de la India, perteneciente a la religión sik, fue acribillado a balazos por un enardecido estadounidense sólo por llevar barba y tener la cabeza cubierta. Habrá que esperar un tiempo, cuando el enemigo tome otra apariencia, y entonces nos enseñarán a ver a los musulmanes como la imagen del bien.


MUNDO CURIOSO
María Cristina Arias

Al ternero de dos cabezas y la mujer barbuda, infaltables en las ferias de esperpentos, podrían sumarse los criterios esgrimidos por Estados Unidos en su convocatoria a la histeria general, con motivo de la Guerra contra el Terrorismo. Lo anterior no escapa a los escépticos, que han expresado sus dudas en distintas cadenas noticiosas de ese país. El conocido Larry King, cuyo programa de entrevistas es considerado uno de los más serios, preguntó a un invitado si no estimaba inconsecuente que EE. UU. bombardee un país, y luego le asegure a ese mismo país que se preocupa por su futuro.
Asimismo, en Choque de Opiniones, transmitido por CNN, un analista planteó que con la misma “buena voluntad” con la que EE. UU. adiestró, subvencionó y respaldó a Osama bin Laden, ahora había emprendido una guerra para eliminarlo. Se preguntó: “¿a qué monstruos va a alimentar ahora?”, porque había abierto las puertas a una guerra no convencional, que deja un margen muy amplio, de alcances riesgosos. A ello se agrega la solicitud de revisar una ley suprimida durante el mandato del presidente Ford, mediante la cual se permitía asesinar a líderes extranjeros, otro marco demasiado vasto.
Sin embargo, el circo de incongruencias también ha llegado a Guatemala. El titular de la Defensa, Eduardo Arévalo Lacs, anunció que un contingente de 30 kaibiles y paracaidistas se encuentra listo para viajar a EE. UU. o incluso a Afganistán, cuando el país del Norte lo solicite. La pregunta del millón es por qué miembros de esas dos fuerzas elites, entrenados para la lucha contrainsurgente, fueron elegidos para efectuar, según el ministro, tareas de paramédicos, ingenieros, y especialistas en computación y sanidad.
Tal vez la respuesta resida en la similitud de la solidaria campaña de “fusiles y frijoles”, proclamada por Efraín Ríos Montt durante su breve gobierno de facto, y los “misiles y alimentos” con los que EE. UU. pretende ganarse la voluntad de los afganos. La fraternal coincidencia podría extenderse a las 200 mil víctimas que dejó el conflicto armado en el país y los millares de civiles que sucumbirán en la Guerra contra el Terrorismo. Pero como dijo un coronel retirado estadounidense, de apellido Pino, en un ataque armado, “esos son daños colaterales”.

INVOCAN LICENCIA PARA ASESINAR
María Cristina Arias

La Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos, siempre tan bien dispuesta a prestar sus servicios por el bien de la Humanidad, está en una encrucijada. No es fácil recabar información mediante métodos legales, con lo cual es obvio que no está familiarizada. Por ello, no pudo prever los pavorosos ataques a las Torres Gemelas, que dejaron saldo de más de cinco mil civiles muertos y desaparecidos.
Exhortada a no descuidar los recursos humanos en beneficio de la tecnología (como los satélites espía), los diferentes servicios secretos podrían gozar nuevamente del derecho de asesinar líderes extranjeros y reclutar agentes dobles –incluso con récord de violaciones de los Derechos Humanos-, dos restricciones que entraron en vigencia hace unos 25 años, y cuyo restablecimiento han invocado en los últimos días responsables del Congreso y el Ejecutivo de EE. UU.
En 1976, Gerald Ford prohibió por decreto presidencial los asesinatos políticos, tras las revelaciones sobre las infructuosas tentativas de eliminar al mandatario cubano Fidel Castro. Un cuarto de siglo después, y a causa de los ataques del 11 de septiembre, el senador republicano Richard Lugar y el demócrata Bob Graham recomiendan su reimplantación como medida de “autodefensa”. A su vez, el secretario de Estado, Colin Powell, no excluye ese cambio: “Examinamos todo; cómo trabaja la CIA, el FBI –seguridad federal-, si hay leyes que es necesario cambiar”.
El debate público comenzó. El diario conservador Washington Times apoya los asesinatos selectivos. Aduce que los ataques militares matan a más inocentes. Sin embargo, el New York Times advierte sobre “una precipitación que dañe los principios de la democracia estadounidense”. “La infiltración de las redes terroristas es indispensable, pero muy difícil”, estima Frank Cilluffo, especialista en crimen organizado e Inteligencia. Según él, los gobernantes estadounidenses deben también estar dispuestos a asumir los riesgos del fracaso. “Es necesario reclutar gente con sangre en las manos, para evitar que corra sangre de inocentes. Los terroristas no son boy scouts”, afirma. (Continuará).

INVOCAN LICENCIA PARA ASESINAR (II)
María Cristina Arias

El nombre de “Justicia infinita”, con el que Estados Unidos bautizó en un primer momento a la operación destinada a erradicar el terrorismo del planeta, tuvo que ser cambiado a “Justicia duradera”, porque hasta sus autoridades pueden advertir que ningún ejército, por muy patriota que sea, está dispuesto a perderse en el inextricable laberinto del tiempo. No obstante los recurrentes desaciertos de su política exterior, el imperio está decidido a incursionar en las arenas movedizas que le ofrecen sus flamantes aliados, como la otrora abominable Rusia, para darle vida a una red antiterrorista que abarque a toda aquella nación que no le simpatice.
Irak espera ser atacado, y para muestra, un botón. Hace pocos días, aviones “aliados” bombardearon la zona de exclusión de ese país con el fin de “evitar”, a su vez, ser agredidos. Por ello, pese a que negó su participación en la destrucción de las Torres Gemelas y el Pentágono, y el vicepresidente Dick Chenney admitió que no había pruebas de lo contrario, Irak tuvo el dudoso honor de haber sido blanco de la primera provocación. Por su parte, Washington no ha ocultado su determinación de ampliar sus objetivos. Desde hace años, EUA tiene una lista negra en la que ha incluido a todos los países que, en su opinión, patrocinan el terrorismo internacional.
Entre ellos figuran cinco del Medio Oriente: Siria, Sudán, Libia, Irán e Irak, además de Afganistán, Cuba y Corea del Norte. Según esta lista, Irak acoge en su territorio a grupos como el Frente Árabe de Liberación, Frente de Liberación de Palestina y la organización palestina de Abu Nidal, responsable de atentados en la década de 1980. En una situación igualmente comprometida aparece Siria, colocada entre la espada y la pared por su apoyo a los grupos de resistencia palestina contra la ocupación israelí. Se supone que ese Gobierno respalda al grupo chií libanés Hizbulá, que lideró la resistencia islámica contra la ocupación israelí en el sur del Líbano, y que ha prometido continuar la lucha, al considerar incompleta la retirada de Israel de la zona, en mayo de 2000. (Continuará).


INVOCAN LICENCIA PARA ASESINAR (y III)
María Cristina Arias

El secretario de Estado de EUA, Colin Powell, puntualizó que la represalia de su Gobierno no se limita a los ataques en Afganistán: “Cuando nos hayamos encargado de la red Al-Quaeda y de Osama bin Laden, ampliaremos esa campaña para ir tras otras organizaciones y formas de terrorismo en todo el mundo”. Entre los objetivos también se incluiría el Líbano, puesto que su Gobierno ha sido señalado de ocultar a integrantes del Hizbulá, el Movimiento para la Resistencia Islámica Hamas y la Yihad (Guerra Santa) de Palestina.
Asimismo, Sudán, donde EUA bombardeó en 1998 una fábrica de medicamentos situada en la ciudad de Jartum, en respuesta a los ataques en las embajadas estadounidenses de Kenia y Tanzania, cuya destrucción dejó saldo de 224 muertos. A la tensa espera se suma Yemen, donde la acción de un comando suicida islámico causó la muerte de 17 marineros a bordo del destructor norteamericano Cole, el 12 de octubre del año pasado. En estos dos últimos casos, de acuerdo con informaciones de Inteligencia de EUA, está implicado Bin Laden.
A estos países y a los citados en mi columna anterior –Irak, Siria, Irán, Corea del Norte y Cuba-, que según EUA dan cobijo a organizaciones terroristas, se podría extender el marco de acción de la derogada licencia para asesinar a líderes extranjeros, si ésta es nuevamente puesta en vigencia. De la misma manera, cabe la posibilidad de que su infraestructura y población civil también sean diezmadas con una campaña bélica como la que en la actualidad asuela a Afganistán.
En medio de la hostilidad, la “misericordia” también ha sido invocada por el presidente George W. Bush, quien antes de partir hacia China destacó que EUA es un gobierno “compasivo”, que bombardea Afganistán, pero también deja caer alimentos para los “inocentes”. Tal vez quiso decir “sobrevivientes”, puesto que las imágenes que llegan por la televisión muestran a un pueblo afgano devastado, sin servicios esenciales como energía eléctrica y agua potable, casas de adobe pulverizadas con misiles y una desesperación que sólo es comparable a la de las víctimas del Holocausto, que Hitler exterminó para ofrecerle a Europa “un mundo mejor”.

EL EJERCICIO DEL CRITERIO
María Cristina Arias

Lo más parecido que tuve a una madre fue una mujer judía, quien pudo salir de Alemania poco antes de ser llevada a un campo de concentración y que, por azares del destino, llegó a Uruguay, donde la conocí. Me dio todo el apoyo y cariño que emanaba de su espíritu generoso, y a ella le debo los esquivos buenos momentos de mi niñez. No puedo evocarla sin que se me encoja el corazón. Curiosamente, el primer libro que me regaló fue “El hombre que calculaba”, de un árabe cuyo pseudónimo era Malba Tahan, que aún conservo. De sus enseñanzas, la más enriquecedora que recuerdo fue que siempre insistió en el ejercicio del criterio, incluso si para ello era preciso cuestionar las “verdades absolutas” que con frecuencia nos imponen.
Por esa razón, no se sintió traicionada cuando – todavía una niña- yo puse en duda la ocupación de Israel en territorios palestinos, porque el amor que me prodigó y que traté de retribuirle con toda mi alma trascendía nuestros desacuerdos. Ese mismo temple le permitió aceptar, sin ser militante, que uno de sus hijos participara en un movimiento político que fue perseguido con extrema crueldad en mi país de origen. Todo ello me vino a la memoria estos días, ante la polarización surgida por el despliegue bélico que Estados Unidos está llevando a cabo en Afganistán. En especial, cuando una vecina me comentó que si tenía que elegir entre George W. Bush y Osama bin Laden, se quedaba con el primero.
La elección parece fácil, si la polémica se limita a los últimos acontecimientos. Sin embargo, primero habría que definir qué es lo que nos mueve a la angustia: los cinco mil muertos y desaparecidos en las Torres Gemelas o las víctimas inocentes en general. Porque si de sufrimiento se trata, tan inhumano es desvanecerse a causa del impacto de un avión repleto de combustible que se estrella contra un edificio, que sucumbir despedazado bajo las bombas, como ocurrió en Panamá, en 1989, o quedar derretido por una explosión atómica, como sucedió en Japón, en 1945. El común denominador es que todos ellos eran civiles, y fueron sorprendidos por una muerte igualmente sórdida e injustificable. (Continuará).


EL EJERCICIO DEL CRITERIO (y II)
María Cristina Arias

A finales de septiembre vino a mi casa de visita un coronel, a quien no veía desde hacía unos años, y me indicó que había estado leyendo mis columnas. En la conversación, puso en tela de juicio mis críticas vertidas sobre la escasa solvencia moral del Gobierno de Estados Unidos para erigirse como primordial víctima del terrorismo. Le expliqué los argumentos expresados en mis artículos, los cuales, al parecer, no entendió, porque cuando se despedía me dijo a manera de fallo condenatorio: “Entonces, quiere decir que estás a favor de los terroristas (árabes)”.
No me pareció oportuno ahondar en la mente polarizada de un oficial del Ejército, quien todavía sueña con que Fidel Castro sea asesinado, y exponerle que el terrorismo, venga de donde viniere, es execrable, porque advertí que su admiración por el país del Norte, así como sus principios inalterados que llevaron a la lucha fratricida que devastó Guatemala durante 34 años, conserva su carácter “granítico”, y es una tarea de romanos no me corresponde efectuar.
El dilema trazado por George W. Bush, de que quien no se solidariza con EUA está a favor del terrorismo es, además de absolutamente falto de sustento racional, una resbaladiza trampa para incautos. En el mismo marco de incongruencias vi a una compañera de trabajo con una playera que llevaba inscrita en su parte posterior una leyenda que decía al final, en alusión a los ataques en Nueva York, algo así como “ahora tienen lo que se merecen”. La afirmación es, sin duda, una oda a la insensatez. En primer lugar, porque antes habría que determinar a quiénes se refiere.
Las cinco mil víctimas civiles de los ataques a las Torres Gemelas no estaban relacionadas con los horrores promovidos o protagonizados por la repulsiva política exterior del Gobierno de EUA. Las guerras impulsadas por este país, con su consecuente saldo de aniquilación, y las conspiraciones de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) para instalar regímenes despóticos en Latinoamérica y otras regiones desplazadas del planeta no pueden justificar, jamás, la tragedia de que fueron objeto los muertos y desaparecidos en Manhattan. Quien afirme lo contrario, se sumerge en la misma ciénaga de prepotencia y arbitrariedad.





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